El reloj de la funcionaria estadounidense provocó numerosas críticas en las redes sociales por parte de quienes cuestionaban la decisión de usar un reloj tan caro durante su visita a un centro penitenciario de alta seguridad.

¿Qué te pones cuando vas a visitar a una de las prisiones más tristemente célebres del mundo?
Si eres Kristi Noem, la secretaria de Seguridad Nacional que visitó el miércoles el enorme Centro de Reclusión de Terroristas de El Salvador (CECOT), la respuesta es una camiseta blanca de manga larga, pantalones grises y una gorra de béisbol con el logotipo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
Ah, y un Rolex Cosmograph Daytona dorado que cuesta unos 50.000 dólares.
Noem viajó a la prisión, donde el gobierno de Trump envió este mes a cientos de deportados venezolanos. A principios de esta semana, el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito del Distrito de Columbia denegó los intentos del gobierno de reanudar las expulsiones, que un juez federal había bloqueado a principios de marzo. El viernes, el gobierno de Trump pidió a la Corte Suprema que le permitiera reanudar las expulsiones.
En el CECOT, mientras Noem grababa un video ante una fila de presos hacinados en literas tras las rejas, su llamativo reloj sobresalía de su muñeca, destacando en una escena austera.
La prenda provocó numerosas críticas en las redes sociales por parte de quienes cuestionaban el gusto de llevar un reloj tan caro a esa visita. El CECOT, que se inauguró en 2023 y se diseñó para albergar hasta 40.000 reclusos, fue una iniciativa emblemática de Nayib Bukele, el presidente salvadoreño que se ha ganado una reputación internacional por abordar el problema de las bandas de su país mediante el encarcelamiento masivo, una campaña que ha sido criticada por múltiples grupos de derechos humanos.
En una declaración sobre el reloj, Tricia McLaughlin, subsecretaria de Seguridad Nacional para Asuntos Públicos, escribió que Noem utilizó las ganancias de sus libros “para comprar un artículo que pudiera usar y algún día legar a sus hijos”. McLaughlin no se refirió a la decisión de llevar esa posible reliquia al CECOT.
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Quizá no sea una sorpresa que Noem, exgobernadora de Dakota del Sur, tenga un Rolex: la marca suiza ha sido el reloj preferido de los políticos durante décadas. El expresidente Joe Biden, conocido aficionado a los relojes, llevó un Rolex Datejust en su toma de posesión, una elección que suscitó algunas críticas de la derecha. Los presidentes Trump, Ford y Reagan usaron Rolex. E incluso el exdirigente soviético Leonid Brézhnev hizo una concesión a los productos de la industria privada cuando usó un Datejust de oro.
Según la periodista especializada en relojes Brynn Wallner, fundadora de Dimepiece, un sitio web para mujeres entusiastas de los relojes, el Daytona es uno de los Rolex más codiciados. Fabricado por primera vez en 1963, el reloj se volvió popular cuando Paul Newman empezó a usarlo. Hoy en día, el reloj es difícil de conseguir —los compradores tienen que registrarse en una lista de espera de años para poder comprarlo a un distribuidor oficial— y, como resultado, muchos recurren a pagar precios inflados en el mercado secundario.
“Si lo compras, estás alardeando del hecho de que puedes conseguirlo”, dijo Wallner. “Y probablemente pagas un poco más de lo necesario. Es una prenda que se usa para presumir. Es un signo de riqueza. No es nada sutil”.
Paul Altieri, fundador y director ejecutivo de Bob’s Watches, un mercado online para la reventa y el comercio de relojes, se mostró de acuerdo.
“Rolex limita intencionadamente los artículos para mantener la exclusividad”, dijo. “A la mayoría de los clientes no se les ofrecerá uno a menos que tengan una larga relación con el distribuidor o sean clientes de alta prioridad”.
Que el reloj de Noem fuera identificado rápidamente era de esperar. “Watchspotting”, el deporte de internet consistente en identificar los relojes de personajes públicos, ha florecido en los últimos años.
En el Super Bowl de febrero, los entusiastas identificaron inmediatamente un Jacob & Co. Caviar Tourbillon en la muñeca de Tom Brady, que cuesta más de 700.000 dólares. Jay-Z fue incluso más extremo en los Grammy del mes pasado al usar un reloj Patek Philippe Minute Repeater Perpetual Calendar, que cuesta más de 2 millones de dólares. A Trump se le ve a menudo con relojes de lujo que van más allá de los Rolex, y también tiene su propia línea de relojes que cuestan hasta 100.000 dólares cada uno.
Los observadores de relojes suelen prestar mucha atención a cualquier atisbo que puedan obtener de los relojes durante las galas y entregas de premios, e informan rápidamente de lo que encuentran en internet.
Ahora, gracias a Noem, han ampliado su campo de acción a las prisiones.
Jacob Bernstein es reportero de la sección Styles, donde escribe reportajes. Más de Jacob Bernstein
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