La Asamblea General No. 11 de la Alianza Evangélica de Asia (AEA) llevada a cabo en Ulaanbaatar, Mongolia, de agosto7 al 12, aproximadamente 200 participantes de 23 alianzas nacionales y 20 organizaciones misioneras reunidas en discusiones significativas bajo el tema “Discípula o Muere”. Esta reunión, parte de la Alianza Mundial Evangélica (WEA), estuvo enfocada en como los cristianos y las iglesias en Asia deberían abordar el cumplimiento de la Gran Comisión en la próxima década. El consenso abrumador fue que para discipular Asia efectivamente se requieren esfuerzos combinados entre las alianzas nacionales y sus socios. Dado que Asia es hogar para solo el 7.9% de la población cristiana mundial, la importancia de discipular en esta región no se puede exagerar.
En comparación con otros continentes, los cristianos forman el 8.6% de la población en Asia, mientras que África tiene el 48.5% y América Latina se jacta de un 92.7%. En América Latina, los factores históricos han formado estas importantes figuras con el colonialismo, particularmente por medio de las misiones Católicas Romanas, influenciando profundamente la región, incrustando el cristianismo en la tela cultural de muchos países. Esta fuerte identidad cristiana es apoyada aun mas por las libertades religiosas que permiten que florezcan las denominaciones.
En África, la propagación inicial del cristianismo fue alimentada por los esfuerzos misioneros durante la era colonial, pero la expansión rápida es en gran manera debido al evangelismo indígena de los lideres locales. Este crecimiento es también apoyado por la integración efectiva del cristianismo con las tradiciones y costumbres locales.
En contraste, el crecimiento del cristianismo en Asia ha enfrentado mas obstáculos. A pesar de que el trabajo misionero y las iniciativas de desarrollo social han hecho un impacto, retos tales como tradiciones religiosas y culturales arraigadas, restricciones gubernamentales, presiones sociales y políticas, dificultades económicas han truncado la propagación del cristianismo. A diferencia de América Latina, donde el cristianismo esta profundamente entretejido en la identidad cultural, o África, donde se ha mezclado con tradiciones locales, el cristianismo en Asia comúnmente sigue estando algo desconectado de las expresiones cultuales locales.
Dadas estas condiciones, las alianzas nacionales de la AEA identificaron la necesidad de discipular a los cristianos en formas mas acorde al contexto asiático y enfocadas en varias áreas clave para avanzar la misión cristiana en Asia. Esto incluye:
- Nutrir a los cristianos indígenas para que desarrollen su identidad dentro del contexto asiático.
- Equiparlos para compartir y adaptar su fe efectivamente a las culturas locales.
- Criar lideres que entiendan y puedan navegar las tradiciones locales al mismo tiempo que discipulan a los nuevos creyentes.
- Asegurar que la iglesia se vuelve mas localmente sostenible y culturalmente relevante.
Es crucial para las iglesias asiáticas tener en mente cuanto discipulado ocurre en su contexto – primordialmente por medio de los métodos relacionales o intuitivos. El discipulado debe estar enraizado en un entendimiento de la cultura local en vez de un razonamiento abstracto. Para que la Gran Comisión progrese y que el Evangelio se propague rápidamente, los cristianos asiáticos deben discipular, adaptándose e integrando su fe profundamente en sus practicas espirituales locales y culturales, aprovechando a los lideres indígenas para que comuniquen y propaguen efectivamente el mensaje.
