CI.- Cada vez es más claro que la política y el fútbol son dos cosas que no se pueden separar. Futbolistas de origen inmigrante han tomado posición en medio de la creciente xenofobia en Europa, ahora exacerbada por gobiernos de extrema derecha.
Nico Williams brilla con la selección española
María Arthuer y Félix Williams se conocieron en Ghana y como muchos en su país, tuvieron que emigrar a España hace 30 años.
No sabían que sus dos hijos, Iñaki y Nico Williams, serían las estrellas actuales del club de fútbol Athletic de Bilbao, ni tampoco que Nico, el menor, brillaría con la camiseta española.
Con Iñaki en el vientre, María y Félix cruzaron el desierto del Sahara en medio de los mismos peligros a los que se arriesgan miles de migrantes todos los días en esta parte del mundo.
Todas las familias que emigran desde los países africanos hacia Europa se enfrentan a la posibilidad de morir en el camino, quedar a la deriva o caer en manos de traficantes, ladrones, o violadores.
Los Williams lograron atravesar el Mediterráneo para saltar la valla y ser arrestados por la Guardia Civil en España. Estuvieron a punto de ser deportados por estar indocumentados, sin embargo, la pareja ghanesa dijo a las autoridades que provenían de Liberia, país en guerra en ese momento, y pudieron obtener asilo político.
María y Félix se ganaban la vida mientras tenían hasta tres trabajos simultáneos, en obras de construcción y como aseadores de centros comerciales.
Más tarde, ya establecidos en Bilbao, nació Iñaki en 1994. Después cuando se mudaron a Pamplona, María dio a luz a Nico.
Amor por el fútbol
Los hermanos Williams crecieron juntos, en ocasiones Iñaki cumplía el papel de cuidar de su hermano menor como a un hijo y transmitirle su pasión por el deporte y el Bilbao hasta el punto de ser hoy dos de sus ídolos.
La temporada pasada, Nico junto a su hermano ganaron la Copa del Rey y cortaron una racha de 40 años sin ganarla. Nico fue el jugador mejor valorado de la final. Ahora con 21 años juega su primera Eurocopa, marcó su primer gol y fue el mejor del último partido contra Italia.
Iñaki Williams, quien es el máximo referente de Nico, decidió hace un tiempo ponerse la camiseta de Ghana, país donde nacieron sus padres.
Lamine Yamal, la joven promesa de España
Mounir Nasraoui de Marruecos y Sheila Ebana de Guinea Ecuatorial son los padres de Lamine Yamal, la joven estrella del Barcelona, que con solo 16 años rompió los récords al ser el más joven en debutar con la camiseta de España y también con el club catalán.
Lamine nació en Barcelona, en el barrio de Rocafonda, en Mataró, un barrio obrero de inmigrantes que el jugador siempre recuerda tras marcar un gol cuando suele dibujar un 304 con sus dedos, en alusión al código postal. Es extremo derecho y ahora en la Eurocopa hace una perfecta dupla con su gran amigo Nico Williams.
El canterano proveniente de la academia de fútbol barcelonés La Masia, suele colocar en sus botines las banderas de sus ancestros en Marruecos y Guinea Ecuatorial.
Lamine Yamal y Nico Williams
El padre de Yamal
El padre de Jamal, Mounir, fue condenado el año pasado por atacar a unos integrantes del partido de ultraderecha VOX.
Nasraoui se acercó a una de las carpas que ese partido había instalado en Mataró en las elecciones del año pasado y junto a otros vecinos empezó a insultar a los que allí se encontraban, incluida una parlamentaria.
Posteriormente, hubo un forcejeo en donde Nasraoui golpeó y rompió las gafas de 400 euros a uno de los simpatizantes de VOX. Finalmente, un juez lo condenó a pagar una multa de más de 600 euros.
Mbappé y Francia
En días pasados, en una rueda de prensa antes de enfrentar a Austria, el capitán y estrella de la selección francesa, Kylian Mbappé, pronunció unas palabras que le dieron la vuelta al mundo:
“Estamos en un momento importante en nuestro país. Somos futbolistas, pero también personas y no nos podemos desconectar de la realidad. Los jóvenes pueden hacer la diferencia, mientras los extremos llaman a la puerta, por eso quiero llamar su atención. Jóvenes, hay que ir a votar. Sé que mi voz será escuchada. Queremos respeto y diversidad y cada voto cuenta. Espero que se haga una buena elección y estemos orgullosos de vestir esta camiseta el 7 de julio”.
Kylian Mbappé
Ousmane Dembélé: “Creo que necesitamos movilizarnos para votar todos juntos”
Además, Kylian Mbappé manifestó estar alineado con las declaraciones de su compañero Ousmane Dembélé, quien antes había dicho: “Creo que necesitamos movilizarnos para votar todos juntos”.
Marcus Thuram
Marcus Thuram, quien además es el hijo de Lilian Thuram, campeón en el Mundial de Francia 1998, y activista antirracista en el país galo, fue más directo: “Como dijo Dembélé, tenemos que decirle a todo el mundo que vaya a votar. Y, como ciudadanos, hay que luchar a diario para que esto no vuelva a suceder y que no pase la Agrupación Nacional”.
Todos los jugadores manifestaron que el equipo coincide y tiene una posición clara frente a las próximas elecciones en su país.
Lilian Thuram
Países Bajos en medio de un gobierno de ultraderecha
El Gobierno de Geert Wilders del Partido de la Libertad (PVV) ganó en noviembre las pasadas elecciones con un programa xenófobo que restringe los derechos a los migrantes y promueve abiertamente el odio contra los musulmanes y personas “no occidentales”.
Mientras tanto, su selección tiene 16 futbolistas (un 62% de la selección) provenientes de territorios de ultramar o descendientes de la inmigración africana. Figuras clave en el equipo como Virgil van Dijk y Xavi Simons provienen de familias de Surinam, mientras Jeremie Frimpong y Memphis Depay son originarios de Ghana.
En la historia de la naranja mecánica también son reconocidos Ruud Gullit, Frank Rijkaard o Patrick Kluivert, con raíces en la excolonia de Surinam, que obtuvo su independencia en noviembre de 1975. O Clarence Seedorf, Aron Winter y Edgar Davids, nacidos en Paramaribo, la capital.
El fútbol contra la xenofobia
Son muchos los casos en los que jugadores de fútbol desafían a la xenofobia al portar la camiseta de las naciones, que en muchos casos los han discriminado. Grandes figuras provienen de la inmigración.
En 1998 Francia logró coronarse campeona en una Copa del Mundo con estrellas como Zinedine Zidane, de ascendencia argelina, Marcel Desailly de Ghana, Patrick Vieira, de Senegal, y un originario de Argentina, David Trezeguet.
Más adelante apareció Paul Pogba, de ascendencia guineana, N’Golo Kanté, originario de Mali, Ousmane Dembélé, cuyo padre procede de Mali, y Kylian Mbappé, de origen camerunés y argelino.
Incluso contaron que hubo un jugador que “nació en el mar” según su acta de nacimiento, Rio Mavuba. Llegó al mundo en una embarcación mientras su madre de Angola intentaba llegar a Europa. 21 años después logró recibir la nacionalidad francesa.
Nacer Chadli, quien nació en Marruecos y se convirtió en héroe nacional en Bélgica por anotar un gol en el Mundial de Rusia 2018 y clasificar a su equipo a cuartos de final.
Una lucha constante contra el racismo y la xenofobia
Con el auge de la extrema derecha en Europa que captó votos a través del odio contra los inmigrantes, el fútbol, al igual que otros ámbitos en la sociedad europea, se convirtió en un escenario de disputa.
La conciencia y las posturas políticas no se han ocultado, lamentablemente estas son censuradas y para los dirigentes de este deporte, solo es importante el fútbol como un espectáculo.
Como dijo Romelu Lukaku, “cuando las cosas van bien, soy el delantero de la selección de Bélgica y cuando las cosas no son tan buenas, soy Romelu Lukaku, de ascendencia congolesa”.
CI CZ/FC/23/06/2024/08:00
