El territorio del entorno rural tiene unas carencias estructurales que no permiten acompañar y atender a la salud mental de forma adecuada. Así lo refleja el informe “Salud Mental y Entorno Rural“, un informe que recoge las necesidades y retos en salud mental del mundo rural, que es la mayor parte del territorio de Cataluña en superficie, aunque no lo sea en población.
Tenemos un gran reto: acercar los servicios a las personas y garantizar que todo el mundo pueda ser atendido, viva donde viva
Tenemos retos enormes frente a nosotros. Uno de los mayores es el del acceso y el apoyo a la vivienda. Necesitamos que las personas con problemas de salud mental puedan tener una vivienda en condiciones y, al mismo tiempo, también mejorar los programas de apoyo, que en el entorno rural deben tener unas características distintas.
Cuidar a la cuidadora
Muchas de las personas que tenemos un problema de salud mental nos hemos convertido en cuidadores o cuidadoras de ancianos, especialmente cuidadoras, cuando somos nosotros las que deberíamos ser cuidadas. Por eso creamos el Servicio de Acompañamiento a la Vida Independiente (SAVI), como un proyecto piloto que va algo más allá del Programa de Apoyo a la Autonomía en el propio Hogar (PSALL). Por tanto, es necesario y urgente flexibilizar la cartera de servicios de apoyo al hogar, para que pueda adaptarse a todas las realidades, incluida la ruralidad.
La carencia de profesionales vulnera los derechos de las personas a recibir una buena atención
Otro de los puntos clave citados en el informe es el acceso a los servicios de todo tipo: sociales, sanitarios, comunitarios, asociativos, etc. No podemos dejar personas desatendidas por el solo hecho de que vivan lejos, ¿lejos de dónde? Aquí tenemos un gran reto: acercar los servicios a las personas y garantizar que todo el mundo pueda ser atendido, viva donde viva.
Y también mejorar la red de transporte público de los pueblos y urbanizaciones que quedan más apartadas de las ciudades en las que se concentran la mayoría de los servicios. La carencia de profesionales es otra de las grandes dificultades detectadas, una cuestión que vulnera los derechos de las personas a recibir una buena atención.
Un psiquiatra para una comarca entera
Por ejemplo, en mi comarca, La Noguera, que es la más grande de Catalunya en superficie, sólo tenemos un psiquiatra para toda la comarca, no tenemos derecho a elegir y, si está de baja o de vacaciones, muchas veces no se le sustituye. Además, existe una gran rotación de personal que dificulta la recuperación de las personas. Incrementar el arraigo de los y las profesionales en el entorno rural ayudaría a ofrecer una mejor atención a su población con problemas de salud mental.
Existe una gran rotación de personal que dificulta la recuperación de las personas
El tejido asociativo y las Taules de Salud Mental son un valioso recurso para fomentar una salud mental comunitaria en los territorios rurales. Éstos son sólo algunos de los problemas que vivimos cada día las personas que vivimos en entornos rurales. Desde SMC, ponemos en valor la labor que se realiza desde las asociaciones de estos territorios.
Las asociaciones somos conocedoras de los casos personales y de las circunstancias de todos los días en nuestros pueblos. Además, la labor que se realiza desde las Taules de Salud Mental territoriales, que ahora ya son 48 en todo el país, es una buena práctica para implicar a toda la comunidad, conocer, compartir y crecer en cada uno de los pueblos y comarcas de Cataluña .
Por todo ello, pedimos a las instituciones que nos acompañen en este camino de mejora de la salud mental en el entorno rural, desde el territorio y el territorio.
Mercè Torrentallé, presidenta de Salut Mental Catalunya.