Categoria:

El ejercicio extremo consume la «vaina» de las neuronas cerebrales

Autor: Rafa Lopez

La mielina es una estructura grasa que envuelve los axones o fibras nerviosas que comunican las neuronas. Estas «vainas» –las mismas que resultan atacadas por el sistema inmune en la esclerosis múltiple– facilitan la propagación ultrarrápida de las señales eléctricas entre las células nerviosas. Un estudio realizado en España entre 10 maratonianos apunta que, en condiciones de ejercicio extremo y falta de glucosa (hipoglucemia), las células nerviosas del cerebro recurren a la mielina como fuente de energía alternativa. Según la investigación, el contenido de mielina se recuperó por completo entre dos semanas y dos meses después de la carrera.

El estudio, realizado en el País Vasco y publicado ayer en la revista «Nature Metabolism», se basó en imágenes de resonancia magnética de 8 hombres y 2 mujeres antes y después de correr una maratón. Se observó que la mielina de ciertas regiones del cerebro se redujo de forma reversible. Esto sugiere que los lípidos de la mielina pueden servir como reservas de energía de último recurso en condiciones metabólicas extremas, cuando el organismo echa mano, después de los hidratos de carbono,de grasa almacenada y de proteínas musculares.

La investigación fue liderada por Carlos Matute, catedrático de Neurociencia de la Universidad del País Vasco. Otro de los autores, el profesor Pedro Ramos, ha explicado que «la cantidad de mielina se normaliza con el descanso, tras la demanda extraordinaria de energía; pero si se prolongase en exceso podría tener implicaciones funcionales para el cerebro».

La comunicación cerebral se realiza mediante señales eléctricas y químicas que precisan mucha energía. Se estima que el cerebro consume la quinta parte de la energía total que gasta el cuerpo humano, pese a que representa solo el 2% de su peso. Su principal fuente de energía es la glucosa. El propósito de este estudio ha sido averiguar qué le sucede al cerebro cuando esa fuente de energía se encuentra bajo mínimos, como ocurre cuando se realiza un ejercicio físico prolongado en el tiempo, por ejemplo, una maratón o una ultramaratón.

«A largo plazo, deberían estudiarse cuáles serían las consecuencias, especialmente en atletas altamente entrenados que llegan a completar varias maratones anuales, potencialmente sin recuperar niveles de mielina previos a la carrera», opina el investigador Eduard Guasch, jefe del grupo de investigación Arritmias y Actividad Física del IDIBAPS (Barcelona), que no participó en el estudio y fue consultado sobre él por SMC.

«La evidencia científica que demuestra que el ejercicio moderado aporta numerosos beneficios a la salud es muy sólida. Sin embargo, los cambios y consecuencias del ejercicio extremo, cuya práctica ha ido en aumento en los últimos años son, en gran parte, desconocidos. El ejercicio extremo genera una sobrecarga y un estrés hemodinámico y energético mucho mayor y de más larga duración al organismo, generando incluso un periodo proinflamatorio transitorio tras el ejercicio», añade Guasch, quien precisa que este trabajo «abre las puertas a estudios futuros, pero debe considerarse preliminar», dado que «son precisos nuevos estudios con tamaños muestrales mayores».

Suscríbete para seguir leyendo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar también

¿Quieres hablar con nosotros en cabina?

Nuestros Horarios en el Estudio:

9am a 11am | 12m a 1pm | 4 a 5 pm | 5 a 6pm

horario del pacifico