Según un nuevo estudio, seguir la dieta MIND durante 10 años produjo una disminución pequeña pero significativa en el riesgo de desarrollar problemas de pensamiento, concentración y memoria.
La dieta Mediterránea-DASH de Intervención para el Retraso Neurodegenerativo combina elementos de la dieta mediterránea tradicional y los Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión, o dieta DASH, que se centra en reducir la presión arterial.
La dieta MIND fue diseñada específicamente para combatir el deterioro cognitivo, dijo el autor principal del estudio, el Dr. Russell Sawyer, profesor asistente de neurología clínica y medicina de rehabilitación en el Instituto de Neurociencia Gardner de la Universidad de Cincinnati.
“Entre los componentes de la dieta MIND hay 10 grupos de alimentos saludables para el cerebro: verduras de hojas verdes, otras verduras, nueces, bayas, frijoles, cereales integrales, mariscos, aves, aceite de oliva y vino”, dijo Sawyer en un correo electrónico.
Cinco grupos de alimentos poco saludables (carnes rojas, mantequilla y margarina en barra, queso, comidas fritas y rápidas, y pasteles y dulces) están limitados en la dieta MIND, que ayuda a reducir la ingesta de grasas trans y saturadas, dijo Sawyer.
“La dieta MIND tiene todas las características clave, en particular un énfasis en alimentos reales, principalmente plantas, necesarias para reducir la inflamación sistémica, facilitar la pérdida de peso, mejorar la salud del microbioma, mejorar la resistencia a la insulina, reducir los lípidos (grasas) elevados en la sangre y aterogénesis lenta (obstrucción de las arterias)”, dijo el Dr. David Katz, especialista en medicina preventiva y de estilo de vida que fundó la organización sin fines de lucro. Iniciativa de Salud Verdaderauna coalición global de expertos dedicados a la medicina del estilo de vida basada en evidencia. No participó en el estudio.
“Que tales efectos se traduzcan en protección del cerebro no es ninguna sorpresa”, dijo Katz en un correo electrónico. “Este estudio de asociación no prueba, por sí solo, que la dieta MIND proteja la salud cognitiva, pero dados los mecanismos claros en juego, ciertamente sugiere que sí lo hace”.
Un beneficio mayor para las mujeres y los negros
El estudio, publicado el miércoles en Neurología, la revista de la Academia Estadounidense de Neurología, es parte de un estudio en curso llamado SALUDOS, o Razones de las diferencias geográficas y raciales en los accidentes cerebrovasculares. Patrocinado por los Institutos Nacionales de Salud, REGARDS se creó para examinar por qué los sudamericanos y los afroamericanos tienen una mayor incidencia de accidente cerebrovascular, y ha estado siguiendo a unos 30,000 adultos de 45 años o más desde 2003.
De las más de 14.000 personas en el estudio, el 70 por ciento eran blancos y el 30 por ciento eran negros. Al comienzo del estudio, y nuevamente a los 10 años, se preguntó a los participantes sobre su ingesta dietética y se les realizaron electrocardiogramas, mediciones de la presión arterial y análisis de sangre.
Luego, los investigadores calificaron las dietas según su mayor cumplimiento de los parámetros de la dieta MIND: comer más de tres porciones de cereales integrales al día, consumir más de seis porciones de verduras de hojas verdes cada semana, comer al menos otra verdura cada día, comer más de dos porciones. de bayas cada semana, comer pescado más de una vez y aves más de dos veces por semana, y comer frijoles más de tres veces por semana. Comer frutos secos y utilizar principalmente aceite de oliva también obtuvo una puntuación más alta.
Las personas que comían carnes rojas o procesadas menos de cuatro veces por semana, comida frita o rápida menos de una vez por semana y menos de una cucharada de mantequilla o margarina al día también obtuvieron puntuaciones más altas.
Las personas que seguían más de cerca la dieta MIND tenían un 4 por ciento menos de probabilidades de desarrollar problemas de memoria y pensamiento que aquellos que no seguían la dieta, según el estudio. El hallazgo se mantuvo incluso después de descartar factores atenuantes como el ejercicio, la educación, el tabaquismo, el índice de masa corporal, las afecciones médicas, la edad y la ansiedad o depresión.
Para las mujeres, el riesgo era aún menor: tenían un 6 por ciento menos de probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo. Los hombres, sin embargo, no vieron tal beneficio, encontró el estudio.
En cuanto a la rapidez con la que declinaron las personas con tales problemas de memoria y pensamiento, el estudio encontró que las personas que siguieron de cerca la Dieta MIND retrocedieron más lentamente que aquellos que no la siguieron. Esa asociación fue más fuerte en los participantes negros que en los blancos, dijo Sawyer.
“Estos fueron hallazgos sorprendentes”, dijo Sawyer. “Los beneficios de la dieta MIND pueden tener un impacto diferencial en mujeres y personas de raza negra y esta es un área para futuras investigaciones”.
Se necesita más investigación
Un ensayo clínico controlado aleatorio realizado en 2023 encontró que la dieta MIND no es mejor que la dieta de control para reducir los signos de deterioro cognitivo en el cerebro. Sin embargo, a los expertos les preocupaba que el ensayo no fuera lo suficientemente largo como para obtener resultados completos.
“Los tres años de seguimiento, si bien son admirables para un ensayo clínico aleatorio, proporcionan menos información sobre los beneficios a largo plazo de la dieta en comparación con los más de 10 años de seguimiento de nuestro estudio”, dijo Sawyer.
Además, sólo 66 personas en el ensayo clínico eran negras, lo que limita “la generalización de este estudio de control aleatorio en comparación con nuestro estudio de cohorte, aunque ambos ofrecen información importante”, dijo.
