La inscripción de Dani Olmo en el FC Barcelona ha planteado un complejo reto jurídico y administrativo que está siendo analizado en detalle por expertos legales del club y las instituciones implicadas. A pesar de los esfuerzos del club por cumplir con los requisitos establecidos por LaLiga, la situación se ha enredado debido a interpretaciones divergentes del reglamento vigente, especialmente en lo que respecta al artículo 130.2 del Reglamento General de la RFEF.
El embrollo se originó tras la inscripción inicial de Dani Olmo en agosto mediante una licencia provisional, que expiró el 31 de diciembre. El mecanismo, que se activó gracias a la lesión de larga duración de Christensen, no contempla automáticamente una extensión más allá de su vigencia inicial.
Una norma que no aplica
Con el fin de año, el Barça se vio obligado a solicitar una nueva licencia para el jugador tras presentar los documentos de venta de los asientos VIP del Spotify Camp Nou para volver a la regla 1:1, una acción que ha sido cuestionada y denegada, por el momento, por LaLiga, aunque no existe consenso jurídico sobre la interpretación aplicable en este caso ya que el Barça alega que presentó la documentación a tiempo.
Con la licencia original expirada, el argumento del Barça es que la normativa no establece explícitamente la imposibilidad de inscribir nuevamente a un jugador que ha estado previamente registrado en el mismo equipo. De hecho, las fuentes consultadas por SPORT indican que el artículo 141.5 del reglamento, que prohíbe a los futbolistas cuya licencia se cancela obtener otra en el mismo equipo durante la misma temporada, está pensado para jugadores que rescinden su contrato y se trasladan a otro club, algo que no se aplica en este caso.
El papel del artículo 130.2
El Barça basa parte de su defensa en el artículo 130.2 del reglamento, que permite excepciones para la inscripción en casos de “fuerza mayor o disposición reglamentaria”. Según las interpretaciones ofrecidas a este diario por abogados especialistas, el vencimiento de la licencia inicial debido a la pérdida de vigencia constituye, en sí mismo, una “disposición reglamentaria”. Por tanto, esto habilitaría al club a reinscribir a Olmo bajo esta excepción, siempre que se cumplan los requisitos de fair play financiero.
Sin embargo, esta interpretación no es compartida por LaLiga, que considera cerrado el caso y argumenta que no es posible realizar una segunda inscripción dentro de la misma temporada. Ante esta divergencia, fuentes consultadas sugieren que no existe un precedente normativo claro para un caso como este, lo que complica aún más la situación.
¿Qué pasos puede seguir el Barça?
En caso de que LaLiga rechace definitivamente la inscripción, el club tiene la posibilidad de recurrir al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) y solicitar medidas cautelares que permitan habilitar a Olmo mientras se resuelve el fondo del asunto. Según expertos legales, este recurso sería una vía válida siempre que el Barça logre demostrar que la normativa no prohíbe explícitamente su posición y que se trata de un caso excepcional que requiere una resolución específica.
En cualquier caso, la resolución dependerá no solo de las interpretaciones jurídicas, sino también de la capacidad del Barça para cumplir con los criterios de fair play financiero, una operación que desde el Barça ya dan por cerrada.