El Departamento de Salud de EE. UU. recortará 10.000 empleos

El gobierno del presidente Donald Trump anunció el jueves el despido masivo de 10.000 empleados del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por su sigla en inglés), como parte de una reorganización generalizada que refleja las prioridades del secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., y los esfuerzos de la Casa Blanca para reducir el gobierno.

Los despidos son una reducción drástica de personal en el Departamento de Salud, que ahora emplea a unas 82.000 personas y afecta las vidas de todos los estadounidenses a través de su supervisión de la atención médica, alimentos y medicamentos.

Los despidos y la reorganización afectarán especialmente a dos organismos del departamento que han estado en la mira de Kennedy: la Administración de Alimentos y Medicamentos y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés). Se espera que estas agencias pierdan aproximadamente el 20 por ciento de su personal solo con los recortes más recientes.

Junto con las peticiones de renuncias remuneradas anteriores y las jubilaciones anticipadas impulsadas por las políticas del gobierno de Trump, la medida reducirá la dependencia a unas 62.000 personas, dijo la agencia.

La reestructuración pretende que las comunicaciones y otras funciones dependan directamente de Kennedy e incluirá la creación de una nueva división denominada Administración para un Estados Unidos Saludable.

“Vamos a hacer más con menos”, dijo, aunque reconoció que sería “un periodo doloroso para el HHS”.

Kennedy afirmó que los índices de enfermedades crónicas aumentaron durante el gobierno de Biden, incluso cuando el gobierno aumentó. Pero no proporcionó datos que respaldaran su afirmación; los expertos afirman que las tasas de enfermedades crónicas han ido en aumento durante las dos últimas décadas, incluso bajo el primer gobierno de Trump. Dos análisis de 2024 sobre el tema utilizaron datos de los CDC de 2020.

El secretario de Salud planteó los cambios como una forma de volver a centrar la agencia en la salud de los estadounidenses, pero no esbozó ningún detalle sobre cómo mediará en las tasas de diabetes, cardiopatías o cualquier otra afección.

En las agencias afectadas, los empleados, sorprendidos, se esforzaban por asimilar la noticia. Demócratas y expertos externos dijeron que la medida diezmaría las agencias encargadas de proteger la salud y la seguridad de los estadounidenses, privándolos de la experiencia científica necesaria para enfrentar las amenazas biológicas actuales y futuras.

“En medio del recrudecimiento de los brotes nacionales de gripe aviar y sarampión, por no hablar de una epidemia de fentanilo, Trump está destrozando agencias de salud vitales con la precisión de un toro en una cristalería”, dijo la senadora demócrata por Washington Patty Murray, quien ha sido líder en temas de salud en el Congreso.

Calificó los comentarios de Kennedy sobre hacer más con menos de una “sugerencia absurda” que “desafía el sentido común”. Su opinión fue compartida por varios trabajadores de la agencia, que hablaron bajo condición de anonimato para evitar represalias.

Dijeron estar preocupados no por ellos, sino por el país, expresando su inquietud por lo que los despidos significarían para la salud pública y por si poner en riesgo la seguridad era lo que los estadounidenses realmente querían.

Según el plan, los CDC, que se ocupan de una gran variedad de cuestiones de salud como el VIH/sida, el control del tabaco, la salud materna y la distribución de vacunas para niños, volvería a su “misión central” de atender las enfermedades infecciosas.

“Convertir los CDC en una agencia centrada exclusivamente en las enfermedades infecciosas nos retrocede a 1948 sin darnos cuenta de que en 2025 las principales causas de muerte son las enfermedades no transmisibles”, dijo Anand Parekh, quien trabajó en el departamento de salud durante el gobierno de Obama y ahora es el principal asesor médico del Centro de Política Bipartidista en Washington.

Los CDC reducirán su plantilla en unos 2400 empleados y se centrará en “preparar y responder a epidemias y brotes”, según una hoja informativa del HHS. Pero también absorberá la Administración para la Preparación y Respuesta Estratégica del Departamento de Salud, que cuenta con 1000 empleados y fue elevada a agencia independiente durante la gestión de Biden en la pandemia de coronavirus.

La reorganización suprimirá 3500 puestos de trabajo de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés), que aprueba y supervisa la seguridad de una amplia gama de medicamentos y productos que la gente consume y de los que depende para su bienestar, según la hoja informativa. Se dice que los recortes son administrativos, pero algunos de los puestos apoyan la investigación y el control de la seguridad y pureza de los alimentos y fármacos, así como la planificación de los viajes de los inspectores que investigan las instalaciones de alimentos y medicamentos en el extranjero.

Los Institutos Nacionales de Salud perderán 1200 empleados, y se prevé que la agencia que administra Medicare y Medicaid pierda 300.

Todas esas agencias suelen funcionar bajo su propia autoridad, y Kennedy ha estado en desacuerdo con todas ellas. Kennedy arremetió contra ellas, y contra otras partes del departamento, en un video de YouTube.

“Cuando llegué, me encontré con que más de la mitad de nuestros empleados ni siquiera vienen a trabajar”, afirmó. “El HHS tiene más de 100 oficinas de comunicaciones y más de 40 departamentos de tecnología de la información y decenas de oficinas de adquisiciones y nueve departamentos de recursos humanos. En muchos casos, ni siquiera hablan entre sí. Funcionan principalmente en silos”, dijo.

La medida de Kennedy de asumir el control de las comunicaciones sanitarias es significativa. Actualmente, organismos como los CDC, los NIH y la FDA gestionan sus propias comunicaciones con la prensa y el público.

Durante el primer gobierno de Trump, los CDC tuvieron desacuerdos con la Casa Blanca, la cual silenció a los científicos de la agencia y tomó el control de su divulgación pública sobre el Covid-19. El portavoz jefe de la agencia dimitió frustrado la semana pasada, afirmando que los CDC han estado amordazados desde enero, cuando Trump volvió al poder.

Las 28 divisiones del Departamento de Salud y Servicios Humanos se consolidarán en 15 nuevas divisiones, según un comunicado emitido por el departamento. Kennedy anunció los cambios en su video. Los recortes de personal, de los que informó anteriormente The Wall Street Journal, se realizan en concordancia con la orden del presidente Trump de llevar a cabo la campaña del Departamento de Eficiencia Gubernamental para reducir la fuerza de trabajo federal.

El plan también incluye condensar 10 oficinas regionales del HHS en cinco.

El departamento notificó a los líderes sindicales la “reducción de plantilla” —conocida como “RIF” en la jerga federal— a primera hora de la mañana del jueves por correo electrónico. El mensaje, obtenido por The New York Times, decía que los despidos se harían efectivos probablemente el 27 de mayo y estaban “dirigidos principalmente a puestos administrativos, incluidos recursos humanos, tecnología de la información, adquisiciones y finanzas”.

Los demócratas, incluida Murray, reaccionaron con indignación ante los recortes. El representante por Virginia Gerald E. Connolly, principal demócrata en el Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental, dijo que los recortes eran preocupantes en medio de un brote de gripe aviar y un repunte de los casos de sarampión.

“Es un grave error”, dijo Connolly en un comunicado, “y me preocupa seriamente cómo afectará al bienestar de los estadounidenses ahora y en el futuro”.

Los republicanos parecían adoptar más bien una postura de espera. Bill Cassidy, senador republicano por Luisiana y presidente del comité que supervisa la salud, dijo que había desayunado con Kennedy el jueves. Cassidy sugirió que estaba abierto a la reorganización, pero esperaba que los dos “tuvieran más conversaciones” sobre los recortes específicos a medida que sus efectos fueran más claros.

Doreen Greenwald, la presidenta del Sindicato Nacional de Empleados del Tesoro, que representa a 18.500 funcionarios de HHS en todo el país, emitió un comunicado en el que prometía “accionar todas las oportunidades para luchar en nombre de estos funcionarios públicos dedicados”.

“Las afirmaciones del gobierno de que unos recortes tan profundos en la Administración de Alimentos y Medicamentos y otras oficinas de salud cruciales no serán perjudiciales son absurdas”, dijo Greenwald.

Xavier Becerra, quien fue secretario de Salud durante el mandato del presidente Joseph R. Biden Jr., emitió un comunicado en el que afirmó que los recortes probablemente reducirían los servicios a las personas mayores y con discapacidades, y a quienes tienen problemas de salud mental, además de la preparación para las crisis de salud.

“Esto tiene los ingredientes de un desastre provocado por el hombre”, dijo en las redes sociales.

Kennedy también sugirió en el video que los cambios ayudarían a su equipo a tener más acceso a los datos, una perspectiva que ha sido tensa, dado el largo historial de Kennedy de manipular cifras para promover argumentos sobre el daño de vacunas que han sido consideradas seguras en gran consenso.

“En un caso”, afirmó Kennedy, “burócratas desafiantes impidieron a la oficina del secretario acceder a las bases de datos celosamente guardadas que podrían revelar los peligros de ciertos medicamentos e intervenciones médicas”.

Kennedy dijo que la nueva división, la Administración para un Estados Unidos Saludable, combinaría una serie de agencias centradas en el tratamiento del abuso de sustancias y la seguridad química, así como la agencia que administra los tribunales que manejan las demandas federales por lesiones causadas por vacunas.

“Vamos a consolidar todos estos departamentos y hacer que te rindan cuentas, a ti, el contribuyente estadounidense y el paciente estadounidense”, dijo Kennedy. “Estos objetivos honrarán las aspiraciones de la inmensa mayoría de los actuales empleados del HHS, quienes en realidad anhelan que Estados Unidos esté sano”.

Michael Gold colaboró con reportería.

Sheryl Gay Stolberg cubre la política de salud para el Times desde Washington. Excorresponsal en el Congreso y en la Casa Blanca, se enfoca en la intersección entre las políticas de salud y la política. Más de Sheryl Gay Stolberg

Christina Jewett cubre la Administración de Alimentos y Medicamentos, lo que supone vigilar de cerca los medicamentos, los dispositivos médicos, la seguridad de alimentos y las políticas sobre el tabaco. Más de Christina Jewett