Jakob Ingebrigtsen, el autómata humanoide bioingenieril diseñado para correr, ya tiene 27 medallas internacionales: dos en Juegos Olímpicos, siete en Mundiales y 18 en Europeos. Con 22 oros. Con 24 años. Repartidos entre 1.500, 3.000, 5.000 y campo a través. Con otro doblete, en este caso en los Mundiales indoor de Nankín al sumar el oro de 1.500 al de 3.000.

Pistoletazo y los norteamericanos Prakel y Houser en cabeza marcando el ritmo. Con Ingebrigtsen en las posiciones retrasadas. Con Ben en el centro del grupo. Con ‘La Moto’ García pegado a la espalda del prodigio nórdico. 1:01.96 el primer 400. Al llegar a los 600 metros, Jakob cogía la cabeza. Avivando el ritmo y pasándolo de medio a alto. 2:02.84 el 800. Mariano segundo tras el gran favorito. Ben cerrando el grupo. 2:31.12 para el mil. Los españoles perdían comba. Nel portugués Nader y el británico Gourley acechaban a Ingebrigtsen al toque de campana. Los estadounidenses se ponían tras el prodigio de Sadnes, pero no podían toserle. Otro oro más para el noruego con 3:38.79, que nada más cruzar la meta recreó junto a Mariano García el famoso gesto de la moto del atleta español que fue 8º con 3:41.83. Dos puestos por detrás de Ben, que remontó hasta el sexto lugar con 3:39.96. Puesto de finalista para ambos.
Con su correr casi insultante a veces para los rivales, Ingebrigtsen sigue haciendo historia. Ese que en un momento que él elige actúa de villano de Marvel y desencadena la tormenta para acabar con las ilusiones de sus rivales mediante un cambio de cadencia inapreciable a la vista que le hace avanzar a una velocidad que el resto no puede. Como si sus zapatillas deslizaran o flotaran por el tartán. Adelantando sin aparente esfuerzo. ‘¿Por qué parece que lo haces tan fácil?, fue una pregunta de AS en la ciudad polaca de Torun en 2021. “Porque es fácil”, contestó sonriendo el cíborg nórdico.
ESTHER GUERRERO, 9ª EN CATEGORÍA FEMENINA EN UNA EXHIBICIÓN SOBREHUMANA DE LA ETÍOPE TSEGAY
La etíope Gudaf Tsegay corrió la final como si fuera un mitin organizado para lograr un récord del mundo. Salió con todo y se escapó de sus rivales que le veían alejarse sin poder hacer nada por evitarlo, sin liebres lógicamente. Salvaje ritmo mantenido para llevarse el oro con un increíble tiempo, para ser un campeonato, de 3:54.86. A 0.94 de su récord del mundo. Una barbaridad. La plata se la llevó su compatriota Diribe Welteji (3:59.30) y el bronce se lo colgó la británica Georgia Hunter Bell (3:59.84). Esther Guerrero, la capitana de la expedición española, acabó novena con 4:07.76.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí