La concesión del Certificado de Ahorro Energético (CAE) puede conllevar un retorno de entre el 15 y el 40% de la inversión llevada a cabo en actuaciones de eficiencia energética y su solicitud está abierta tanto a instituciones como a particulares y empresas.
Así se ha puesto en la jornada ‘Certificados de Ahorro Energético (CAE)’, organizada por la Junta de Extremadura con el objetivo de impulsar y dar a conocer estos certificados, para que estas puedan monetizar sus ahorros e inversiones en eficiencia energética.
Según ha detallado Antonio Javier Gallardo Pino, técnico de la Dirección General de Industria, Energía y Minas de la Junta, gestor autonómico de los certificados, para lograr el CAE se realiza un contrato con una empresa externa a la que el usuario vende “su ahorro energético” tras una actuación de eficiencia energética llevada a cabo.
En ese contrato el usuario recibe una contraprestación monetaria y es la empresa contratada la que realiza todo el proceso de solicitud del certificado, que envía a la Junta, que, a su vez, estudiará el expediente y validará la documentación que se manda al Ministerio, que es el coordinador nacional del sistema, que es quien da el visto bueno y lo registran.
Ha señalado que hasta el momento hay dos empresas extremeñas con este certificado, como son Siderúrgica Balboa y la Cooperativa San Joaquín, de Alburquerque, pero ya se han recibido ocho solicitudes más
Para Gallardo Pino, este proceso le beneficia a la empresa porque consigue una reducción de la cuantía de su factura, además de que la un empresa energética le compra ese ahorro, y ha señalado que el CAE no está limitado a empresas ni sectores concretos.
El certificado de ahorro energético
Las actuaciones pueden ser las establecidas en un catálogo o singulares, como ocurrió con Siderúrgica Balboa, con un recuperador de calor.
Por su parte, Raúl Sánchez, de Emececuadrado, única empresa acreditada en Extremadura para suscribir este tipo de contratos, ha explicado que a diferencia de las subvenciones, que tardan años, este tipo de empresas “certificadoras” están pensadas para que en uno dos o tres meses las personas que realicen medidas de eficiencia energética puedan tener la contraprestacion de forma rápida y sencilla.
Ha añadido que en lugar de hacerlo directamente con la administración, se hace directamente con un contrato privado con una de estas empresas acreditadas.
A modo de ejemplo, ha expuesto la sustitución de una caldera de gasóleo por una aerotérmica, que podría suponer una inversión de 30.000 euros y puede suponer un retorno de 11.000 euros, aunque según el tipo de acción de eficiencia pueda oscilas entre el 15 y el 40%.
Por último, Alfredo Gómez, responsable de Eficiencia Energética de Siderúrgica Balboa, ha explicado que este grupo llevan ya más de 35 proyectos en marcha de certificaciones de ahorro, tanto con medidas singulares propuestas por su empresa como estandarizadas.
En este caso, se ha llevado a cabo sobre el horno de calentamiento de los perfiles, en el que se ha renovado el sistema de recuperación de calor por otro más eficiente y con más rendimiento, consiguiendo un ahorro de 100.500 megavatios, un 4,5% de los que consume este equipo.
La inversión ha sido de cerca de 500.000 euros y el retorno de menos de 3 meses.
