El pasado 4 de febrero, una menor de 10 años y su familia emprendieron un viaje por carretera desde Rio Grande City hacia Houston, en Estados Unidos, con el fin de llevar a la pequeña a un chequeo de emergencia debido a su cáncer cerebral. Sin embargo, lo que debía ser una visita convencional al médico se convirtió en una pesadilla cuando fueron detenidos por las autoridades migratorias y posteriormente deportados a México.
Los padres de la menor denuncian que la pequeña es ciudadana estadounidense por nacimiento. Dicen, además, que fueron deportados pese a contar con las cartas médicas y que ya habían realizado el viaje entre Rio Grande y Houston en ocasiones anteriores sin ningún problema con la patrulla fronteriza.
A la menor de 10 años le diagnosticaron un tumor cerebral. Foto:Texas Civil Rights Project
Niña sufre cáncer cerebral y viajaba de urgencia a Houston
Según le contó a la BBC Rochelle Garza, presidenta de Texas Civil Rights Project, la organización que hoy los asesora legalmente, los hechos ocurrieron el pasado 4 de febrero.
Esa madrugada, la menor -quien había sido operada por un tumor cerebral- se despertó con un fuerte dolor y nauseas. Fue entonces cuando sus padres decidieron llevarla al médico para una consulta de urgencia.
Los padres, la pequeña enferma y cuatro de sus cinco hermanos se montaron en el auto y partieron rumbo al hospital de Houston, en el que la menor recibía su tratamiento contra el cáncer. Esperaban que el camino transcurriera con normalidad, pues ya habían pasado por dicha carretera en al menos cinco ocasiones sin problema.
El abogado Danny Woodward, del Texas Civil Rights Project, le dijo a NBC News que anteriormente habían presentado las cartas de médicos y abogados que justificaban sus movimientos por el país, con lo que se les permitía seguir hacia el hospital. Pero ese día no ocurrió lo mismo.
Cuando se detuvieron en el puesto de control, la patrulla fronteriza los detuvo alegando que los papás de la menor no pudieron demostrar su documentación migratoria en regla. La madre le dijo a NBC News que, aunque intentaron explicar la enfermedad de la niña, a los agentes “no les interesó escucharla”.
“La madre de familia recuerda que los agentes trataron a su familia como perros, realizando registros innecesariamente invasivos a los niños y profiriéndoles insultos degradantes. Incluso intentaron repetidamente quitarles sus medicamentos a pesar de que ellos les explicaron su propósito”, contó la organización que los asesora.
La familia fue deportada tras 24 horas de detención. Foto:Texas Civil Rights Project
Tras 24 horas en un centro de detención, los padres y cinco de sus seis hijos (de 6, 8, 10, 13 y 15 años) fueron deportados a México. Una camioneta los llevó del lado mexicano de un puente ubicado en Texas.
“Les dieron dos opciones imposibles entre las que elegir: que los menores se quedaran bajo custodia del Estado y quizá no volverlos a ver, o que fueran expulsados del país todos juntos”, le dijo Garza a la BBC.
Intentaron repetidamente quitarles sus medicamentos a pesar de que ellos les explicaron su propósito
Texas Civil Rights Project
Lo que respondió el CPB tras la deportación
La madre de los menores indicó que cinco de sus hijos son ciudadanos estadounidenses, incluida la pequeña que padece cáncer cerebral y otro menor con una afección cardiaca, por lo que ha exigido a las autoridades de dicho país que se les garanticen los derechos a los niños.
“Quiero que mis hijos tengan acceso a la atención médica que necesitan, que asistan a sus escuelas y que vivan en el único país que conocen como su hogar. Son ciudadanos estadounidenses, es su derecho. Pero también es su derecho ser criados por sus padres en ese hogar”, dijo la mujer, según citó la organización.
Sin embargo, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CPB) indicó que el relato de la familia no es exacto y afirmó que la familia ignoró órdenes de expulsión y ahora debe enfrentar las consecuencias legales.
Frontera entre Estados Unidos y México. Foto:iStock
“Cuando alguien recibe órdenes de expulsión aceleradas y decide ignorarlas, se enfrentará a las consecuencias descritas en el proceso de expulsión acelerada para las personas con órdenes de expulsión”, le dijo un portavoz a la BBC.
Texas Civil Rights Project afirmó que el proceso migratorio emprendido contra la familia fue irregular y rechazó, entre otras cosas, el trato que recibieron en el centro de detención. También indicó que la familia no cumplía con las condiciones para una deportación expedita y que su caso tuvo que ser llevado ante un juez antes de ejecutarse su salida del país.
La organización ya presentó una demanda por violación de derechos civiles ante la Oficina de Derechos Civiles y Libertades Civiles del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Entre tanto, la madre de la menor le expresó a NBC su preocupación debido a que mientras estaba en Estados Unidos la menor acudía regularmente a citas médicas para controlar la inflamación cerebral que le ha causado la enfermedad.
“Nosotros construimos nuestra vida en Texas por más de una década, trabajando muy duro para criar a nuestros hijos y sacarlos adelante. Y ellos nacieron y crecieron en Estados Unidos”, agregó.
REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS