El esperado debut de Jakob Ingebrigtsen en la distancia de medio maratón se saldó con una 34ª plaza en Copenhague con un tiempo de 1h03:13′. El noruego sufrió un auténtico calvario, obligado a detenerse hasta en dos ocasiones antes de cruzar la meta totalmente fundido. Con apenas 36 horas de descanso después de alzarse con el triunfo en la Diamond League en Bruselas, Ingebrigtsen se plantó en la línea de salida con la misma intención que afronta las carreras en el tartán, a dar el máximo desde el inicio.
Y la primera mitad de la prueba logró estar con los mejores, pasando el kilómetro 10 en 27:27′. Fue en ese punto de la carrera cuando ‘petó’ y tuvo que parar, dejando escapar la lucha por la victoria y también cualquier opción de batir el récord de Europa de la distancia, en poder de Julien Wanders (59:13′).
El noruego pudo haber abandonado en ese momento pero decidió seguir y, de nuevo, se vio obligado a andar unos metros en el paso por el kilómetro 15. Terminó 34º, a cinco minutos del keniano Sabastian Sawe, ganador con 58:05′ (2:45 min/km.) Ingebrigtsen se dejó caer sobre el asfalto para tratar de rehacerse y una vez recuperado el aliento atendió a los medios de comunicación. A sus 23 años, el mediofondista aseguró que “es demasiado. Ha sido divertido, pero no es lo mío, al menos por ahora. No volveré a intentarlo hasta dentro de un par de años”. Preguntado por sus problemas en el kilómetro 10, Ingebrigtsen fue claro. “No me quedaba más, el dolor era insoportable. Intenté estar con el grupo de cabeza pero mis piernas no podían más”, sentenció.
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