David Fischer, exembajador de Estados Unidos en Marruecos, en una entrevista para Al-Ayyam, declaró que el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara fue “una decisión estratégica e histórica, no una transición política”, debido a que una visión a largo plazo que busca reforzar la paz y la estabilidad.
Fischer en la entrevista también mencionó el proyecto de crear un consulado estadounidense en Dajla, lo que fue anunciado durante el reconocimiento oficial que ocurrió en diciembre de 2020. Según él, esta representación diplomática podría significar un paso decisivo para afirmar aún más el compromiso de Estados Unidos con Marruecos y, de esta manera, estimular la cooperación económica y diplomática en la región.
Además, David Fischer hizo énfasis en el papel que tiene Marruecos sobre el terrorismo y la seguridad regional describiéndolo como un socio clave de Estados Unidos y declara: “Marruecos es un actor estabilizador en el norte de África y Oriente Medio. Su orientación global y su compromiso con la lucha contra el terrorismo lo convierten en un aliado ejemplar. Nuestros dos países comparten intereses comunes en la promoción de la paz y la prosperidad”.
En relación con el balance diplomático y su relación con los avances históricos, el exembajador también demostró su conmoción al hablar de su paso por Marruecos, incluso él mismo destacó su experiencia como “transformadora”. Fisher también destacó la hospitalidad y la profesionalidad de los líderes marroquíes.
El exembajador recordó que el reconocimiento estadounidense era un punto de inflexión para la resolución del conflicto del Sáhara y mencionó: “Lo que hicimos al reconocer el Sáhara marroquí fue lo correcto, no solo para Marruecos, sino para toda la región. Esto no solo refuerza la estabilidad, sino también el diálogo y las oportunidades de desarrollo”.
¿Un posible regreso a Marruecos?
Respecto a un posible regreso a Marruecos, Fischer no descartó esta posibilidad. Confió su profundo apego al país, calificándolo de su “segunda casa” y expresando su deseo de seguir apoyando las relaciones entre Rabat y Washington en el futuro. Describió al país norteafricano como una nación “orgullosa, acogedora y profundamente arraigada en sus tradiciones”, al tiempo que afirmó que las relaciones entre los dos países se basan en una sólida base de amistad.
El diplomático también mencionó la importancia de los acuerdos bilaterales entre Estados Unidos y Marruecos en diversos ámbitos, incluido el comercio, la defensa y la diplomacia. Estos acuerdos son, según él, un ejemplo concreto de los beneficios mutuos que proporciona esta asociación histórica.