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La alimentación desempeña un papel fundamental en la prevención de enfermedades y en la promoción de una vida saludable. Sin embargo, muchos alimentos que forman parte de nuestra dieta diaria pueden tener efectos perjudiciales en nuestro cuerpo, especialmente si se consumen en exceso o como parte de un patrón alimenticio poco equilibrado.
Un reciente estudio de la Universidad de Harvard ha identificado un alimento cotidiano que, aunque parece inofensivo, podría ser perjudicial para la salud: las carnes procesadas.
¿Qué son las carnes procesadas?
El término “carnes procesadas” se refiere a aquellos productos cárnicos que han sido sometidos a procesos como el ahumado, curado, salado o la adición de conservantes químicos. Algunos ejemplos comunes son el jamón, el chorizo, las salchichas, el tocino, el salami y muchos embutidos. Estos alimentos son populares en gran parte del mundo por su sabor y versatilidad, pero su consumo diario puede tener consecuencias en nuestra salud.
Salchichón Freepik
Los riesgos de las carnes procesadas, según Harvard
El estudio, realizado por la Escuela de Salud Pública de Harvard, revela que el consumo regular de carnes procesadas está directamente relacionado con un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas. Los investigadores analizaron datos de miles de personas durante varias décadas, y los resultados fueron contundentes: incluso cantidades moderadas de carnes procesadas en la dieta pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes tipo 2.
1. Enfermedades cardiovasculares
El alto contenido de sal y grasas saturadas en las carnes procesadas es uno de los factores más preocupantes. Consumir estos productos de manera habitual puede contribuir a la hipertensión arterial y al aumento de los niveles de colesterol LDL (el llamado “colesterol malo”). Ambos factores están estrechamente relacionados con el desarrollo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
2. Cáncer
El estudio de Harvard también respalda investigaciones previas que relacionan las carnes procesadas con un mayor riesgo de cáncer, particularmente de colon y recto. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las carnes procesadas están clasificadas como carcinógenas del Grupo 1, lo que significa que existe evidencia científica sólida de que su consumo puede causar cáncer en humanos. Los nitratos y nitritos utilizados como conservantes en estos productos son compuestos químicos que, al descomponerse en el cuerpo, pueden formar sustancias cancerígenas.
3. Diabetes tipo 2
El consumo regular de carnes procesadas también está vinculado a un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Según el informe, este riesgo se debe en parte al alto contenido de sodio, que afecta la función metabólica, y a la presencia de compuestos químicos añadidos durante el procesamiento.
El consumo diario de carnes procesadas: una práctica habitual
¿Por qué las carnes procesadas son tan comunes en nuestra dieta? La respuesta radica en su accesibilidad, sabor y versatilidad. Los embutidos y otros productos procesados suelen ser económicos, fáciles de preparar y forman parte de tradiciones culinarias arraigadas en muchas culturas. Desde el desayuno con jamón hasta el bocadillo de chorizo para el almuerzo o las salchichas para la cena, las carnes procesadas se han convertido en un alimento básico en muchos hogares.
Según los investigadores, reducir el consumo de carnes procesadas es una de las medidas más efectivas que las personas pueden tomar para prevenir enfermedades crónicas y mejorar su calidad de vida.
Niños comiendo un perrito caliente Freepik
Alternativas saludables a las carnes procesadas
Aunque eliminar por completo las carnes procesadas de la dieta puede parecer un desafío, existen muchas alternativas saludables que pueden reemplazarlas:
- Carnes frescas: Optar por carnes frescas, como pollo, pavo o pescado, que no han sido sometidas a procesos de curado o salado, es una opción más saludable.
- Proteínas vegetales: Incorporar fuentes de proteína vegetal, como legumbres, tofu, tempeh, frutos secos y semillas, puede ser beneficioso para la salud y sostenible para el medio ambiente.
- Carnes magras cocinadas en casa: Preparar pollo al horno en casa permite controlar el contenido de sal y evitar conservantes.
- Sándwiches o bocadillos con vegetales: Sustituir embutidos por opciones como aguacate, hummus o quesos bajos en grasa puede ser igual de sabroso y más saludable.
Pechuga de pollo con pimientos Freepik
¿Qué cantidad de carne procesada es segura?
La recomendación de Harvard y otras instituciones de salud pública es minimizar el consumo de carnes procesadas tanto como sea posible. Aunque consumirlas ocasionalmente no representa un riesgo significativo, el problema radica en la frecuencia y cantidad con que se incluyen en la dieta.
Según el estudio, limitar el consumo a una vez por semana puede ayudar a reducir los riesgos asociados. Sin embargo, optar por alternativas más saludables debería ser la prioridad, especialmente para quienes ya tienen factores de riesgo como obesidad, hipertensión o antecedentes familiares de enfermedades cardíacas o cáncer.