“Estados Unidos cumplió su promesa histórica de elevar su contribución al financiamiento contra el cambio climático a más de 11.000 millones de USD anuales en 2024, lo que le convierte en el mayor contribuyente bilateral en financiamiento climático en el mundo”, dijo en un comunicado la Casa Blanca. Biden realiza su última visita a Sudamérica antes de entregarle la presidencia al republicano Donald Trump, un escéptico del cambio climático
El presidente estadounidense visitará este domingo Manaos, capital amazónica de Brasil, donde también anunciará una serie de medidas para proteger los bosques de la mayor selva del planeta e impulsar proyectos de bioeconomía. Los anuncios de Estados Unidos coinciden con la conferencia de la ONU sobre cambio climático que se celebra en Bakú y cuyas negociaciones están estancadas debido a la cuestión de quién paga la lucha contra el clima para ayudar a los países en desarrollo a hacerle frente.
La UE es el primer contribuyente mundial de las finanzas climáticas. Casi la mitad de estos montos procedentes de países desarrollados se da a través de fondos multilaterales, según el think tank ODI Global. Estados Unidos destinó en 2022 14.000 millones de dólares al financiamiento climático, incluyendo mecanismos bilaterales y multilaterales. Pero el segundo país más contaminante del planeta es criticado por privilegiar los primeros a los segundos, que son cogestionados por los países en desarrollo. “Ningún estado debería jactarse de ser el mayor financiador bilateral. Es la contribución total que cuenta y Estados Unidos nunca alcanzó su parte justa”, reaccionó a la AFP Friederike Roder, de la ONG Global Citizen.
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Entre otras medidas, Biden anunciará también en Manaos que Estados Unidos duplicará, hasta 100 millones de dólares, su contribución al Fondo Amazonía, que gestiona recursos de países y organizaciones internacionales para preservar la mayor selva tropical del planeta. El demócrata será el primer presidente de Estados Unidos en ejercicio en visitar la Amazonía, crucial en la lucha contra el cambio climático por su capacidad de absorber CO2.
Sin embargo, este inmenso territorio que abarca nueve países, especialmente Brasil, se encuentra al borde del abismo, golpeado por incendios y sequías relacionados con el cambio climático. El compromiso de Estados Unidos contra el calentamiento corre el riesgo de desvanecerse a partir de enero, cuando Trump vuelva a la Casa Blanca. Trump ha prometido desmantelar las políticas medioambientales de su predecesor mostrándose en cambio entusiasta con seguir explotando las energías fósiles, principales causantes de las emisiones de dióxido de carbono.
AFP.