Desde el año 2022, la Oficina de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley de Estados Unidos (INL por sus siglas en inglés) ha estado respaldando la destrucción de drogas almacenadas en Ecuador, con el objetivo de impedir que estas sustancias sean recuperadas por organizaciones delictivas. Este proceso se lleva a cabo mediante el método del encapsulamiento, considerado «un proceso efectivo y amigable con el medioambiente» según ha explicado la embajada estadounidense.
El encapsulamiento consiste en mezclar las drogas con una sustancia especial que al solidificarse, permite que la mezcla sea enterrada de manera segura, siguiendo estrictos protocolos medioambientales para evitar impactos negativos en la naturaleza. Este enfoque no solo asegura la eliminación efectiva de las drogas sino que también preserva el medio ambiente, una preocupación clave en los esfuerzos de control de drogas.
La cooperación entre Estados Unidos y Ecuador en este ámbito se enmarca en una estrategia más amplia para combatir el narcotráfico en la región. Estados Unidos ve en este modelo de destrucción un ejemplo a seguir, abogando por su posible replicación en otros países de la región como parte de una estrategia de cooperación internacional más robusta y sostenible.
Este apoyo no solo representa una acción directa contra el narcotráfico sino que también refleja un compromiso con la innovación y la sostenibilidad en las políticas antidrogas. La embajada de Estados Unidos ha destacado la importancia de continuar desarrollando y compartiendo prácticas que permitan abordar el problema del narcotráfico de manera efectiva sin comprometer el bienestar del planeta.
La destrucción de drogas embodegadas mediante el encapsulamiento se ha convertido en un símbolo de la colaboración entre ambos países, mostrando cómo la cooperación puede conducir a soluciones innovadoras y medioambientalmente responsables en la lucha contra el crimen organizado.
