¿Qué es el Acuerdo de París y por qué es crucial?
El Acuerdo de París es un pacto climático internacional jurídicamente vinculante que une a casi 200 países en el compromiso de combatir el cambio climático.
Su objetivo principal es limitar el calentamiento global, promoviendo la reducción de emisiones y el fortalecimiento de los sistemas energéticos sostenibles, por lo que, cada nación firmante debe presentar planes nacionales para recortar emisiones, conocidos como Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC), e implementar políticas acordes para cumplir con sus metas climáticas.
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La relevancia de este acuerdo radica en su carácter inclusivo y su capacidad para coordinar esfuerzos a nivel global frente a un problema común, ya que, además, establece mecanismos de financiación climática para apoyar a los países en desarrollo en su transición hacia modelos energéticos más sostenibles.
Las razones detrás de la retirada estadounidense
Ahora, desde su primer mandato, Trump ha mostrado escepticismo hacia la crisis climática, calificándola en ocasiones como “un engaño”.
Y justo durante su discurso de investidura este 20 de enero, reafirmó su postura al declarar una “emergencia energética nacional”, esto alineado a que entre las prioridades de su gobierno están el impulso a los combustibles fósiles y la derogación de políticas climáticas implementadas durante la administración Biden.
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El argumento central de Trump es que el Acuerdo de París perjudica los intereses económicos de Estados Unidos al exigir contribuciones financieras y compromisos que, según él, “benefician a otras naciones a expensas de los estadounidenses”.
Así que su estrategia incluye fomentar la producción de petróleo y gas, limitar la expansión de energías renovables y revertir incentivos para vehículos eléctricos.
Impacto global de la decisión
La salida de Estados Unidos por un lado, debilita el esfuerzo global contra el cambio climático, y por otro, reduce significativamente las posibilidades de cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, en un contexto donde es el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero a nivel mundial y el principal responsable histórico de estas emisiones desde 1850.
Y es que con esta retirada ya no estará obligado a cumplir con sus metas de reducción de emisiones ni a contribuir financieramente al fondo climático destinado a apoyar a los países en desarrollo, lo cual, por lógica consecuente, genera un vacío financiero y moral en el liderazgo global necesario para enfrentar la crisis climática.
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Laurence Tubiana, una de las arquitectas del Acuerdo de París, lamentó la decisión y afirmó: “La acción climática multilateral ha demostrado ser resiliente y más fuerte que las políticas de cualquier país por separado”.
Sin embargo, advirtió sobre los riesgos de perder el impulso económico detrás de la transición global hacia las energías limpias.
Reacciones y resiliencia internacional
Por lo pronto, la decisión de Trump ha generado críticas en diversos sectores.
Naciones como China han reafirmado su compromiso con la lucha climática, mientras que líderes locales dentro de Estados Unidos, como gobernadores y alcaldes, han prometido continuar trabajando para cumplir con los objetivos de París.
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Kathy Hochul, gobernadora de Nueva York, por ejemplo, declaró: “Es fundamental que la comunidad internacional sepa que la acción climática continuará en Estados Unidos”.
Mientras que Simon Stiell, secretario ejecutivo de Cambio Climático de la ONU, destacó el auge de las energías limpias y señaló: “Ignorar esta realidad solo enviará toda esa enorme riqueza a economías competidoras”.
Es decir, pese a las medidas de Trump, la tendencia hacia la transición energética sigue ganando terreno.
Perspectivas futuras
Solo queda decir que, aunque la retirada estadounidense representa un retroceso significativo, la acción climática global ha mostrado ser resiliente, y la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) en Brasil será clave para evaluar el impacto de esta decisión y fortalecer los compromisos internacionales.
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Y que, si bien es cierto que la lucha contra el cambio climático enfrenta uno de sus mayores desafíos, también lo es que esta es la oportunidad perfecta para que la cooperación internacional demuestre que puede superar las adversidades, pues la puerta sigue abierta para que Estados Unidos regrese al famoso acuerdo y retome su papel como líder en la acción climática global.