El republicano Donald Trump durante un acto de campaña y la demócrata Kamala Harris en un mitin en Pensilvania. Foto: EFE
A 16 días de las elecciones en Estados Unidos, el interés de los votantes gira en torno a tres ejes clave: economía, aborto e inmigración. Este último tema se ha convertido en uno de los asuntos más cruciales para los votantes de cara a los comicios presidenciales del próximo 5 de noviembre.
Se trata del tercer tema más relevante para el electorado, por detrás de la economía y del aborto, aunque una preocupación que también resalta es la protección a la democracia.
Los dos candidatos a la Presidencia, el expresidente Donald Trump (republicano) y la vicepresidenta Kamala Harris (demócrata), discrepan en la mayoría de las políticas sobre inmigración y emplean una retórica también opuesta al hablar sobre el tema.
“Hay tres temas fundamentales para los votantes, el primero es la economía, específicamente la inflación; la inmigración, hay niveles récord de migración irregular en los últimos años; y el tema del aborto, la Corte Suprema cambió los derechos federales de las mujeres a tener un aborto, así que eso también está en juego”, dice Eric Sigmon, analista del Real Instituto Elcano de España.
En su criterio, la candidata demócrata “ha subido un poco en los sondeos en algunos temas, como el aborto”, mientras que el expresidente lidera en economía e inmigración.
El retiro del presidente Joe Biden de la carrera por la Casa Blanca ha ampliado la base demócrata. Desde que dio un paso al costado en julio, Harris ha ganado muchos puntos. En las próximas elecciones, “la cifra mágica” para el triunfo es conseguir 270 de los 538 colegios electorales.
“Los candidatos que ganen en los estados grandes van a tener más posibilidad de ganar en noviembre”, dice Sigmon. Hay seis estados “clave”: Arizona, Carolina del Norte, Nevada, Pensilvania, Georgia y Wisconsin, que tendrán un “gran impacto” en los resultados de los comicios.
Cuando era presidente, Trump aplicó políticas radicales para luchar contra la inmigración irregular y para reducir la inmigración legal. En caso de ser reelegido en 2024, ha prometido “acabar con todas las políticas de fronteras abiertas de la administración Biden”. También se ha comprometido a “restablecer todas sus políticas anteriores” y a adoptar medidas adicionales, algunas de las cuales podrían traspasar los límites marcados por el ordenamiento jurídico estadounidense.
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Una de las medidas más comentadas que afirma Trump que implantaría nada más entrar a la Casa Blanca, es “dar luz verde a la mayor operación de deportación de la historia de Estados Unidos”. La campaña de Trump ha especificado que “movilizaría todos los poderes federales y estatales disponibles para poner en marcha la mayor operación de deportación de la historia de Estados Unidos”.
De ser elegida, Harris seguiría con el respaldo a las iniciativas del Gobierno estadounidense, en las que ha llevado la voz cantante como vicepresidenta, para incrementar las inversiones públicas y privadas en Centroamérica con la idea de abordar las causas primordiales de la migración, explica el analista.
Asimismo, dará continuidad a la labor del Gobierno a la hora de crear y ampliar las vías legales para recibir inmigrantes, como el reasentamiento de refugiados, los visados de trabajo y el sistema de libertad condicional, con el fin de reducir la presión sobre la frontera entre EEUU y México.
Sigmon destaca que a pesar de las numerosas diferencias entre ambos candidatos, en lo que sí están de acuerdo es en la necesidad de reforzar la seguridad fronteriza y reformar el sistema de asilo.
La economía
Trump asegura que quiere bajar al máximo los impuestos a los fabricantes, como una medida de atracción de empleo; mientras que Harris anunció que quiere proteger a la clase media y fortalecer las empresas.
Un reporte de DW indica que Trump intentó aprovechar la posible nostalgia de los votantes por la economía pre-Covid de 2019, cuando era presidente. “Creé una de las mayores economías de la historia de nuestro país y vamos a hacerlo de nuevo”, se jactó.
Sin embargo, Harris respondió a las acusaciones de Trump de que la administración Biden era la culpable de la crisis inflacionaria que afectó a gran parte del mundo desarrollado en 2021 y 2022. “Lo que hemos hecho es limpiar el desastre de Donald Trump”, aseguró.
Las encuestas muestran que una clara mayoría de los estadounidenses está descontenta con la economía y, en particular, la inflación sigue siendo un tema dominante.
Adam Posen, presidente del Instituto Peterson de Economía Internacional, apunta que hay cinco áreas económicas clave en las que se diferencian los candidatos: impuestos, aranceles, migración, regulación y el papel de la Reserva Federal.
Mientras Harris prometió recortes de impuestos para la clase media, Trump apostó por extender los recortes que hizo para las empresas cuando era presidente en 2017.
“Harris parece estar mucho más centrada en políticas que ayudarán a los pobres y a la clase media”, opina Posen. “Los créditos fiscales de Trump benefician principalmente a los ricos”, señala.
Trump mencionó a China varias veces y prometió aumentar significativamente los aranceles de su primer mandato: “Si Trump hace lo que dice que quiere hacer y restringe aún más el comercio con China, será inflacionario, será negativo para el crecimiento de la productividad, distorsionará todo tipo de cosas y habrá retrocesos en todo el mundo”, afirma Posen.
Sin embargo, la administración Biden siguió en gran medida con la política comercial proteccionista de Trump y es probable que Harris, si es elegida, mantenga los aranceles existentes.
El plan económico de Harris, según un informe de CNN se basa en: Mayor deducción fiscal para las pequeñas empresas (se espera que Harris proponga multiplicar por 10 la deducción fiscal para las nuevas pequeñas empresas); reducir la burocracia para las pequeñas empresas; ayudas a la vivienda (incluye la concesión de una ayuda inicial de hasta 25 mil dólares y una desgravación fiscal de 10 mil dólares para los compradores de su primera vivienda); una prohibición federal de los precios abusivos para reducir los costos de los alimentos, aunque su campaña ha dado pocos detalles sobre la propuesta.
Además, incluye un aumento de la desgravación fiscal por hijos, una asistencia en salud “accesible”, y acabar con los impuestos federales sobre las propinas, lo que generó la ira de Trump, que la acusó de “copiarse” partes de su plan.
Por su lado, y también según CNN, Trump ha prometido extender los recortes de su Ley de Reducción de Impuestos y Empleos de 2017 (TCJA), en particular las exenciones de impuestos sobre la renta individual de la TCJA. El expresidente también ha hablado de reducir la tasa impositiva corporativa del 21% actual al 15%.
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“Haré que los recortes de impuestos de Trump sean los mayores de la historia”, dijo el expresidente a principios de este año . “Lo haremos permanente y les daremos un nuevo auge económico”.
Trump también se ha comprometido a derogar las subidas de impuestos de Biden, “abordar de inmediato” la inflación y poner fin a lo que llamó la “guerra” de Biden contra la producción energética estadounidense.
Durante una parada de campaña en Las Vegas, Trump también se comprometió a poner fin a los impuestos sobre las propinas, una medida destinada a atraer a cientos de miles de personas que trabajan en la ciudad.
También ha prometido reducir los precios de la energía, aumentando la producción nacional. En varias apariciones de campaña, ha presentado planes para poner fin a los retrasos en los permisos y arrendamientos federales de perforación.
Aborto
Según Los Ángeles Times,a lo largo de su campaña, Trump se jacta de haber nombrado a los jueces de la Corte Suprema que en junio de 2022 anularon el fallo Roe vs. Wade, que despenalizó el aborto en 1973. Después de esquivar preguntas sobre cuándo cree que se debería restringir el procedimiento, Trump anunció la primavera pasada que las decisiones sobre el acceso y los límites deberían dejarse en manos de los estados.
Ha dicho que no promulgaría una ley que prohíba el aborto a nivel nacional y recientemente expresó que no intentaría bloquear el acceso a los medicamentos abortivos. También afirmó que debería dejarse en manos de los estados determinar procesar a las mujeres por abortos o monitorear sus embarazos. También ha dicho que, si gana, quiere que los tratamientos de fertilización in vitro sean gratuitos para las mujeres.
Mientras que Kamala ha pedido al Congreso que apruebe una legislación que garantice en la ley federal el acceso al aborto, un derecho que se mantuvo durante casi 50 años antes de ser revocado por la Corte Suprema en 2022.
Al igual que Biden, Harris ha criticado las prohibiciones del aborto en los estados controlados por los republicanos y, como presidenta, promete bloquear cualquier posible prohibición a nivel nacional en caso de que hubiera un futuro Congreso dirigido por el Partido Republicano.
Harris era la defensora más visible del derecho al aborto entre los demócratas incluso cuando Biden todavía estaba en la contienda. Ha promovido los esfuerzos de la administración que no llegan a la ley federal, incluidas medidas para proteger a las mujeres que viajan para acceder al procedimiento y limitar la forma en que las autoridades recopilan registros médicos.
Harris: “Mi presidencia no será la continuación de la de Joe Biden”
Los principales candidatos a la Casa Blanca, el expresidente republicano Donald Trump (2017-2021) y la vicepresidenta demócrata Kamala Harris dedicaron esta semana a buscar votos en territorio adverso.
Harris y Trump, normalmente dedicados a movilizar la base propia, un caladero de votos mucho más amplio que el rival, cambiaron de estrategia en este día a menos de tres semanas de los comicios.
La Vicepresidenta viajó hasta el estado clave de Pensilvania, donde se rodeó de republicanos enfrentados con Trump en un acto bautizado “El país por encima del partido”.
“No importa su partido, no importa por quién votaron la última vez, hay un lugar para ustedes en esta campaña”, afirmó Harris, introducida por el excongresista Adam Kinzinger, uno de los dos únicos republicanos en la comisión de investigación del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Harris apeló durante el acto al respeto al orden constitucional, la diversidad de ideas y la libre expresión.
“La Constitución no es una reliquia del pasado, sino que determina si somos un país donde el pueblo puede expresarse libremente e incluso criticar al Presidente sin temor a ser encarcelado o perseguido por los militares”, afirmó la demócrata.
“Trump -añadió Harris- considera a cualquier estadounidense que no lo apoye o se doblegue a su voluntad como un enemigo de nuestro país. Además, dice que como comandante en jefe usaría a nuestros militares para perseguirlos. Honestamente, reflexioné sobre eso: Trump está cada vez más inestable y desquiciado”.
Después del acto, Harris dio su primera entrevista con la cadena conservadora Fox News, muy afín a Trump, desde que asumió la candidatura demócrata hace tres meses.
En un tenso intercambio con el entrevistador, Harris aprovechó la entrevista consumida por una audiencia conservadora para distanciarse de Biden, muy impopular entre los votantes republicanos.
“Permítame ser muy clara: mi presidencia no será una continuación de la presidencia de Joe Biden”, dijo.
La Vicepresidenta también utilizó el espacio para definir a Trump como alguien que “no está capacitado para desempeñar el cargo, es inestable y es peligroso”.
“La gente está agotada de alguien que profesa ser un líder, pero que pasa su tiempo menospreciando a los demás e involucrándose en agravios personales”, aseguró Harris sobre Trump. (EFE)
¿Quién ganará en EEUU? Así están las encuestas
A pocos días de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, las encuestas a nivel nacional ya empiezan a marcar una leve tendencia de lo que podría ocurrir en las urnas en la contienda electoral de este 5 de noviembre. Con datos hasta el 17 de octubre, la candidata demócrata Kamala Harris (49%) superaría por una diferencia mínima al republicano Trump (47%).
Otra actualización de FiveThirtyEight muestra que, en el promedio nacional, la abogada, de 59 años, aventaja al empresario, de 78, por 2,4 puntos, con un 48,6% de apoyo contra un 46,1% del republicano.
En esta recopilación de encuestas, la actual Vicepresidenta se mantiene arriba desde mediados de julio. Sin embargo, Trump logró achicar la distancia que los separa en más de un punto, desde los 3,5 puntos de fines de agosto a los 2,4 actuales.
Uno de los últimos sondeos, publicado por TIPP Insights, indicó que un 49% de los consultados aseguraron que votarán por Harris, mientras que otro 46% por Trump, lo que supone una diferencia de tres puntos a favor de la Vicepresidenta. Esa misma distancia anticipa la investigación de YouGov, esponsoreada por CBS News, que registró un apoyo del 51% para ella y un 48% para él.
Por su parte, un informe de Harris Poll, patrocinado por Harvard University Center for American Political Studies, señaló que la brecha entre ambos es de dos puntos, con Harris a la cabeza, con el 51% de los avales y Trump con el 49%.
Este estudio, además, informó que el principal tema de preocupación señalado por los 3.145 votantes registrados que fueron encuestados fue la inflación, mientras que la inmigración y la discusión por la legalización o penalización del aborto quedaron en segundo y tercer lugar, respectivamente.
Otro sondeo de la Federación Hispana y Latino Victory Foundation señala que Harris aventaja al republicado en “siete estados clave”, de los que conseguiría el 56% de los votos, frente al 31% que lograría el expresidente, según una encuesta publicada el martes 15.
El sondeo ha provocado entusiasmo entre los hispanos de los estados clave, un sector poblacional en el que mantiene una ventaja de más de 25 puntos con respecto a su oponente. (Con información de EFE y La Nación).
