El eclipse solar que tendrá lugar el próximo sábado 29 de marzo de 2025 podrá observarse en las distintas regiones de América del Norte, Sudamérica, Europa y África. Sin embargo, la principal preocupación de muchas personas a la hora de querer visualizar este acontecimiento es la protección ocular, ya que observar el sol sin tomar las precauciones correspondientes puede causar daños severos a la vista.
Es fundamental verificar que las gafas sean seguras. La manera más confiable de hacerlo es asegurarse de que estén certificadas según la norma ISO 12312-2, que garantiza que el producto es adecuado para poder observar el sol. Para evitar la compra de productos falsos, siempre es recomendable adquirirlas a través de fabricantes reconocidos o vendedores de confianza.
Durante los eclipses solares anteriores, se registraron numerosos casos de anteojos especiales que no cumplían con los estándares de seguridad, lo que generó preocupaciones sobre la calidad de los productos vendidos. Por este motivo, la Sociedad Astronómica Americana (AAS, por sus siglas en inglés) aconseja adquirir este producto únicamente a través de canales oficiales y verificados.
Un aspecto importante a tener en cuenta es que durante un eclipse solar total, las gafas pueden no ser necesarias en el breve período de “totalidad”, cuando el sol está completamente oscurecido por la luna. En ese momento, es seguro mirar directamente al sol sin protección.
Sin embargo, una vez que el sol comienza a reaparecer, o si el eclipse no es total, la utilización de protección ocular es imprescindible. El eclipse del 29 de marzo va a ser parcial, lo que significa que en todas las ubicaciones en las que este fenómeno sea visible, se deberá usar las gafas especiales durante toda la duración del evento.
Para usar correctamente las gafas de eclipse solar, es importante colocárselas antes de ver el sol, ya que primero deberán ajustarse para que los lentes queden directamente frente a los ojos. Nunca se debe mirar al sol sin la protección ocular puesta y, al quitárselas, es crucial asegurarse de no estar viendo el sol en ese momento. De esta manera, se minimiza cualquier riesgo de daño ocular.