Por Evaristo Lara
Donald Trump, presidente electo, eligió a Matthew George Whitaker para ocupar el puesto de embajador de Estados Unidos ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El republicano de 78 años considera que el exfiscal general interino se ajusta mejor al perfil de negociador ante las naciones europeas principalmente para fijar una posición unificada acerca del conflicto bélico que desde hace poco más de dos años sostienen Rusia y Ucrania, el cual les está costando millones de dólares en apoyo destinado hacia el gobierno encabezado por Volodímir Zelenski.
A través de una declaración, Trump elogió la trayectoria de Whitaker al desempeñar cargos públicos.
“Matt fortalecerá las relaciones con nuestros aliados de la OTAN y se mantendrá firme frente a las amenazas a la paz y la estabilidad.
Tengo plena confianza en la capacidad de Matt para representar a los Estados Unidos con fuerza, integridad y dedicación inquebrantable“, indicó.
Durante el primer mandato del conservador neoyorquino, el abogado de 55 años se desempeñó como fiscal general interino cerca de tres meses.
Sin embargo, desde la administración del presidente George W. Bush ya había ocupado el cargo fiscal federal para el Distrito Sur de Iowa.
Previo a su nominación, Whitaker trabajaba como consultor político, pues cuenta con tres títulos de la Universidad de Iowa que lo avalan.
En caso de que el Senado apruebe su nombramiento, el experto en legislación quizá desempeñará el cargo más importante para su carrera en la administración federal, pues su función primordial consiste en presionar a las naciones europeas para que apoyen la visión de Donald Trump de ponerle fin a la guerra en el Viejo Continente, aunque ello le implique a Ucrania cederle Rusia parte de su territorio.
Prácticamente, desde que el republicano comenzó a hacer campaña para regresar a Washington, los miembros de la OTAN temían que, en caso de ganar, pudiera cumplir con su promesa de campaña de retirar a Estados Unidos de la organización en caso de que sus miembros no aportaran más recursos para mantener la paz.
Y es que para nadie es un secreto la relación que Trump sostiene con Vladimir Putin, a quien le dejaría la mesa puesta la mesa para presionar mediante el uso de la fuerza a sus países vecinos a ceder a sus políticas expansionistas
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