Hábitos inconscientes
Los últimos estudios reflejan la necesidad de, aparte de cuidar la dieta para preservar el bienestar, alimentarse a un ritmo y velocidad que no impliquen peligros evitables.
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La salud es uno de los temas que mayor preocupación generan entre la población actual a nivel general. Es por ello que los hábitos cotidianos están cambiando en favor de su preservación y fomento, ya sea mediante la realización de ejercicio de manera habitual o siguiendo una dieta habitual basada en el equilibrio y la variedad.
En este segundo caso, no solo debemos prestar atención a los alimentos que ingerimos en nuestra cotidianeidad. También es necesario atender al tiempo que le dedicamos a consumirlos. Y es que, si bien a todos nos gusta disfrutar de una comida relajada y sin preocupaciones, la rutina diaria resulta ser un impedimento crucial en numerosas ocasiones.
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No obstante, se trata de un factor más importante de lo que pueda parecer en un primer momento. Así lo han confirmado algunos expertos en alimentación, como el doctor Sai Krishna Gudi, de la Universidad de Manitoba, Canadá. Gracias a uno de sus últimos estudios, comprobó que existía “una posible relación entre comer rápido y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2”.
Los perjuicios de comer rápido
Las causas que Gudi postuló sobre el aumento de riesgos para la salud en usuarios que comían a demasiada velocidad se encontraba en la alta probabilidad de que también comiesen en exceso. En este sentido, el ser humano tarda aproximadamente 20 minutos en percibir una sensación de saciedad durante las comidas.
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Alimentarse en altas cantidades implica un aumento en las dosis de glucosa que el ser humano recibe a lo largo de estas ingestas. Por otro lado, el experto señala que comer rápido también se asocia a la activación de unas citoquinas específicas que deriven en un incremento de la resistencia a la insulina en nuestro organismo.
No obstante, Gudi declara que los resultados no ofrecen una conclusión definitiva, ya que muchos de los datos analizados han sido obtenidos de las propias respuestas de los sujetos de estudio. “Se necesitan ensayos controlados aleatorios y estudios intervencionistas a largo plazo para evaluar la relación causal y si comer despacio podría realmente prevenir la diabetes tipo 2”, aclara el experto.
La salud es uno de los temas que mayor preocupación generan entre la población actual a nivel general. Es por ello que los hábitos cotidianos están cambiando en favor de su preservación y fomento, ya sea mediante la realización de ejercicio de manera habitual o siguiendo una dieta habitual basada en el equilibrio y la variedad.