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JOAN SOLSONA
Actualizado
Cuando Novak Djokovic invitó a Jakub Mensika entrenar a Belgrado cuando el checo sólo tenía 16 años, poco podía imaginar el serbio que sería su adversario en la final del Miami Open 2025 con la historia en juego.
Nunca antes había existido tanta diferencia de edad (18 años y 102 días) entre finalistas de un Masters 1000 desde la creación de la categoría en 1990. Djokovic (37) contra Mensik (19). Desde 1976, en el WCT de Jackson, no se había visto un salto tan importante en una última ronda: Ken Rosewall (41) ganó a Raúl Ramírez (22). Esta vez se impuso Mensik, por 7-6(4) y 7-6(4), en 2 horas y 3 minutos.
Su declaración de intenciones fue clara al firmar en la cámara: “El primero de muchos“, escribió. La inagotable cantera de Chequia ya tiene una cara nueva. Lejos queda la incertidumbre por unas molestias en la rodilla que le tuvieron a una hora de borrarse del cuadro: “Quiero darle las gracias a Alejandro, uno de los fisioterapeutas de la ATP. Tuve suerte que, cuando fui a darme de baja, el supervisor estaba almorzando y el fisio hizo un milagro“.
Mensik y su amenaza.
La lucha por el título se inició algo más de cinco horas más tarde de lo previsto como consecuencia de la lluvia. Precisamente las consecuencia de la tormenta condicionaron el último punto del primer set, que se decidió en favor de Mensik en la muerte súbita. Fue un largo intercambio que terminó con Djokovic resbalando.
Nada más ir a la silla de descanso se lo remarcó al juez de silla, que invitó a los voluntarios a pasar más toalla por el cemento del Hard Rock Stadium. El campeón de 24 grandes había perdido la primera manga en todo el torneo. El día ya había empezado torcido para un ‘Nole’ que calentó con el ojo derecho visiblemente hinchado.
En el quinto juego de la continuación, Novak coqueteaba con la lona al verse obligado a levantar dos pelotas de rotura. Para encontrar la última vez que había remontado un marcador adverso había que remontarse a los cuartos del Open de Australia ante Carlos Alcaraz.
Djokovic evitaba un lenguaje corporal negativo para concentrar toda su energía en el partido. Había esperado 238 días para tener la oportunidad de sumar la corona 100 como profesional.
Mensik, en el momento del saque.Rebecca Blackwell
Mensik no le dejaba entrar en la final con un raquetazo tras otro. En la semifinal ya había eliminado a Taylor Fritz con 25 saques directos. A sus 19 años, él también quería su primer trofeo en el palmarés. La tormenta no alejó a los aficionados de las gradas, repletas para ver jugar y ganar a la leyenda.
Es duro de admitir, pero Jakub fue mejor; no quiero hablar mucho porque es su momento
Novak Djokovic
Y es que el balcánico estaba a un triunfo de consumar tres récords más: ser el que más veces ha incrustado su nombre en el palmarés de Miami, el vencedor más veterano de un torneo Masters 1000 y el más galardonado en superficie dura.
De todo eso le privó su joven verdugo, apenas el quinto rival que antes de la veintena ha sido capaz de derrotar al miro. Antes lo habían hecho su compatriota Filip Krajinovic (cuartos de Belgrado 2010), Carlos Alcaraz (semifinales Mutua Madrid Open 2022), Holger Rune (final París-Bercy 2022) y Stefanos Tsitsipas (tercera ronda Toronto 2018). El nuevo campeón de Miami es el de ranking más bajo (54) en inscribir su nombre en el prestigioso palmarés.
Montecarlo, siguiente tentativa
Sin apenas tiempo para lamerse las heridas, en una semana se inicia el TMS de Montecarlo. Allí está apuntado Djokovic en busca del ansiado 100. El día de la final se cumplirán 252 días persiguiendo el centenar de trofeos. Mientras tanto, seguirá la obsesión.
