Análisis de Astro Bot: para esto se crearon los videojuegos

Cuando la vida adulta comienza a minar nuestra moral, reducir el tiempo de ocio y volvernos más ácidos con la realidad, puede costar más de la cuenta volver a conectar con los videojuegos. Y no me refiero a pasarlo bien con ellos, sino a atesorar esa sensación de añoranza, de una nostalgia creada hace muchos años sobre por qué estamos tan enamorados de este hobby. Lo mejor de Astro Bot es que pone todo de su parte para que no nos cueste ningún esfuerzo volver a ilusionarnos.

Tras el éxito rotundo que supuso la inclusión de Astro’s Playroom en todas las PS5, a modo de demo técnica, esta vez el simpático robot da un salto de altura enorme y consigue un videojuego propio, con todas las de la ley. No solo es una ampliación de lo visto hace cuatro años, sino que se trata de una de las mejores aventuras del catálogo de Sony y que desprende un cariño descomunal por su propio legado.

Te quiero mucho, Astro

Tras los acontecimientos de la anterior entrega, Astro y el resto de compañeros de las franquicias de PlayStation son asaltados por un despiadado alienígena que desguaza por completo la consola. Así pues, esta es la excusa perfecta para visitar cinco galaxias repletas de planetas donde recuperar lo que es nuestro: tanto los propios bots como las piezas de la plataforma. Así pues, Astro Bot es tan consciente de que es un título desenfadado que nos lo pone muy fácil desde el comienzo.

El aura que transmite la obra japonesa es espectacularmente divertida, despreocupada y alegre en todo momento. No importa si visitas lugares como Jardín Celestial, Cañón Cremoso o Senda Az-Tech, cada uno de los mapas es colorido, posee una melodía excepcional y está comprometido a sorprenderte constantemente. Los primeros compases del videojuego son un derroche de imaginación con situaciones imposibles que se repiten a lo largo de la partida.

Apenas te ha dado tiempo a familiarizarte con el entorno y ya estás deslizándote por un enorme tobogán de agua con bolas gigantes, luchando con una suerte de King Kong entre rascacielos o utilizando algunas de las sorprendentes habilidades disponibles. Cada una de estas experiencias es genial, se quedan grabadas a fuego en tu mente y se sienten como agarrar el mando de PS2 para ponerte a jugar toda la tarde frente a la pantalla.

En una época donde la nostalgia por la era de los 2000 está muy presente -especialmente por las producciones menos ambiciosas y más resultonas-, Astro Bot ha sido capaz de conjugar esa esencia y exprimirla en cada gramo de sus píxeles. Y es que, ¿qué videojuego en pleno 2024 es capaz de poner monedas en mitad del camino para recolectarlas y se sienta divertido? Parece un salto innecesario hacia el pasado, pero la exploración y recolección es fundamental para avanzar.

Casinos con máquinas tragaperras, dojos ninja con aguas termales, estaciones orbitales y junglas frondosas conforman más de 50 planetas disponibles, algunos de los cuales son completamente secretos. Y es que para acceder a ellos es necesario rebuscar en cada rincón de los niveles, ya que existen portales hacia nuevos mundos. Además, hay que estar muy atento al propio espacio exterior por si alguna que otra sorpresa aparece dando vueltas entre las estrellas…

Y todo ello aderezado con un apartado gráfico excelso, sin paliativos. Los tiempos de carga son minúsculos, la física de los objetos es soberbia con decenas de pequeñas piezas saltando por todos lados y el acabado general es brillante. Dato no menor, el pulido a Astro Bot es de aúpa, pues no me he topado con un solo error en todo mi viaje.

Un homenaje a PlayStation

Son 300 bots los que podemos rescatar a lo largo de Astro Bot, siendo 150 ellos los que se han dedicado para homenajear a las franquicias históricas de PlayStation. The Last of Us, Metal Gear Solid, Persona, Jak & Daxter y absolutamente todos los iconos que os podáis imaginar van a pasar por delante de vuestra pantalla con un toque de humor fenomenal. Son pequeñas versiones de los personajes, con guiños y referencias a sus momentos más legendarios y reconocibles.

Es un auténtico placer buscarlos a lo largo de los planetas, ya que la obra avisa de que el siguiente bot a encontrar está dedicado a Sony. No sabes cuál va a ser y ese sentimiento genera una pequeña ilusión por toparte con Dante de Devil May Cry en un castillo lúgubre o a Lara Croft a punto de abrir el cofre del tesoro que se llevará a su mansión. Sin embargo, el toque maestro llega con los planetas dedicados en exclusiva a diferentes IP de la compañía japonesa.

Y es que la temática de dicho planeta se centra por completo en una saga, la música recupera la esencia de la misma y los fans de cada una de ellas sentirán que realmente se han trasladado a esa franquicia que tanto adoran. Pero eso no es ni siquiera lo mejor, sino que el protagonista de turno nos entregará su “arma” principal para que la usemos, convirtiéndonos literalmente en él. Así pues, preparaos para lanzar cierta hacha, disparar determinadas flechas y cazar unos animales la mar de escurridizos.

Todo esto está muy bien, pero, ¿para qué diantres sirve recolectar tantos bots? Al igual que sucedía en Astro’s Playroom, el título concentrará a todos ellos en la Zona de colisión, la base principal donde la PS5 descansa hasta que le devolvamos todas sus funcionalidades. En ese lugar podremos acceder a nuevos puntos con recompensas que podemos alcanzar con un número determinado de bots, ya que se necesitan 100 de ellos para crear un puente, 200 para levantar una enorme piedra o 75 para crear una pared que correr en vertical.

Además, allí descansan todos para que podamos visitarlos, interactuar con ellos y también personalizar nuestra apariencia. Existe un vestuario con el que cambiar el aspecto de Astro con atuendos clásicos de PlayStation, así como el color del enorme DualSense que nos transporta de planeta en planeta. Por supuesto, repite presencia la máquina de gachas que permite que cada uno de los protagonistas disponga de una animación propia en la Zona de colisión.

El poder en tus manos

Tan importante es lo que sucede ante nuestros ojos como lo que acontece con lo que tenemos entre manos. El papel del DualSense en Astro Bot es absolutamente vital, pues Team Asobi vuelve a demostrar que es uno de los pocos estudios que sabe cómo sacarle partido a las funciones del mando de PS5. Desde el primer segundo hasta el último, el videojuego transmite todo lo que quiere en nuestras palmas y dedos.

La retroalimentación háptica es sencillamente fantástica, pudiendo sentir la vibración de unos motores rugiendo, los pasos sobre una superficie metálica o la incesante lluvia sobre el paraguas de Astro. No solo eso, sino que los gatillos adaptativos también juegan su papel al ofrecer resistencia y rebote cuando la situación lo requiere. Por otro lado, también es necesario valerse del giroscopio para dirigir en muchas ocasiones el DualSense mientras surca los cielos.

Con todo, el momento en el que más luce el DualSense es cuando le llegan el turno a los poderes especiales de Astro. ¿Recordáis cuando se transformaba en mono para escalar en Astro’s Playroom? Esa idea se ha expandido y ahora podemos hacer uso de propiedades tan inesperadas como convertir a Astro en una esponja gigante, poder transformarlo en un ratón diminuto para colarse por pequeños huecos, que tenga en sus manos una suerte de guantes de boxeo imparables o un propulsor a la espalda en forma de gallina que permite llegar a zonas inaccesibles. Y ni siquiera son todas las habilidades disponibles, porque algunas se utilizan de forma exclusiva en planetas concretos.

Astro Bot es un festival constante de sinergias transmitidas por el DualSense y se consigue desde sensaciones tan nimias como discernir qué panel de una pared debemos activar o el estruendo provocado por un genio enfurecido en una tormenta de arena. Y es que las galaxias siempre poseen tanto jefes secundarios como rivales finales que son los que dan acceso a las piezas para recomponer la PS5. Sus diseños son maravillosos, pudiendo luchar contra aves robóticas, camaleones que cambian de color constamente o piratas que tocará escalar por sus hueso para aniquilarlos.

Ese derroche de imaginación está presente en todos los planetas, con los enemigos básicos adaptados al entorno de formas muy simpáticas y generando muchos otros nuevos. No parece que nunca se le acaben las ideas a Astro Bot, pues hasta el final siempre llega el turno de un concepto nuevo para disfrutar. Eso sí, por alguna razón en el estudio japonés se han olvidado de que el DualSense también cuenta con un panel táctil. Sorprende que no se le haya dado ningún uso a un elemento tan especial del accesorio y sus posibles oportunidades se han derivado a los joysticks.

La opinión de VidaExtra

Los videojuegos se crearon para que un día jugásemos a títulos como semejante maravilla. Así de bueno es Astro Bot, un soplo de nostalgia que conecta con lo más primitivo y primario que nos hizo amar a los videojuegos. Team Asobi demuestra que no son necesarios presupuestos descomunales, ideas revolucionarias ni subirse al carro de las tendencias del mercado para crear un título absurdamente excelente.

El cariño que desprende Astro Bot hacia sí mismo y hacia toda la historia de PlayStation es brutal, llevándonos de la mano a querer descubrir más referencias, más detalles y más secretos relacionados con los personajes que nos han acompañado toda una vida. Cada instante del título se siente inspirado, con el objetivo de que el jugador disfrute y de elevar a la máxima potencia la idea de que el ocio está para desconectar del mundanal ruido.

La forma de aprovechar las cualidades del DualSense es prácticamente insuperable, aunque quizás esté un pasito por detrás de lo visto en Astro’s Playroom. En cualquier caso, hablamos de que la demo técnica de 2020 se ha hecho mayor y se ve de escándalo con un apartado gráfico bonito, potente y sin prácticamente tiempos de carga. No hay que dejar de lado la banda sonora, la cual posee temazos instrumentales y sabe cuándo sacarse el sombrero con las franquicias más relevantes de Sony. Amén de una cantidad enorme de efectos dedicados a replicar los sonidos reales de cada material.

Lo peor de Astro Bot es que se acaba y lo mejor es que posiblemente no consigas todas las piezas de los mosaicos, bots y planetas disponibles para cuando hayas visto los créditos desplegarse. Y para encontrarlos, hasta en eso te echa un cable la obra porque, al fin y al cabo, aquí hemos venido a disfrutar.

Precio de Astro Bot

Astro Bot se puede conseguir tanto en formato digital en la PlayStation Store como en físico por 69,99 euros como precio P.V.P. El juego está disponible de forma exclusiva para PS5.

Duración de Astro Bot

He terminado mi partida de Astro Bot tras haber jugado alrededor de 8 horas hasta que han aparecido los créditos. También he conseguido el trofeo Platino y el 100% de la aventura, lo cual ha aumentado el tiempo de juego hasta las 12-13 horas.

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