Tenga mucho cuidado al momento de decidirse por alguno de los diversos regímenes dietéticos que prometen milagros ante la balanza. Acá algunos pasos imprescindibles para no caer al vacío.
No hay que demonizar las dietas, pues hechas con orientación médica y sin excesos, son efectivas y saludables, sobre todo cuando moderan la ingesta de grasas y azúcares, pero eso sí, deben hacerse siguiendo algunas premisas básicas:
DEFINIR LA META DESEADA
Los regímenes dietéticos deben tener un propósito, que no es más que cultivar sanos hábitos alimentarios y una menor ingesta de calorías. Luego de trazar el propósito, como son los kilos a bajar por ejemplo, debe tener en cuenta hasta dónde quiere llegar.
CONSULTAR UN NUTRICIONISTA
Antes de comenzar cualquier dieta, debe asesorarse con su médico de cabecera o especialista de nutrición. Éste determinará si hay alguna causa por la que aumentamos de peso o bien si existe alguna contraindicación, si no existe ninguna patología, simplemente debemos seguir una dieta disciplinada, es decir, cambiar los hábitos y comer todo aquello que nos alimenta y no engorda.
NADA DE DIETAS ESTRICTAS
Cuando empiece a adelgazar, no se impongan dietas muy estrictas, porque la dieta ha de mantenerse bastante tiempo, y si le resulta imposible de seguir y la vamos dejando intermitentemente, nos resultará más difícil cada vez conseguir bajar de peso.
POR CORTO TIEMPO
La mayoría de estas dietas deben practicarse durante un tiempo corto, porque no aportan todos los nutrientes necesarios al organismo, por eso es importante seguir la dieta tal como se marca, sin pasarse del tiempo establecido.