El rover Perseverance de la NASA logró imágenes de varios torbellinos de polvo recorriendo la superficie de Marte, exactamente en el borde del cráter Jezero el pasado 25 de enero.
Aunque se trata de un fenómeno atmosférico que es común en el planeta rojo, conocido como “diablos de polvo”, el evento captado en esta oportunidad tuvo características especiales que han sorprendido al equipo a cargo de la misión.
En la grabación se observa como un torbellino más grande, de aproximadamente 65 metros de ancho, absorbe a uno más pequeño de unos 5 metros de ancho.
La escena fue registrada a una distancia de 1 kilómetro de la cámara de navegación del rover. Además, otros dos diablos de polvo también pueden verse al fondo de la imagen.
Mark Lemmon, científico de la misión Perseverance, explicó que estos vórtices se forman por columnas de aire cálido que ascienden y giran a medida que se encuentran con el aire más frío y denso.
Lemmon añadió que “estos mini tornados deambulan por la superficie marciana, levantando polvo y reduciendo la visibilidad. Cuando dos de estos se encuentran, pueden destruirse mutuamente o fusionarse, con el más fuerte absorbiendo al más débil”.
La importancia de estudiar estos fenómenos radica en su influencia en los patrones climáticos de Marte, pues los diablos de polvo proporcionan información valiosa sobre las condiciones atmosféricas, como las direcciones y velocidades prevalentes del viento, y son responsables de cerca de la mitad del polvo en la atmósfera marciana.
Desde la década de 1970, los exploradores robóticos de la NASA han documentado estos interesantes fenómenos. El orbitador Viking 1 capturó uno de los primeros diablos de polvo en 1978.
La misión Pathfinder de la NASA, en la década de 1990, también los fotografió desde la superficie. Los rovers gemelos Spirit y Opportunity también lograron captar varios de estos torbellinos polvorientos, y el rover Curiosity, actualmente explorando el Monte Sharp en el Cráter Gale, continúa observándolos.