El santo que llevó el cristianismo a India, Etiopía y Persia.
Tomás fue uno de los 12 apóstoles que acompañaron a Jesús en la Última Cena. Fue el primero que dudó de la resurrección de Cristo cuando supo del milagro, por lo que se lo conoce como Tomás, el incrédulo. Hoy, 21 de diciembre, se celebra su día en la Iglesia Católica.
La incredulidad de Tomás fue tomada por la Iglesia y hoy se sigue usando en cada misa una frase que se le atribuye. Cuando supo de la resurrección, dijo que sólo lo creería si podía ver y tocar las heridas producidas por la crucifixión. Por eso, según las lecturas sagradas, en cuanto Jesús se le apareció, exclamó: “Señor mío, Dios mío”.
Por su obra de prédica y valor, el día de Santo Tomás Apóstol se celebra tanto el 21 de diciembre como el 3 de julio. Ambas festividades tienen su origen en diferentes culturas y comunidades.
La obra de Santo Tomás Apóstol
Tomás fue una figura fundamental en la expansión del cristianismo, según se detalla en un texto apócrifo –el Acta Thomae– que narra su llegada a India. Gracias a su prédica, el rey Fundador se convirtió al cristianismo, así como también muchos de sus súbditos.
Cuando Jesús resucitado se apareció ante Tomás, le ofreció tocar sus heridas para creer.
Santo Tomás es el patrono de los jueces, arquitectos y teólogos, y su vida aún es una inspiración para los fieles de todo el mundo. Su fiesta es una oportunidad perfecta para reflexionar sobre las propias dudas, fortalecer la fe y seguir el ejemplo de un apóstol que pasó de la incredulidad a una convicción profunda en la divinidad de Cristo.
Oración a Santo Tomás Apóstol
Según el Vaticano, la oración al apóstol Santo Tomás dice:
“Dios Todopoderoso, concédenos celebrar con alegría la fiesta de tu apóstol Santo Tomás;
que él nos ayude con su protección,
para que tengamos en nosotros vida abundante por la fe en Jesucristo, tu Hijo,
a quien tu apóstol reconoció como su Señor y su Dios.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.”