Por Julia Ainsley y Tom Winter – NBC News
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) ha identificado a más de 400 inmigrantes que han llegado a Estados Unidos desde Asia central y otros lugares como “sujetos que generan preocupación” porque fueron traídos por una red de contrabando humano afiliada a ISIS, informaron tres funcionarios estadounidenses a NBC News.
Aunque más de 150 de ellos han sido detenidos, el paradero de más de 50 sigue siendo desconocido, precisaron los funcionarios. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) está tratando de detenerlos por cargos de inmigración cuando sean localizados.
“Fue información que sugería un posible vínculo con ISIS debido a algunos de los individuos implicados en [el tráfico ilícito de migrantes a la frontera] lo que nos llevó a tener un cuidado extra”, explicó un alto funcionario de la Administración Biden, “y siendo bien precavidos, nos aseguramos de que ejercíamos nuestra autoridad de la manera más extensa y apropiada para mitigar el riesgo debido a esta posible conexión [con ISIS].”
El funcionario añadió que desde que ICE comenzó a detener a los migrantes traídos a Estados Unidos por el grupo de contrabando vinculado a ISIS hace varios meses, no ha surgido ninguna información que los vincule a una amenaza para el país.
Muchos de los más de 400 inmigrantes cruzaron la frontera sur y fueron puestos en libertad por el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, en inglés) porque no figuraban en la lista de vigilancia antiterrorista del Gobierno, según los tres funcionarios. La agencia no tenía información en ese momento que provocara preocupación.
Pero los recientes atentados terroristas en Rusia han avivado la preocupación por ISIS y su rama ISIS-K. En los últimos meses, DHS ha estado vigilando más de cerca a los inmigrantes procedentes de Tayikistán, Uzbekistán, Moldavia, Kirguistán, Georgia y Rusia, países en los que ISIS-K ha estado activo.
“El hecho de que se desconociera su paradero [de los inmigrantes] es claramente alarmante”, afirmó el ex jefe de la sección antiterrorista del FBI Christopher O’Leary, quien ahora trabaja en la consultora de seguridad The Soufan Group.
O’Leary dijo que es probable que ICE esté intentando realizar estas detenciones para poner bajo custodia a personas que puedan representar una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, incluso cuando no haya pruebas de que estén tramando un atentado.
“Creo que [Estados Unidos] está haciendo un esfuerzo por localizar a estas personas, y el uso de los cargos de inmigración no es poco común”, señaló O’Leary. “Están violando esa ley. Y si hay que sacar a alguien de la calle, ése es un buen método para hacerlo”.
Miles de migrantes de esos países ya están dentro de Estados Unidos a la espera de decisiones judiciales sobre sus casos.
Dos funcionarios explicaron que las agencias federales de aplicación de la ley “no están entrando en pánico” sobre los individuos ahora identificados como “sujetos motivo de preocupación”, sino que les están dando prioridad a su arresto por cargos de inmigración por exceso de precaución.
Algunos de los 150 detenidos ya han sido deportados, según los funcionarios. Se desconoce el paradero de otras personas en 17 estados, quienes podrían ser detenidas en breve. Es posible que otros migrantes ya hayan abandonado Estados Unidos de manera voluntaria.
Algunos de los detenidos o deportados hasta la fecha han sido acusados de infracciones de inmigración. Ninguno ha sido acusado de delitos relacionados con terrorismo.
A principios de este mes, ICE detuvo a ocho hombres de Tayikistán en Nueva York, Philadelphia y Los Ángeles por su presunta afiliación con ISIS.
NBC News fue la primera en informar de la detención similar de un uzbeko en Baltimore cuyo país de origen alertó a Estados Unidos de que estaba afiliado a ISIS. Fue detenido en abril tras vivir en Estados Unidos durante más de dos años, informaron dos funcionarios estadounidenses. En el momento de su entrada en el país, no había indicios de que tuviera vínculos con el terrorismo.
Las autoridades afirman que la amenaza de terrorismo que presentan los inmigrantes que cruzan las fronteras estadounidenses ha sido históricamente baja. Desde octubre, el número de inmigrantes que entrado a Estados Unidos desde México y Canadá, y que las autoridades han identificado en la lista de terroristas, ha representado el 0.014% de todos los casos detectados por CBP, es decir, algo menos de uno de cada 7,000 inmigrantes investigados, según datos del CBP.
Recientemente, sin embargo, algunos funcionarios y exfuncionarios estadounidenses han sonado las alarmas para que las investigaciones en las fronteras del país sean mejoradas por el bien de la seguridad nacional. Han señalado como motivo de preocupación el aumento de la inmigración procedente de países como Venezuela, China y todo el hemisferio este, que no comparten habitualmente con Estados Unidos información de sus fuerzas de seguridad ni datos sobre delitos.
NBC News informó en abril de que un afgano llamado Mohammad Kharwin, de 48 años, cuyo nombre figuraba en la lista de vigilancia terrorista de Estados Unidos, fue liberado por CBP porque no se disponía de suficiente información sobre él en el momento en que cruzó la frontera.
Kharwin pasó casi un año dentro de Estados Unidos antes de ser detenido en San Antonio, Texas, en febrero. Volvió a quedar en libertad bajo fianza tras una audiencia judicial y fue detenido de nuevo horas después de que NBC News publicara un reportaje sobre su caso.
La Oficina del Inspector General de DHS expuso recientemente los problemas de las investigaciones de antecedentes en la frontera sur, y aseguró en un reporte que “la tecnología, los procedimientos y la coordinación del Departamento de Seguridad Nacional no eran plenamente eficaces para examinar e investigar a los no ciudadanos que solicitaban la admisión en Estados Unidos”.
En una carta dirigida a DHS el lunes, el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, liderado por los republicanos, pidió la versión no redactada de ese informe del inspector general para “evaluar la gestión del DHS de este importante asunto de seguridad nacional”.
