Un inusual y violento episodio meteorológico sacudió el sur de Estados Unidos, dejando a su paso una estela de destrucción y luto. Fuertes tormentas, acompañadas de tornados de gran intensidad, azotaron varios estados (entre ellos Texas y Mississippi), causando múltiples víctimas, daños estructurales y cortes de energía a gran escala. Sin embargo, la preocupación se extiende: las fuertes tormentas se desplazan hacia el sureste y la costa este de Estados Unidos.
La región, acostumbrada a lidiar con condiciones climáticas extremas durante los meses más cálidos, fue sorprendida por esta inusual actividad tormentosa invernal. Expertos meteorólogos señalaron que la frecuencia y la intensidad de estos eventos superaron las expectativas, generando preocupación por el cambio climático y sus efectos en los patrones meteorológicos.
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Un balance trágico
El balance de víctimas fue desafortunado. Al menos dos personas perdieron la vida debido a los tornados, que derribaron árboles y estructuras sobre viviendas y vehículos. Los equipos de emergencia trabajaron arduamente para rescatar a personas atrapadas entre los escombros y brindar asistencia médica a los heridos.
Las comunidades afectadas por los tornados se enfrentan ahora a una larga y difícil recuperación. Numerosas viviendas quedaron destruidas o inhabitables, lo que obligó a muchas familias a buscar refugio temporal en centros de evacuación. Además, los cortes de energía afectaron a cientos de miles de personas, dificultando las labores de rescate y recuperación.
Continúa la alerta
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que las tormentas eléctricas y las lluvias intensas se extenderían por la mayor parte del este de Estados Unidos. Se emitieron alertas de tornado para zonas de Luisiana, Alabama, Florida y Tennessee.
El sábado, se reportaron varios tornados en estados como Arkansas, Luisiana, Mississippi y Texas. Imágenes de un cazador de tormentas muestran un tornado de largo alcance atravesando McCall Creek, en el suroeste de Mississippi, mientras que en Texas, drones captaron escenas de casas dañadas y árboles caídos en Porter.
A raíz de las tormentas, más de 182.000 personas quedaron sin electricidad en Texas, Luisiana, Mississippi, Alabama y Tennessee, con Mississippi siendo el estado más afectado. Además, el Aeropuerto Internacional Jackson-Medgar Wiley Evers experimentó interrupciones en el suministro eléctrico, lo que causó demoras y cancelaciones de vuelos, aunque el servicio fue restaurado más tarde.
Se espera que las tormentas severas sigan su curso hacia el sureste, afectando áreas como Atlanta, Georgia, y las ciudades de Charlotte y Raleigh en Carolina del Norte.