El GPS (llamado así por sus siglas en inglés Global Positioning System) es un sistema de navegación por satélite capaz de determinar la ubicación de un objeto o persona y cuya precisión depende completamente de la aplicación y dispositivo del receptor, de la calidad de los componentes físicos de este y de determinados objetos o tipos de terreno que puedan obstruir su visibilidad.
Esos fallos en su precisión son los que han llevado a empresas e investigadores a desarrollar otros sistemas que mejoren al ya existente. Los últimos en hacerlo han sido los integrantes de la compañía Boeing, que han elaborado un sistema de navegación basado en átomos y que promete revolucionar el mundo de la aviación e incluso podrá adaptarse a algunos vehículos terrestres.
La navegación cuántica
En la actualidad, se emplea a diario la navegación satelital, un sistema que para muchos ha quedado obsoleto. Por eso, la empresa aeronáutica ha desarrollado este tipo de tecnología revolucionaria bajo la premisa de cambiar absolutamente la manera en la que nos ubicamos con los vehículos, aviones e incluso con los teléfonos móviles. Se trata nada más y nada menos que de la navegación cuántica.
Gracias a los avances en su investigación y creación, Boeing consiguió en 2024 realizar el primer vuelo autónomo usando un sistema de navegación que no utiliza el tradicional GPS. Las diferencias entre estos dos tipos de sistemas de localización radica en la utilización de las redes de satélites. El tradicional depende de numerosos satélites conectados mientras que la navegación cuántica se sirve de principios físicos marcados por los átomos.
Al usar la interferometría atómica, Boeing consiguió crear una serie de sensores con la capacidad de detectar movimientos, aceleraciones y rotaciones usando el comportamiento cuántico de átomos individuales, de esta manera, y gracias a la Unidad de Medición Inercial cuántica con tres sensores independientes, es posible conseguir una precisión milimétrica.
Como se menciona previamente, este sistema se ha creado con la finalidad de evitar los problemas que surgen con el GPS tradicional, pro eso, las mejoras son notables. La exactitud de la navegación cuántica es prácticamente perfecta. Además, destaca por tener inmunidad a las interferencias, ser independiente tecnológicamente de los satélites y por ser capaz de calcular posiciones milimétricas. En Estados Unidos ya se está probando por lo que quizás estemos ante los últimos años del uso del GPS tal y como lo conocemos.