El Ayuntamiento de Fráncfort ha informado de que durante las excavaciones que se llevaron a cabo a cabo en 2018 en un cementerio en la antigua ciudad romana de Nida, situada en el distrito de Frankfurt am Main-Heddernheim, un equipo de arqueólogos de la Oficina de Monumentos realizó un fabuloso hallazgo: los restos óseos de un hombre que fue enterrado en el siglo III con un amuleto (filacteria) de 3,5 centímetros colgado del cuello en cuyo interior había una fina lámina de plata con una inscripción en latín.
El propósito de estos amuletos era el de proteger a sus dueños de enfermedades, dolores corporales, infertilidad e incluso de fuerzas demoníacas. Estos objetos se utilizaban en la Antigüedad tardía, especialmente en el mundo mediterráneo oriental, pero es muy raro encontrarlos en el mundo romano occidental. “El descubrimiento de este amuleto en Alemania sugiere que las ideas cristianas ya habían empezado a penetrar en áreas alejadas de los primeros núcleos del cristianismo”, explica la arqueóloga bíblica Tine Rassalle.
De hecho, este es el primer hallazgo cristiano que se lleva a cabo en el norte de los Alpes, y en palabras de la directora de Cultura y Ciencia de Fráncfort, Ina Hartwig, “este extraordinario descubrimiento implica muchas áreas de investigación y mantendrá a la ciencia ocupada durante mucho tiempo. Esto se aplica tanto a la arqueología como a los estudios religiosos, la filología y la antropología. Es un hallazgo realmente extraordinario”.
Escrito en latín
Desde ese momento, aquel sorprendente hallazgo se conservó en el Museo Arqueológico de Fráncfort hasta que en el año 2024 el Centro Arqueológico Leibniz de Maguncia (LEIZA) lideró un proyecto para llevar a cabo una tomografía computarizada de la lámina con el objetivo de descifrar qué había escrito en ella.
“El desafío en el análisis fue que la lámina de plata estaba enrollada, pero, por supuesto, después de unos 1.800 años también estaba arrugada y prensada. Usando la TC pudimos escanearla en muy alta resolución y crear un modelo 3D”, ha declarado el responsable del laboratorio de procedimientos de imagen de LEIZA, Iván Calandra.
Tras unir virtualmente los segmentos individuales para que todas las palabras resultaran visibles pudo leerse el texto, que dice lo siguiente: “(¿En nombre?) de San Tito. / ¡Santo, santo, santo! / ¡En el nombre de Jesucristo, Hijo de Dios! / El Señor del Mundo / resiste / todos los ataques(?)/contratiempos(?) con / [¿fuerza?]. / El dios (?) da / entrada al bienestar. / Este medio de salvación (?) protege / a la persona que / se entrega a la voluntad / del Señor Jesucristo, Hijo de Dios, / ya que ante Jesucristo / toda rodilla se dobla: los que están en el cielo, / los que están en la tierra y / los que están debajo de la tierra, y toda lengua / confiesa. (a Jesucristo)”.
Otros amuletos de metal antiguos que se han encontrado en el mundo cristiano primitivo suelen mezclar diferentes creencias, incluyendo elementos del judaísmo y el paganismo junto con el cristianismo. Sin embargo, lo que hace especial a este objeto es que está escrito completamente en latín e invoca exclusivamente a Jesucristo y al dios cristiano.
Además, al principio del texto se menciona a San Tito, alumno y confidente del apóstol Pablo, y una invocación en la que puede leerse “¡Santo, santo, santo!”, que no se conoce en el cristianismo hasta el siglo IV, así como una cita temprana de la Epístola de san Pablo a los Filipenses.