Hace veintitrés años, presencié los horrores de la Septiembre 11 Se produjeron ataques terroristas, sabiendo que mi padre estaba en el Pentágono cuando fue atacado. Ese día marcó el curso de mi vida. Estaba decidido a unirme a la lucha contra el terrorismo y terminé asistiendo a la Academia militar estadounidenseEsta decisión me llevó a ser destinado a Afganistán, donde me motivó la creencia de que nuestros esfuerzos en el exterior eran vitales para mantener segura nuestra patria.
Lamentablemente, la guerra global contra el terrorismo se ha convertido desde entonces en sinónimo de enredos burocráticos, marcados por una expansión desenfrenada y una erosión de la rendición de cuentas. Sin embargo, la única faceta unificadora en medio de todos los fracasos de Estados Unidos fue un compromiso tenaz con la protección del territorio estadounidense.
Ahora, incluso eso parece haberse perdido, pues los recientes fracasos de las políticas socavan los avances logrados en los últimos 20 años de sacrificio.
Los últimos cuatro años de decisiones imprudentes en materia de seguridad nacional han desencadenado una cascada de graves preocupaciones, entre ellas: resurgimiento del Estado Islámico, una “más coordinada”eje del mal“que ha iniciado nuevas guerras en Europa y Oriente Medio, Los esfuerzos antiterroristas fracasaron en África, Aumento del espionaje chinoy la migración ilegal descontrolada, por nombrar sólo algunos.
Sin embargo, es esta última cuestión la que plantea el mayor riesgo de un ataque terrorista dentro de nuestras propias fronteras. Durante un reciente viaje a la frontera sur a principios de este año, un alto funcionario jurídico con acceso y conocimiento excepcionales sobre los tipos de personas que intentan entrar en los EE.UU. señaló: “No es una cuestión de ‘si’ [hay] otro 9 de septiembre, sino cuándo y dónde”.
Más de 7.3 millones de inmigrantes ilegales han entrado a los EE. UU. bajo esta administración, incluidos 375 personas en la lista de vigilancia terrorista — eso es un aumento de más del 3,000% en comparación con la administración Trump, según un Informe del Comité Judicial de la Cámara de RepresentantesEsta asombrosa cifra pone de relieve un fallo sistémico en la forma en que se gestionan nuestras infraestructuras fronterizas y de seguridad.
En vista de estos datos, se debería estar muy alerta, pero el gobierno ha minimizado constantemente los riesgos que plantean sus políticas de apertura de fronteras. Los altos funcionarios han emitido duras advertencias, pero han obtenido una respuesta mínima.
Por ejemplo, el director del FBI, Christopher Wray, en repetidas apariciones ante el Congreso, ha destacado tres amenazas principales que enfrenta el territorio estadounidense: el terrorismo internacional, el terrorismo interno y el terrorismo patrocinado por el Estado. En un discurso ante el Comité Judicial del Senado en diciembre, Wray enfatizó que las tres amenazas son “elevado simultáneamente.”
El jefe de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, Jason Owens, calificó la frontera sur como una “amenaza a la seguridad nacional” y admitió que el “140,000 escapadas conocidas“Son su mayor preocupación. No hay registros de quiénes son, de dónde vienen, qué llevan o cuáles podrían ser sus intenciones”, admitió.
Otros funcionarios y agentes de la Patrulla Fronteriza han alertado sobre la posibilidad de que los terroristas aprovechen las vulnerabilidades en la frontera sur. En un artículo para Relaciones ExterioresEl ex subdirector de la CIA, Mike Morell, y Graham Allison, ex secretario adjunto de Defensa de Estados Unidos para Política y Planes, advirtieron que “Las luces de advertencia de terrorismo parpadean en rojo nuevamente.”
Sin embargo, la administración Biden-Harris parece dispuesta a hacer poco más que emitir advertencias ineficaces, como la débil advertencia de la vicepresidenta Kamala Harris. afirmación que “si llegas a nuestra frontera, serás rechazado”.
Eso fue en 2021. Desde entonces, los informes han revelado que personas de países con actividades terroristas conocidas, como Irán, Siria y Afganistán, están cruzando la frontera en cantidades significativas.
Peor aún, algunas de estas personas Han sido liberados en comunidades estadounidenses debido a la falta de información en el momento de su detención. Uno de esos casos involucró a un migrante afgano con vínculos conocidos con Hezb-e-Islami, un grupo terrorista, que fue liberado dos veces en los EE. UU. antes de ser arrestado nuevamente después de su detención. Los informes de los medios de comunicación llamaron la atención sobre el caso..
Este caso en particular también puso de relieve la incapacidad de las agencias y los tribunales para compartir información vital sobre estas personas. En este caso, en concreto, los fiscales del Departamento de Seguridad Nacional no informaron al juez federal de inmigración de que la persona afgana estaba en la lista de vigilancia terrorista o de que podía representar una amenaza para la seguridad nacional, y se limitaron a afirmar que podría huir.
El problema es que el DHS tiene limitaciones en lo que puede revelar en el tribunal y su capacidad para proporcionar información crucial al juez es limitada. Estas disparidades en el intercambio de información crean brechas peligrosas que dificultan la capacidad de rastrear y monitorear las amenazas de manera eficaz.
Hace solo unos días, Un hombre afiliado a ISIS Fue acusado de planear un tiroteo masivo en un centro judío de la ciudad de Nueva York. Según se informa, planeó utilizar a un traficante de personas para ingresar a los EE. UU. desde nuestra frontera norte y fue detenido a solo unas pocas millas de la frontera con Canadá. Afortunadamente, este caso terminó con éxito para los EE. UU. Pero, ¿cuántos más como él han podido ingresar al país sin ser detectados y continuar trabajando con sus afiliados terroristas?
También hay actores de los Estados-nación que han intentado explotar las fallas de nuestra frontera. En la primera mitad del año fiscal 2024, 24,376 ciudadanos chinos En la frontera suroeste se encontraron 24,214 personas, de las cuales 2024 fueron detenidas por cruzar ilegalmente. El número de encuentros con ciudadanos chinos solo en marzo de 8,000 representa un aumento de más del 2021% en comparación con marzo de 2024, y el total de encuentros en el primer semestre de XNUMX ya superó los de todo el año fiscal anterior.
Es muy probable que algunas de estas personas sean espías. Incluso con esa posibilidad, la administración Biden-Harris simplificó el proceso de investigación de antecedentes para los ciudadanos chinos en 2023, según Comunicaciones internas filtradas de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados UnidosLas comunicaciones instruyeron a los funcionarios de CBP a reducir el número de preguntas de la entrevista para los inmigrantes chinos de 40 a cinco, agilizando así el procesamiento de esta población y su liberación en el país.
EL Informe de la Comisión del 9 de septiembreEl informe, publicado tras los atentados de 2001, puso de relieve los peligros de descuidar la seguridad fronteriza, y, sin embargo, aquí estamos, repitiendo los mismos errores. Una vez más, nos encontramos en una posición reactiva en lugar de una proactiva, lo que refleja un preocupante descuido de las lecciones del pasado que tanto nos costó aprender.
La lucha contra el terrorismo ya no se limita al extranjero. Ahora está a la vuelta de la esquina, traída aquí por la falta de aplicación de políticas que prioricen la seguridad nacional. No nos equivoquemos: la peligrosa agenda de inmigración de la administración Biden-Harris pone a todos en riesgo.
