¿Cuál es su proyecto en Mallorca? ¿Qué espera de esta isla?
Creo que, en última instancia, es todo un solo proyecto, pero en Mallorca ahora esperamos que, con Sadhana Works y el liderazgo de nuestra amiga Mariana [Harpreet], podamos crear, al menos localmente, una masa crítica para la paz, la justicia social, un clima saludable, la salud y el bienestar mental, ese es el objetivo.
¿Qué tiene Mallorca?
Tiene muchas cosas. Tiene una belleza natural, tiene la ubicación para la práctica espiritual, donde estamos ahora mismo [el centro de Sadhana Works en Palma ], y tiene realmente una población internacional de Europa y esa diversidad ayuda. Tiene una comunidad espiritual que es relativamente poderosa y, por lo tanto, el enfoque puede estar en el crecimiento espiritual en lugar de solo ganar dinero.
Esta es una isla a la que vienen miles y miles de turistas para pasárselo bien, beber…
Entonces los deberíamos enviar a todos a Ibiza [bromea].
Pese a eso, ¿es un lugar propicio para la meditación?
Hay un ecosistema espiritual a pesar de esa parte. Hace algún tiempo le pregunté a alguien que venía de Las Vegas y era un maestro espiritual ¿Por qué vives en Las Vegas? Dijo: porque es la ciudad más espiritual del mundo. ¿Cómo es eso? Y contestó que no pretende ser lo que no es. Mientras seas auténtico, todo vale.
Usted sostiene que la mente condiciona todo lo que apreciamos.
Todo el mundo habla de bienestar mental, ¿verdad? No existe el bienestar mental. ¿Cuándo estará tu mente bien? Si tienes mucho dinero, entonces te preocupa perderlo. Si estás teniendo mucho placer, entonces la ausencia de placer se convierte en dolor, y viceversa. Así como hay calor y frío, hay arriba y abajo, hay placer y dolor, hay encendido y apagado. Esa es la mente. Entonces, el bienestar mental es en realidad un oxímoron, es una palabra estúpida, pero tenemos que aceptarla. La crisis del bienestar mental es una crisis espiritual. Una vez que profundizas en la espiritualidad, ves que la mente nunca está en paz. Incluso la tranquilidad es un oxímoron, no existe tal cosa, solo hay paz espiritual.
Presentación de las jornadas con Poonacha Machaiah, CEO de la Fundación Chopra, Deepak Chopra y Mariana Harpreet, fundadora de Sadhana Works. / B. Ramon
¿Qué importancia da a la ciencia y cuánta a la espiritualidad?
La ciencia crea muy buenas herramientas y mapas, incluso para exploración espiritual. La ciencia es el mapa, la espiritualidad es el territorio. La ciencia es el menú, la espiritualidad es el alimento.
Alaba el conocimiento de los niños, su imaginación.
No podemos enseñar nada a los niños, solo podemos aprender de ellos. Les enseñamos y luego están bajo el hechizo de la hipnosis del condicionamiento social. Antes de eso, se crean de forma espontánea y divertida. Así que, en realidad, deberíamos aprender de nuestros hijos.
¿Y cómo debería ser la enseñanza para que mantuvieran esa manera de ser?
Si un niño recibe atención, una escucha profunda, aprecio, que se note su singularidad, afecto, amor y aceptación total, durante los primeros cinco años, tendrá una evolución emocionalmente sana y una evolución espiritual. Si no es así, entonces puede presentarse a las elecciones. Al menos en Estados Unidos, eso te califica para ser presidente [ríe].
Explíqueme qué es ser un buen líder.
Un líder es el alma simbólica de una conciencia grupal que ayuda a desatar la grandeza de todos. Y ese es un liderazgo espiritual. Además, se debe distribuir el verdadero liderazgo. Lo que tenemos es este liderazgo del pasado, que es como una araña: si matas la cabeza, muere. El nuevo modelo debería ser como una estrella de mar, que tiene seis extremidades. Cada vez que cortas una extremidad, salen dos. Si cortas las seis, obtienes 36. Así que cuanto más distribuido esté tu liderazgo, mejor será.
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