Los abusos de la Agencia Tributaria: el caso Shakira como ejemplo

El abuso o el engao es evidente y desde luego totalmente inaceptable. Lamentablemente, Shakira no es la nica contribuyente vctima de estas prcticas inadmisibles de la Agencia Tributaria

Actualizado Mircoles, 4 septiembre 2024 – 18:32

Nuestro Ordenamiento concede a la Administracin pblica un conjunto de potestades que determinan que su relacin jurdica con los administrados est claramente desequilibrada a favor de aqulla y en contra de stos. Puede haber quien justifique esta situacin por la supuesta defensa de los intereses generales que se atribuye a la Administracin. Los que somos liberales no la podemos justificar pues incluso de aceptar la existencia de la citada defensa no puede darse por buena una desigualdad legal tan flagrante entre el Estado y el individuo.

El desequilibrio jurdico reseado se manifiesta de modo especialmente lacerante en el caso de la Administracin tributaria pues sta dispone adicionalmente de otras potestades excepcionales, excepcionalsimas, que implican que legalmente los contribuyentes espaoles seamos sbditos antes que ciudadanos. Y es en este escenario en el que se enmarca la actuacin de la Agencia Tributaria que, en mi opinin, usa y abusa del estatus jurdico privilegiado del que dispone.

Para saber ms

El uso es una consecuencia directamente imputable a la voluntad de los legisladores al aprobar las normas -hacia ellos debemos dirigir nuestras crticas-. Por muy cierto que sea que la AEAT proporciona aproximadamente el 85% de los ingresos no financieros del Estado, tambin lo es que nada, ni siquiera la trascendencia econmica del dato expuesto, justifica que avanzado el siglo XXI en las normas tributarias el Estado sea todo y el individuo nada.

Y luego est el abuso, esa prctica administrativa que si bien no es generalizada s concurre en no pocos casos. Para entender por qu sucede hay que recordar que en el incentivo econmico que reciben los funcionarios de la AEAT pesan de forma relevante el nmero y el importe de las liquidaciones tributarias administrativas que se derivan de sus actos, as como el nmero y la trascendencia de las denuncias que impulsan por la posible comisin de delitos fiscales. Tambin debe recordarse que los incentivos as obtenidos no se revierten cuando las liquidaciones son posteriormente anuladas, administrativa o judicialmente– o las denuncias acaban con la absolucin del denunciado. Y recordemos a su vez que los funcionarios que provocan semejante dao a los contribuyentes no sufren tampoco consecuencia administrativa alguna. En este escenario sucede, y no debe sorprender, que ms del 50% de las liquidaciones administrativas que acuerda la AEAT son despus anuladas -en va administrativa o judicial- y que buena parte de las denuncias por delito fiscal acaban en la absolucin del denunciado por su ausencia de fundamento.

Hay otras formas de abuso tanto o ms sangrantes que lo expuesto y un ejemplo es el sucedido en el caso Shakira. sta se acogi en 2015 al rgimen fiscal especial de los impatriados para lo que deba cumplir el requisito de no haber residido fiscalmente en Espaa en los diez aos previos. La opcin fue validada por la AEAT que no se opuso a ella, dando as por cumplido el requisito reseado. Sin embargo, poco despus, la propia AEAT sorprende a Shakira manifestando que en 2011 s era residente fiscal en Espaa y practicndole la consecuente liquidacin.

Quiere decirse que la AEAT mantuvo primero una posicin y despus la contraria. En trminos ms jurdicos, que ha ido contra sus propios actos, cuestin prohibida legalmente pero en base a la cual lleva aos exigiendo indebidamente a Shakira que pague como si en 2011 hubiera sido residente en Espaa. El abuso o el engao es evidente y desde luego totalmente inaceptable. Lamentablemente, Shakira no es la nica contribuyente vctima de estas prcticas inadmisibles de la Agencia Tributaria. Y si no, que le pregunten al abogado de Xabi Alonso que recibi como propuesta la retirada de la denuncia contra l presentada con tal de que convenciera a su cliente para aceptar lo que la AEAT quera. El abogado no acept la invitacin y el final del caso es conocido por todos.

*Ignacio Ruiz Jarabo fue director de la Agencia Tributaria entre 1998 y 2001.