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David Lynch: Un cine de sueños y pesadillas

Autor: ANDRE DIDYME-DOME

David Lynch fue quizás el único realizador capaz de combinar con éxito la sensibilidad del cine avant garde con las propuestas del cine y la televisión mainstream. Este surrealista norteamericano, considerado heredero de Luis Buñuel, inició su singular trayectoria en el circuito de películas de medianoche, al igual que los igualmente audaces Alejandro Jodorowsky y John Waters, alcanzando reconocimiento con Eraserhead en 1978, considerado por muchos como el mejor largometraje experimental de todos los tiempos.

Lynch alcanzó luego la celebridad con Blue Velvet (1986), una de las películas más aclamadas de la historia, y se convirtió en un fenómeno cultural gracias a la popularidad de Twin Peaks (1990), considerada una de las mejores series televisivas de todos los tiempos.

Un cine de angustia y provocación

El trabajo de Lynch siempre se caracterizó por una combinación peculiar de perversidad y frivolidad, creando un cine de angustia basado en las nociones de identidad y pérdida. Desde sus primeros filmes, los espectadores han sido testigos de un arte que sacude, sorprende y atrapa con tensiones, atmósferas únicas y una sensualidad palpable. La singularidad de su obra fue tal que el adjetivo “lyncheano” surgió para describir tanto a sus imitadores como a los elementos característicos de su estilo, empleados en películas y series posteriores.

David Lynch dedicó su carrera a explorar obsesivamente la esencia violenta de la vida estadounidense. Poseía una habilidad única para transformar pesadillas aterradoras en algo hipnótico, fascinante e incluso placentero. Aprovechó sus habilidades y sensibilidad para construir un cine barroco que mezclaba exceso estilístico, humor perverso, honestidad e inocencia. Su toque inconfundible incluía un estilo pictórico, ángulos de cámara extraños, composiciones irregulares y un ritmo narrativo peculiar. Estos recursos se destacaron en una era dominada por el hipercinetismo, imágenes deslumbrantes y edición acelerada.

Kyle MacLachlan, actor frecuente en las películas y series de Lynch (como Dune, Blue Velvet y Twin Peaks), se convirtió en la personificación ideal del protagonista de sus fantasías, a menudo perversas y depravadas. Además, Lynch mostró un interés especial por las texturas, cuerpos mutilados, orificios sangrantes y la anatomía femenina, retratando a las mujeres como figuras de una belleza elegante y distante, con ojos magnéticos y labios rojos como la sangre.

La creatividad de Lynch se manifestó a través de imágenes y atmósferas aparentemente desconectadas, guiadas por una musa que lo llevó más allá de la lógica y la narrativa tradicional. Su arte, repleto de fantasías personales, logró resonar profundamente en temáticas universales. Fue un provocador, no un director pretencioso, como algunos detractores alegaban. Obsesionado con imágenes lúgubres de decadencia orgánica, Lynch retrató un mundo físico inestable, mutante y en descomposición gradual. Según el crítico David Denby, Lynch era “el sacerdote de la decadencia industrial, donde la perversión de lo orgánico se convierte en un hecho de la vida tanto temido como admirado”.

David Lynch / Cortesía IMDB

Orígenes e influencias

David Keith Lynch es el hijo de un botánico y científico de árboles llamado Donald Walton Lynch, quien trabajó con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Nació en Missoula, Montana en 1946 y pasó su juventud en Idaho, Washington y Virginia. Describió su infancia como “una etapa idílica, una especie de permanente sueño despierto, cuyo único aspecto problemático fue, sin duda, una forzada vida nómada”. Lynch también odiaba la escuela: “para mí, la escuela era un crimen hacia la juventud. Destruye las semillas de la libertad. Los maestros no motivan el conocimiento y tampoco animan a sus estudiantes a adoptar una actitud positiva”.

Al igual que Walt Disney y Robert Crumb, cuando era niño y repartía periódicos, tenía una ruta que lo llevaba a callejones, donde buscaba cosas en la basura. Más tarde en la escuela de artes, quiso quemarle la piel a un ratón para estudiar sus partes internas. Y es que Lynch veía al mundo como un conjunto orgánico y armónico donde un tumor enfermo y maléfico siempre trata de surgir bajo la superficie. Es por eso que en sus películas, el mundo físico es inestable, mutante y se desmorona gradualmente. 

Tuvo un gran amigo de juventud en Jack Fisk, con quien compartía el gusto por la pintura. Más adelante, Fisk se convertiría en un prestigioso director de arte quien trabajaría en repetidas ocasiones con Lynch y con Terrence Malick, y sería el esposo de la actriz Sissy Spacek con quien Lynch trabajó en The Straight Story (1990) y con Malick en Badlands (1973), su ópera prima.

Lynch primero contrajo matrimonio con Peggy Reavey en 1967, y los dos vivieron en un barrio inseguro y con muchas dificultades económicas. La pareja se divorció en 1974. Con ella tendría una hija llamada Jennifer, quien luego se convertiría en una interesante directora de cintas tan perturbadoras como las de su padre como Boxing Helena (1993), Surveillance (2008), Hisss (2010) y Chained (2012). Luego se casó en 2006 con la editora y productora Mary Sweeney, con quien había tenido un hijo, Riley, aunque se divorciaron a las pocas semanas. En 2009 se casó por cuarta vez con la actriz Emily Stofle,​ que apareció en Inland Empire así como en la tercera temporada de Twin Peaks Tuvieron una hija, Lula Boginia, pero Stofle solicitó el divorcio en 2023. 

Jack Nance en Eraserhead / Cortesía de MUBI

Carrera cinematográfica y televisiva

Su primer cortometraje fue el perturbador Six Figures Getting Sick (1967). Según Lynch, fueron “57 segundos de crecimiento y fuego y 3 segundos de vómito”. Su segundo cortometraje de 5 minutos fue The Alphabet (1968), que también mezclaba animación y acción real, y que fuera protagonizado por su esposa. Gracias a The Alphabet, Lynch recibió un aporte del American Film Institute para hacer un mediometraje de 34 minutos llamado The Grandmother (1970).

En 1971, se traslada con su esposa e hija a Los Ángeles, para estudiar en el Conservatorio del AFI. “Era un lugar caótico y desorganizado, lo cual era maravilloso”, dijo Lynch. Durante un período de cinco años, trabajando en el Centro de Estudios Fílmicos Avanzados del American Film Institute, Lynch confeccionó a Eraserhead (1978), su primer largometraje. 

Este proyecto, que surgió luego de un guion abortado llamado Gardenback, fue financiado por el mismo Lynch, junto con Fisk, Spacek, el fotógrafo Frederick Elmes y el ingeniero de sonido Alan Splet, y fue filmado en los alrededores del Conservatorio. Un dinero adicional fue aportado por Catherine Coulson, la esposa del actor Jack Nance, protagonista de la cinta, quien en ese entonces trabajaba como mesera y que luego se convertiría en la enigmática Dama del Tronco en Twin Peaks.

Eraserhead fue un viaje perverso hacia el inconsciente, y una visión de pesadilla adornada con deformidades físicas grotescas y una extraña búsqueda de la pureza espiritual. Luego de terminar la cinta, Peggy Reavey y David se divorciaron. Lynch se casó por segunda vez con Mary Fisk, la hermana de su amigo, en 1977. Eraserhead fue elogiada por su colega del cine de medianoche John Waters, quien invitaba a todos a verla, así como Stanley Kubrick, quien la consideró como su película de terror favorita. El director, actor y comediante Mel Brooks vio la cinta y llamó a Lynch “un loco y un genio al mismo tiempo”.

John Hurt en The Elephant Man / Cortesía de Paramount

Encantado con la obra de Lynch, Brooks lo consideró como el director ideal para un guion que quería producir acerca de Joseph Merrick, un hombre que vivió en la Inglaterra del siglo XIX, cuyo exterior era tan horrible como bella era su alma. La película de Lynch acerca de este hombre terriblemente deformado por una enfermedad y basada en hechos reales se llamó The Elephant Man (1980), una oda a las peculiaridades de la condición humana, disfrazada como una pieza de teatro moral victoriano que, de hecho, fue protagonizada previamente por David Bowie en el teatro. 

Al explorar un terreno similar al de Eraserhead, Lynch expuso la angustia metafísica y el miedo absurdo del ser humano hacia lo diferente. Sin embargo, la humanidad de Merrick, encarnado magistralmente por el actor John Hurt, hizo de la cinta un éxito comercial y de crítica que obtuvo 8 nominaciones a los premios Óscar. 

A Lynch se le ofreció la dirección de la tercera parte de Star Wars llamada The Return Of The Jedi (1983), pero optó por continuar escribiendo el guion de Ronnie Rocket, un proyecto sobre un superhéroe y científico enano que pudiera ser o no un alienígena. Este proyecto iniciado en los estudios Zoetrope de Francis Ford Coppola, al igual que Napoleón de Kubrick, jamás se convirtió en una película (el videoclip Pressure de la agrupación de música electrónica dDamage, le rinde tributo a este proyecto nunca realizado). 

The Angriest Dog In The World / Cortesía de L.A. Reader

En 1983, Lynch escribe y dibuja el cómic The Angriest Dog In The World, publicado en el L.A. Reader hasta 1992. Era la historia de un perro tan furioso, que no come, no duerme y no se mueve (y donde cada viñeta es la misma). Al no materializarse Ronnie Rocket, Lynch se asocia con el legendario productor Dino De Laurentiis, quien poseía los derechos de Dune, el épico de la ciencia ficción de Frank Herbert publicado en 1965, que había sido la ambición frustrada de Alejandro Jodorowsky, su otro colega de la medianoche (El director Frank Pavich presentó en el 2013 un documental acerca de la película que como Ronnie Rocket jamás nunca pudo ser).

Sting en Dune (Cortesía de Universal)

Dune (1985) terminaría siendo dirigida por Lynch, en reemplazo de Ridley Scott. Este dirigió una cinta de casi 3 horas de duración, que terminó siendo acortada y estrenada sin su autorización. Aunque su director, la crítica y el público odiaron a Dune, la verdad es que este es un trabajo impactante, bien actuado y en términos generales, muy poco apreciado (que lo diga Denis Villeneuve que bebió mucho de ella para su exitosa adaptación).

Dennis Hopper e Isabella Rossellini Blue Velvet (Cortesía de MGM)

Dino De Laurentiis, al aceptar que el talento de Lynch se adecuaba más a proyectos personales, le prometió financiar su siguiente película bajo la condición de que la hiciera por 6 millones de dólares. Blue Velvet (1986) fue la obra maestra definitiva de Lynch: Una mezcla entre The Wizard Of Oz, el cine Noir de los 40 y los trabajos de Luis Buñuel, Francis Bacon, Franz Kafka, Frank Capra y Alfred Hitchcock, que Lynch describió como «Los Muchachos Hardy se van al infierno».

Kyle MacLachlan repite como protagonista, junto a Laura Dern (su actriz fetiche en su primer trabajo con Lynch), como dos jóvenes envueltos en un misterio que gira alrededor del descubrimiento de una oreja amputada. Los coprotagonistas fueron Isabella Rosselini (quien luego se convertiría en la pareja del director) y Dennis Hopper, quien interpretó a uno de los villanos más aterradores en la historia del cine. Aunque hoy es considerada como toda una obra maestra, en su época fue atacada con vehemencia por algunos críticos como Roger Ebert, que la llamó “sucia” y “sin alma” y sería rechazada por el público conservador. El fallecido compositor Angelo Badalamenti fue uno de los más fieles colaboradores de Lynch, trabajando con el director en sus atmósferas musicales y sonoras a partir de Blue Velvet. 

Sherilyn Fenn y Kyle MacLachan en Twin Peaks (Cortesía de Paramount)

En 1990, Lynch ingresó al mundo de la televisión con Twin Peaks (1990), una serie que mezcla el drama detectivesco con la telenovela, el terror y la ciencia ficción, y que creó un fenómeno de culto entre los televidentes. Aunque duró tan solo dos temporadas, la serie partió prácticamente en dos el mundo de la televisión norteamericana. Sin Twin Peaks, jamás hubieran existido series como Northern Exposure, The X-Files, Millennium, Buffy The Vampire Slayer, Desperate Housewives, CSI, Veronica Mars, Lost, Breaking Bad o True Detective, por mencionar algunas. 

Nicolas Cage y Laura Dern en Wild At Heart (Cortesía de MGM) 

En ese mismo año, Lynch dirigió la película Wild At Heart (1990), otra versión perversa de El Mago de Oz basada en la novela de Barry Gifford e influenciada por la cinta Badlands de Terrence Malick. La cinta con fuertes cargas de violencia y erotismo estuvo protagonizada por Nicolas Cage y Laura Dern, y obtuvo la Palma de Oro en Cannes, en medio de una gran controversia. Angelo Badalamenti, la cantante Julee Cruise, Cage y Dern y Lynch se embarcaron en un proyecto audiovisual experimental para la televisión llamado Industrial Symphony (1990), que sirve como una especie de apéndice para la película. 

Sheryl Lee en Twin Peaks: Fire Walk With Me (Cortesía de Paramount)

Para cerrar la serie Twin Peaks luego de su cancelación Lynch realizó una película para cine llamada Twin Peaks: Fire Walk With Me (1993) que fue mal recibida por la crítica y el público que no entendía todavía aquello de las precuelas y las series de televisión conectadas con el cine, pero que hoy en día, en la época de los universos cinematográficos y televisivos interconectados de DC y Marvel, logra inquietar, estremecer y evidenciar a un artista que, como su amigo David Bowie (quien participó en la cinta), siempre estuvo adelantado a su tiempo. 

Otros proyectos de David Lynch para la televisión fueron la malograda serie para la ABC On The Air (1992) sobre los avatares de un canal de televisión, la miniserie antológica para HBO Hotel Room (1993), sobre varias historias desarrolladas todas al interior del mismo cuarto de un hotel; así como un piloto que nunca llegaría a emitirse llamado Mulholland Dr. (1999). Volvería al cine con una escalofriante cinta de suspenso que incluye estrategias formales complejas, metáforas inquietantes y un alejamiento gradual a la lógica narrativa.

Robert Blake en Lost Highway (Cortesía de Criterion)

Lost Highway (1997), que fue descrita por Lynch como una película de “horror noir del siglo XXI», es una obra sobre la identidad, la paranoia, la obsesión erótica, el sexo y la venganza, construida con una maestría técnica impresionante y la banda sonora de Badalamenti en colaboración con Trent Reznor. 

Richard Farnsworth en The Straight Story (Cortesía de Disney)

Lynch callaría a los críticos que opinaban que él era incapaz de hacer una película narrativa “tradicional” con The Straight Story (1999). Esta es una historia sencilla, tierna, conmovedora y formalmente hermosa, acerca de un hombre anciano (Richard Farnsworth) que viaja en un tractor para encontrarse con su hermano enfermo. La cinta familiar financiada por los estudios Disney fue un éxito de taquilla y de crítica.

Naomi Watts y Laura Harring en Mulholland Dr. (Cortesía de Criterion)

Asimismo, el proyecto inconcluso que había desarrollado para la televisión terminó convirtiéndose en la siguiente película del director. Mulholland Dr. (2001), es otra obra maestra enigmática, técnicamente impecable y con magníficas actuaciones, que replantea y al mismo tiempo continúa con las obsesiones de Lynch sobre la identidad, el erotismo y la violencia. Junto con The Tree Of Life (2011) de Terrence Malick es una de las mejores películas en lo que lleva el siglo XXI. Sería nominada a los premios Óscar al Mejor director y a la Palma de Oro en Cannes a la Mejor Película.  Fue también elegida por la revista Cahiers Du Cinema como la mejor película de la década del 2000.

Dumbland (Cortesía de MUBI)

Interesado por la internet, Lynch se dedica a la realización de varios cortos en vídeo digital para su página web, como Rabbits y Darkened Room, así como la miniserie animada Dumbland, así como a avisos promocionales para su marca de café. Su última obra cinematográfica fue un complejo relato llamado Inland Empire (2006), grabado en formato digital y que trata acerca de una actriz que encarna al personaje de una película (Laura Dern) y que se ve envuelta en mundos contenidos dentro de mundos, todo contado con un tono salvaje y surrealista.

Laura Dern en Inland Empire (Cortesía de Criterion)

Luego de Inland Empire, Lynch se alejó gradualmente del cine para dedicarse a la meditación trascendental. Basándose en sus experiencias, dirigió el documental Meditation, Creativity, Peace (2012), sobre la conexión entre la meditación, la creatividad y la paz mundial, algo en lo que creía firmemente. También dirigió un concierto para la agrupación Duran Duran (Unstaged), un comercial para Dior (Lady Blue Shanghai), y publicó un álbum musical llamado Crazy Clown Time (2011). También apareció en las series de televisión Robot Chicken, Family Guy, The Cleveland Show y Louie (él ya había participado como actor en el drama Zelly & Me (1988) de Tina Rathbone, en la serie Twin Peaks como un agente del FBI sordo, en la cinta vampírica Nadja (1994) de Michael Almereyda como el encargado de la morgue, en la hermosa Lucky (2017) de John Carroll Lynch junto a su amigo, el fallecido Harry Dean Stanton y en la cinta semiautobiográfica de Steven Spielberg The Fabelmans (2022) interpretando al legendario director John Ford en una escena inolvidable).

Luego comenzaron a esparcirse los rumores sobre una nueva película dirigida por Lynch y protagonizada por Laura Dern, pero todo terminó siendo especulación. Sin embargo, en 2017, la serie Twin Peaks regresó sorpresivamente en una tercera temporada de 18 episodios, la cual se emitió por Showtime, luego de 26 años de la emisión de la segunda temporada. Toda la temporada fue escrita por los creadores, David Lynch y Mark Frost, con Lynch dirigiendo todos los episodios (curiosamente, uno de los personajes de la serie invitó en el episodio final de la segunda temporada a una reunión 25 años después).

What Did Jack Do? (Cortesía de Netflix)

Antes de fallecer de un enfisema pulmonar (Lynch fumaba desde los 8 años), nos dejó un misterioso corto llamado What Did Jack Do? para Netflix, una enigmática micro serie conocida como The David Lynch Theatre y un reporte del clima que daba para YouTube. Su familia comunicó su fallecimiento a los 78 años en una publicación de Facebook: “Con profundo pesar, nosotros, su familia, anunciamos el fallecimiento del hombre y artista David Lynch. Agradeceríamos un poco de privacidad en este momento. Hay un gran vacío en el mundo ahora que ya no está con nosotros. Pero, como él decía: ‘Mantén la vista en la rosquilla y no en el agujero’. Es un hermoso día con sol dorado y cielos azules a lo largo de todo el camino”.

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