Le pasaron factura las ganas, su afán de oro. Dani Arce se quedó cerca de la medalla en los 3.000 obstáculos del Europeo de atletismo, quinto en la meta, a dos segundos del bronce. Se vació durante un kilómetro y medio tirando del grupo, en persecución del italiano Osama Zoghlami, y lo pagó en la recta definitiva, donde sucumbió ante los franceses Alexis Miellet y Djilali Bedrani, doblete galo, y ante los alemanes Karl Bebendorf (bonrce) y Frederik Ruppert.
Miel en los labios para el burgalés, como ya le ocurrió hace dos años en Múnich. Aquella vez fue cuarto, aunque el positivo por dopaje y posterior sanción del italiano Ahmed Abdelwahed lo elevó hasta la tercera plaza, un bronce que aún está esperando.
En Roma quería más. Estaba para más. Su dorsal azul lo señalaba como líder europeo del año (8:12.28), y las sensaciones que dejó en su eliminatoria fueron inmejorables. Pero la táctica de Zoghlami lo perjudicó. El italiano saltó del grupo antes del primer mil, cogió metros rápidamente y asustó a los demás, en especial a un Arce que asumió la tarea de darle caza. El burgalés (1,90 metros de humanidad) dejó en varios momentos gestos de sufrimiento que no auguraban nada bueno. A su espalda, mucho más resguardados, esperaron su momento los dos franceses, que subieron el ritmo en cuanto el español adelantó por fin a Zoghlami.
Sin el oro, Arce pasó apuros para superar el último obstáculo y cedió también en la pelea por el bronce. «He hecho lo que he podido. Venía a por el oro y por eso he ido a por el italiano. Las ratas se han quedado detrás esperando a mi movimiento. Es lo que hay. Yo corro para ganar y encima en el estado de forma en el que estoy», decía el burgalés en la zona mixta antes de quejarse de que le tuvieran en una sala a quince grados después de la semifinal para pasar el control antidopaje: «Me quedé frío y puede que me haya debilitado. Hoy prefería salir en camilla que no pelear por el oro».
Fue un día raro para la delegación española, que en las eliminatorias perdió también a dos bazas clarísimas de medalla. Yulenmis Aguilar terminó 13ª en la calificación de jabalina, a un puesto de la final. Se quedó en 57,27 metros, aquejada de un resfriado y aún no recuperada del todo de sus problemas en el hombro. Era su estreno con la camiseta de España y lloró su eliminación. Tendrá revancha en París.
Y en el 1.500 se despidió antes de tiempo Mario García Romo, bronce hace dos años. No ha llegado en buena forma y se notó en su serie, en la que terminó séptimo en un numeroso esprint. Sí pasó Adel Mechaal. En la otra semifinal fue repescado Ignacio Fontes junto a otros cuatro atletas después de que una caída perjudicase sus opciones de clasificación.
También se coló en la final del 200 femenino Jael Bestué, que cerrará la jornada del martes. Antes, Jordan Díaz saldrá a la final de triple salto como claro favorito al oro.
