¿Está el Opus Dei detrás de la 'conversión' católica a Trump en Estados Unidos?

El populismo de nuevo cuño tiene en Donald Trump a uno de sus profetas y en su deriva personalista ha sabido arroparse con el manto del nacionalismo cristiano y las reminiscencias de los primeros colonos, algo que hasta ahora le agradecían con su incondicional apoyo las iglesias evangélicas y, en los últimos tiempos, también la católica, hasta el punto de que, según datos del Pew Research Centre del pasado abril, entre los católicos blancos el 60% se identifica ahora con el Partido Republicano.

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Para esta ‘conversión’ de una parte del catolicismo, el expresidente ha contado con un ‘san Pablo’, Kevin Rogers, que le ha confeccionado una ‘biblia’ de más de 900 de páginas -el controvertido Proyecto 2025– que viene a ser como una hoja de ruta de ese giro nacionalista cristiano que tiene también entre sus paladines a JD Vance, el católico converso designado por Trump como su vicepresidente en caso de ganar las elecciones presidenciales a la Casa Blanca el próximo mes de noviembre.

Además de apologeta de la que denomina ‘Segunda Revolución Americana’, Kevin Roberts es presidente de la Heritage Foundation, un think thank de ultraderecha cuyo objetivo es “formular y promover políticas públicas basadas en los principios de la libre empresa, el gobierno limitado, la libertad individual, los valores estadounidenses tradicionales y una fuerte defensa nacional”.

Además, según señala The Guardian, Roberts, “tiene vínculos estrechos y recibe orientación espiritual regular de un centro dirigido por el Opus Dei en Washington DC”, organización que el citado diario británico, uno de los de mayor influencia en el Reino Unido- califica de “grupo católico radical y secreto”.

“Roberts reconoció en un discurso pronunciado el pasado mes de septiembre que, durante años, ha visitado semanalmente el Centro de Información Católica, una institución de la calle K dirigida por un sacerdote del Opus Dei y registrada por la archidiócesis de Washington, para asistir a misa y recibir ‘formación’ u orientación religiosa. El Opus Dei también organiza retiros mensuales en el CIC”, según la información de The Guardian.

Roberts, quien según The New York Timesafirmó que podría ser “incruento si la izquierda lo permite”, empezó a ganar notoriedad a raíz del Proyecto 2025 – duramente criticado por Kamala Harris en la reciente convención del Partido Demócrata- “un plan de base respaldado por más de 100 grupos conservadores que busca cambiar radicalmente una amplia gama de políticas si Trump es elegido nuevamente, desde limitar el acceso al aborto y los derechos LGBTQ+, hasta poner fin a los programas de diversidad y aumentar el apoyo del gobierno a los programas de ‘conciencia de la fertilidad’, como el seguimiento de la ovulación y la práctica de la abstinencia periódica, en lugar de una anticoncepción más confiable”.

Los mandamientos de la ‘restauración cristiana’ 

Considerado el ‘cerebro católico’ de Trump y posible jefe de gabinete en la Casa Blanca si el magnate derrota a Harris el próximo noviembre, Roberts expuso en aquella reunión en septiembre pasado, en el CIC, los ‘mandamientos’ para la restauración cristiana de los Estados Unidos, en plena comunión con el ‘Make America Great Again’ (MAGA), el mantra del trumpismo.

El CIC, según ha señalado el portal Katholisch, “es el lobby del Opus Dei, que intenta influir desde aquí en la política americana” y “es el hogar de figuras católicas de derecha como Roberts, el presidente de la Sociedad Federalista, Leonard Leo, y JD Vance”, el candidato a la vicepresidencia.

“[Leonard] Leo es un activista conservador que ha liderado la misión republicana para instalar la mayoría de derecha en la Corte Suprema y financia a muchos de los grupos firmantes del Proyecto 2025. Al igual que Roberts, Leo también tiene vínculos con el CIC, vinculado al Opus Dei”, asegura en su información The Guardian.

“En un discurso pronunciado en 2022 en el que aceptó el máximo honor del CIC, el premio de Nueva Evangelización Juan Pablo II, Leo elogió al centro y se refirió a sus oponentes políticos como ‘viles y amorales bárbaros, secularistas e intolerantes de la actualidad’ que estaban bajo la influencia del diablo”, sostiene el diario.

¿Lenguaje inspirado en Escrivá?

“El lenguaje militante de Robert, Leo y Vance puede haber estado inspirado en Escrivá, fundador del Opus Dei español” -señala por su parte Katholisch-, “cuyo movimiento se veía a sí mismo, entre otras cosas, como una punta de lanza contra la teología de la liberación en América Latina. De aquí también surge el rechazo a la idea de una separación entre la Iglesia y el Estado, ya que en realidad forma parte de la autoimagen que tiene Estados Unidos”.

“Al igual que el Proyecto 2025 , el Opus Dei en esencia es una postura reaccionaria contra la tendencia progresista de la sociedad”, según Gareth Gore, autor de un libro sobre la Obra, y no precisamente muy laudatorio. “Desde hace décadas, la organización ha volcado sus recursos en penetrar en la élite política y legal de Washington, y finalmente parece haber tenido éxito gracias a su estrecha asociación con hombres como Kevin Roberts y Leonard Leo”, señala en declaraciones a The Guardian.

EEUU, el último bastión del cristianismo

También el teólogo Massimo Faggioli de la Universidad de Villanova -citado por Katholisch– “tiende un puente directo” hacia el Proyecto 2025: “El Opus Dei es una de las fuerzas conservadoras y tradicionalistas del catolicismo que ve en Estados Unidos el último bastión del cristianismo”.

Sin embargo, Roberts, que después de estudiar en la Universidad de Texas fundó la Academia Juan Pablo el Grande, en Lafayette, una “escuela que elegió como patrón al fundador del Opus Dei”, ha pasado en las últimas semanas a un segundo plano, al parecer por el exceso de ardor en sus postulados restauracionistas y Trump se ha distanciado un tanto.

“El hecho de que su nombre aparezca varios cientos de veces en el documento [el Proyecto 2025] y que [su candidato a vicepresidente] JD Vance esté en estrecho contacto con el arquitecto intelectual del proyecto obligó a Roberts a retirarse tácticamente”, asegura Katholisch.

Pero no sólo Roberts se ha retirado tácticamente. También se ha aplazado hasta después de la celebración de las elecciones presidenciales la presentación de un libro suyo sobre el Proyecto 2025, titulado La primera luz del alba y que tenía prevista su publicación el próximo 24 de septiembre.

Vance y “los mosquetones” de la batalla cultural

El prólogo de esa obra lleva la firma de JD Vance y en él reclama el derecho a “’reunir los carros y cargar los mosquetes” para ir a la batalla con las ideas de Robert como ‘armas esenciales’”, según Katholisch.

Munición, en definitiva, para la batalla cultural que también se quiere repicar en España copiando, literalmente -apelación a las raíces cristianas, rechazo a la ‘gran sustitución’ por migrantes musulmanes, búsqueda de apoyo en líderes católicos, think thanks para la argumentación y formación de líderes-…, los pasos dados antes para hacer de Trump el profeta de un nacionalismo cristiano donde es difícil encontrar ecos del Evangelio.