«Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte», solía decir Minerva Mirabal cuando ya se sabía amenazada. Minerva fue una de las tres hermanas dominicanas asesinadas brutalmente el 25 de noviembre de 1960 por órdenes del dictador Rafael Leónidas Trujillo, quien gobernó la República Dominicana desde 1930 hasta su asesinato, en 1961.
Patria, María Teresa y Minerva Mirabal eran activas militantes contra el régimen de Trujillo, y aquel 25 de noviembre sus cuerpos aparecieron destrozados al noreste de República Dominicana. Horas antes, un escuadrón enviado por el dictador las había matado a golpes y metido dentro de un vehículo para simular un accidente. Nunca hubo dudas de que se trataba de un crimen.
Ellas se convirtieron en un símbolo de la lucha contra la violencia de género que afecta a las mujeres de todo el mundo.
Veinte años más tarde, en 1981, se celebró en Bogotá el Primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe donde se decidió asignar al 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en memoria de Patria, Minerva y María Teresa.
En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Sobre la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer a la que definió como “todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada”.
La violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones a los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual sobre las que apenas se informa debido a la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores, y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas.
En forma general, la violencia se manifiesta de forma física, sexual y psicológica e incluye:
– violencia por parte de un compañero sentimental (violencia física, maltrato psicológico, violación conyugal, femicidio);
– violencia sexual y acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso callejero, acoso cibernético);
– trata de seres humanos (esclavitud, explotación sexual);
– mutilación genital
– matrimonio infantil.
Fuentes: Cultura.gob.ar / United Nations