el arte y la cultura no solo nos inspiran, sino que mejoran nuestra salud y bienestar de forma significativa.
Por Marialejandra Puruguay. 15 enero, 2025. Publicado en Correo, el 11 de enero de 2025.
El inicio de un nuevo año nos invita a reflexionar sobre prioridades y desafíos. Entre tantas cuestiones, un reciente estudio publicado en The Guardian revela algo esencial: el arte y la cultura no solo nos inspiran, sino que mejoran nuestra salud y bienestar de forma significativa.
Estos hallazgos nos recuerdan que la cultura no es un lujo, sino una necesidad. Museos, bibliotecas, teatros, festivales y actividades culturales son mucho más que espacios recreativos: son puntos de encuentro que fomentan la creatividad y promueven el diálogo. Además, múltiples estudios demuestran que participar en experiencias culturales genera mayores niveles de satisfacción y salud mental, contribuyendo de manera directa a forjar comunidades resilientes, conectadas y enriquecidas.
Sin embargo, en países como el nuestro, donde las brechas sociales son aún amplias, es urgente revalorizar la cultura como eje del desarrollo integral. Esto implica integrar la cultura en las políticas públicas de manera estratégica, descentralizar su acceso, fortalecer la educación artística en todos los niveles y garantizar que todos, sin excepción, puedan disfrutar plenamente de sus beneficios.
Este 2025 nos ofrece la oportunidad de soñar con un país donde cada comunidad tenga acceso a actividades culturales de calidad. Invertir en cultura no solo genera bienestar, sino que también dinamiza las economías locales y construye sociedades más cohesionadas.
Es momento de actuar, con decisión, compromiso y visión a largo plazo. La cultura transforma vidas, comunidades y naciones. Con ella, podemos transformar nuestro país haciendo posible un futuro más próspero, justo y con oportunidades para todos.