El futuro de Franco Colapinto aún es una incógnita. Si bien se confirmó que no comenzará su temporada 2025 en la F1, podría entrar en la competencia a mitad del campeonato. Lo único claro es que, si desea competir en la máxima categoría, deberá cumplir un requisito indispensable. La Federación Internacional del Automóvil (FIA) presentó las cifras que deberán abonar los pilotos para obtener la superlicencia 2025 y así poder competir en la pista. Actualmente Franco está en la reserva de Williams, y tendrá que pagar un total de 23.950 dólares.
Este monto se calcula en base a una tarifa fija de 12.000 dólares más un adicional de 2.428 dólares por cada punto obtenido en el campeonato anterior. Colapinto acumuló cinco puntos en los nueve GP que disputó en 2024, tras debutar en Monza. Entre sus logros más destacados figuran el octavo puesto en Bakú y el décimo lugar en Austin, ambos con el monoplaza Williams F46.
Por el sistema de puntos, el costo de la superlicencia varía considerablemente entre los competidores, dependiendo de su desempeño en la temporada 2024. Por ejemplo, Max Verstappen, tetracampeón mundial y líder del campeonato 2024 con 437 puntos, deberá desembolsar 1.063.501 dólares, siendo el más alto de la lista. Lando Norris, subcampeón y pieza clave para el título de McLaren en el Campeonato de Constructores, abonará 911.899 dólares, mientras que Charles Leclerc pagará 868.376 dólares tras finalizar tercero con Ferrari.
Por otro lado, los debutantes como Gabriel Bortoleto (Sauber), Isack Hadjar (Racing Bulls) y Kimi Antonelli (Mercedes) abonarán el mínimo requerido, fijado en 11.915 dólares. Este grupo incluye a pilotos que aún no sumaron puntos en la máxima y que están haciendo su debut en la categoría. La superlicencia no solo exige el pago correspondiente, sino que también implica cumplir ciertos requisitos, como acumular un mínimo de 40 puntos en categorías como Fórmula 2 o Fórmula 3 en tres años, contar con una licencia internacional válida y haber completado 300 kilómetros de pruebas en un monoplaza de Fórmula 1. Así, la FIA regula estrictamente el acceso a la competencia más prestigiosa del automovilismo.
