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El papel de Elon Musk en los recortes de personal y presupuestos del Gobierno federal como jefe del llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) continúa generando reacciones negativas, mientras casi 90 concesionarios Tesla en Estados Unidos enfrentaron manifestaciones el sábado en la quinta semana del movimiento “Tesla Takedown”.
Las manifestaciones, según el sitio web Tesla Takedown, buscan que la gente “venda sus Teslas” y “se deshaga de sus acciones”, como una forma de reprender a Musk, quien posee una participación considerable en el fabricante de vehículos eléctricos.
El movimiento Tesla Takedown fue impulsado por el actor y cineasta de Hollywood Alex Winter y Joan Donovan, profesora adjunta de Periodismo y Estudios Emergentes en la Universidad de Boston. Actualmente, existen organizadores locales en unos 28 estados y la ciudad de Washington, y las salas de exhibición de Tesla han atraído a un número creciente de manifestantes, que llevan carteles como “Toca la bocina si odias a Elon” y “Vende tu esvástica”.
Tesla no respondió a la solicitud de comentarios de CNN.
El DOGE no ha cejado en sus amplios esfuerzos por desmantelar o reformar las agencias federales. El lunes, el Departamento intentó cerrar el Instituto de Paz de Estados Unidos, una agencia independiente sin fines de lucro, y CNN informó el 13 de marzo que el DOGE había propuesto recortar el 20% del personal del Servicio de Impuestos Internos (IRS) antes del 15 de mayo.
“No hay ámbito social que el DOGE no toque”, declaró Donovan a CNN. “Eso se refleja en la diversidad de personas que asisten a estas protestas”.
Una manifestación que comenzó alrededor de las 11 a.m. afuera de una sala de exposición de Tesla en Rockville, Maryland, atrajo a una multitud de más de 400 personas, aproximadamente la misma asistencia que la semana pasada, pero un fuerte aumento desde el comienzo de la campaña, según los manifestantes que hablaron con CNN.
Una de las manifestantes en Rockville fue Karen Metchis, exempleada, de 72 años, de la Agencia de Protección Ambiental. Metchis declaró a CNN que la manifestación fue mucho más grande que la primera a la que asistió en Rockville. Añadió que es importante que el público vea un movimiento, incluso si no hay un impacto inmediato en Musk y el presidente Donald Trump.
“Le permite al público saber que no están solos en sus sentimientos y, con suerte, construya un movimiento de masas donde simplemente no sea sostenible para ([a administración de Trump] continuar haciendo lo que está haciendo”, dijo.
Mike Murray, quien trabaja en relaciones públicas, dijo que era la primera vez que asistía a una demostración en una sala de exhibición de Tesla. Calificó las demostraciones como un ejemplo del “espíritu estadounidense en acción”.
Glenn Popson, un hombre de 54 años que trabaja en el sector tecnológico, dijo que el hecho de que los conductores de Tesla vendan sus vehículos y los accionistas de Tesla vendan sus acciones ayudará a convencer a Musk de que los derechos de los estadounidenses deben ser protegidos.
Musk, la persona más rica del mundo, posee aproximadamente 411 millones de acciones de Tesla, lo que representa una participación del 13% en la compañía. El jueves, en una reunión transmitida por su plataforma de redes sociales, X, les dijo a sus empleados que “conserven sus acciones”. Las acciones de Tesla ( TSLA ) alcanzaron un máximo de US$ 479,86, el 17 de diciembre, pero desde entonces han caído un 48%, cerrando en US$ 248,71, el viernes.
Del 1 al 16 de marzo, los vehículos Tesla del año modelo 2017 o más nuevos representaron el 1,4 % de los intercambios totales, más del triple de la tasa (0,4 %) de marzo de 2024, según datos del sitio automotriz Edmunds.
“Esto demuestra que lo estamos consiguiendo”, afirmó Popson.
