Una alimentación equilibrada siempre ha sido un pilar fundamental para garantizar una salud de hierro. Por lo general, todos sabemos lo que nos conviene comer y lo que no, sin embargo, existen productos que, a pesar de estar plenamente integrados en nuestra dieta cotidiana, se deben conocer su carnet nutricional.
Algunos de estos, como por ejemplo el cacao, el té y el café, en los últimos años han ganado popularidad no solo por su sabor, sino también por sus supuestos beneficios para la salud.
Sin embargo, Conchita Vidales, licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid, especialista en Nutrigenética y Medicina Estética advierte que, aunque estos productos pueden ser beneficiosos en su justa medida, su abuso puede tener efectos negativos en nuestro organismo, especialmente en lo que respecta al equilibrio de nuestra microbiota intestinal.
En una reciente entrevista, la doctora Vidales, compartía importantes consejos sobre cómo cuidar nuestra salud intestinal y evitar que ciertos hábitos alimenticios, como el consumo desmesurado de ciertos alimentos, afecten nuestro bienestar general.
Su advertencia es clara: el consumo excesivo de ciertos alimentos y bebidas puede afectar negativamente al equilibrio de nuestra microbiota intestinal, lo que a su vez impacta en nuestra salud general. De ahí que sea fundamental ser consciente de lo que ingerimos y cómo afecta a nuestro cuerpo.
Cacao, té o café: ¿aliado o enemigo?
La doctora Conchita Vidales destaca que, aunque alimentos como el cacao, el té y el café son conocidos por sus propiedades antioxidantes y por mejorar la salud cardiovascular, su consumo excesivo puede alterar el equilibrio de la microbiota intestinal. La microbiota es el conjunto de microorganismos que viven en nuestro intestino y juega un papel fundamental en nuestra salud general.
Vidales explica que estos alimentos contienen compuestos bioactivos que, en exceso, pueden alterar la flora intestinal y favorecer la proliferación de bacterias no deseadas. A pesar de que el cacao, en su versión más pura, es rico en polifenoles que pueden ayudar a mejorar la composición de la microbiota, su consumo excesivo puede generar un desequilibrio, sobre todo en personas que ya tienen problemas digestivos o sensibilidad intestinal.
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Lo mismo ocurre con el té y el café. Aunque en su justa medida pueden ser beneficiosos para el intestino, un exceso de estas bebidas puede causar inflamación o alterar la digestión, afectando la salud intestinal de manera negativa.
Una de las recomendaciones clave que la doctora Vidales da a sus pacientes es la práctica de los semiayunos. Estos ayunos parciales, que consisten en dejar de comer durante un período de al menos 12 horas entre la cena y el desayuno, permiten que el sistema digestivo descanse y regenere sus células. La nutrigenética de Vidales resalta que este proceso de regeneración celular es esencial para mantener una microcinta equilibrada.
Los semiayunos no solo ayudan a mejorar la digestión, sino que también favorecen la eliminación de toxinas del organismo y la regeneración de bacterias beneficiosas. Cuando el organismo no está constantemente ingiriendo alimentos, tiene tiempo para eliminar las bacterias dañinas y favorecer la proliferación de aquellas que son beneficiosas para el intestino.
La experta insiste en que llevar un ritmo de alimentación más pausado y respetuoso con los ciclos naturales del cuerpo tiene un impacto directo en nuestra salud intestinal y en el funcionamiento general del organismo. De hecho, asegura que estos períodos de descanso son fundamentales para restaurar y mantener un equilibrio saludable en la microbiota.
La dieta: esencial en el equilibrio de la microbiota
Para la doctora Vidales, la clave para mantener una microbiota sana y equilibrada está en la alimentación. Si bien el cacao, el té y el café pueden ser parte de una dieta saludable en cantidades moderadas, es fundamental acompañarlos de una dieta rica en fibra, vegetales, frutas y alimentos fermentados. Alimentos como el yogur, el kéfir y el pescado azul son esenciales para promover el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino.
Vidales también advierte sobre los peligros de los alimentos ultraprocesados, el exceso de alcohol y el consumo de medicamentos innecesarios, que pueden alterar el equilibrio de la microbiota.
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Según la especialista, estos factores pueden desencadenar una inflamación sistémica que afecte a diferentes órganos, desde el intestino hasta la piel, y contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas.
Otro factor importante que la doctora Vidales subraya es el estrés. En su opinión, el estrés constante puede tener un impacto devastador en la salud intestinal. El estrés altera la función digestiva, favorece la inflamación y puede cambiar la composición de la microbiota, favoreciendo el crecimiento de bacterias nocivas. Es por eso que recomienda prácticas de relajación y autocuidado, como la meditación o el ejercicio moderado, para reducir el impacto del estrés en el cuerpo.
Equilibrar el consumo de cacao, té o café
Aunque la doctora Vidales señala que estos productos no son inherentemente dañinos para la salud, su consumo debe ser controlado. La clave está en la moderación. En lugar de abusar de estas bebidas, es recomendable optar por versiones más puras y evitar las mezclas comerciales llenas de azúcares y aditivos.
Además, la especialista sugiere acompañar el consumo de estos productos con una dieta equilibrada y practicar los semiayunos para darle al organismo el tiempo necesario para procesar y regenerar su microbiota.
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Recuerda que cada persona es única y lo que funciona para unos puede no ser adecuado para otros. Si tienes dudas sobre cómo adaptar tu dieta o tus hábitos alimenticios, lo mejor es consultar con un especialista en nutrición o medicina integrativa. Tu salud intestinal es clave para tu bienestar general.
