Texas lanzó una campaña con carteles panorámicos a un costo de $100,000 en México y Centroamérica para advertir de los riesgos de cruzar la frontera al estado ilegalmente, como terminar en la cárcel o sufrir asalto sexual.
“Estamos aquí para mostrar la verdad a los inmigrantes que están pensando en venir, la verdad acerca de los traficantes que agreden a tantas mujeres y niños en el camino”, dijo el gobernador de Texas Greg Abbott el jueves en una conferencia de prensa realizada en un rancho privado en Eagle Pass.
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Unos 40 carteles panorámicos comenzaron a aparecer el miércoles en importantes rutas migratorias en México, El Salvador, Guatemala y Honduras advirtiendo a los migrantes que entrar sin documentos a Estados Unidos a través de Texas acarrea el riesgo de ser encarcelados por las autoridades texanas o federales y de sufrir violación a manos de los traficantes que los llevan a cruzar la frontera.
Al mismo tiempo el estado ha estado comprando ranchos para usarlos posiblemente como campamentos de deportación masiva y Abbott busca casi $3,000 millones para iniciativas fronterizas.
Un cartel advierte que esposas e hijas “pagarán el viaje con su cuerpo”. “¿Cuánto pagó para que violaran a su hija?”, dice otro. “Muchas niñas son violadas por los coyotes que usted contrata”.
Uno más: “Peligro. Si cruza a Texas ilegalmente, lo lamentará para siempre”.
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“(Los carteles) informan a los posibles inmigrantes ilegales de la realidad de lo que les pasará si tratan de entrar a Texas ilegalmente”, dijo Abbott.
“Cuentan las historias de horror del tráfico humano”, dijo Abbott. “El mensaje es: no se arriesguen a hacer un viaje peligroso solo para ser arrestados y deportados”.
Alrededor del 85% de los inmigrantes indocumentados en Texas provienen de México y Centroamérica.
Honduras, El Salvador y Guatemala son tres de los cinco principales países de origen, de acuerdo con Migration Policy Institute.
Los carteles estarán en varios idiomas, entre ellos español, ruso, chino y árabe, dijo Abbott.
En México, principalmente a lo largo de la frontera con Texas, los carteles advierten a los migrantes de las repercusiones legales una vez que crucen el Río Grande.
“Alto”, dice uno, con letras sobre una fotografía de unas manos esposadas. “Si cruza la frontera ilegalmente a Texas, será encarcelado”.
Abbott dijo que Texas “ha hecho y continuará haciendo todo lo que sea necesario para controlar la inmigración ilegal”, arrestando decididamente a los inmigrantes indocumentados en Texas y colaborando con el presidente electo Donald Trump en sus planes de deportación masiva.
El mensaje plasmado en los carteles panorámicos se enfoca más en el riesgo de sufrir abuso sexual a manos de los traficantes que de ser arrestados por las autoridades, lo cual tiene por objeto disuadir a los migrantes de siquiera pensar hacer el viaje a Texas, enfatizó Abbott.
“Hay una crisis de asalto sexual de la que casi no se habla que afecta a las mujeres y a los niños que migran hasta la frontera de Texas”, dijo Rose Luna, directora ejecutiva de Texas Association Against Sexual Assault, una organización de defensa de las víctimas.
Luna habló junto con Abbott en Eagle Pass.
“Reconocer este problema y sus profundas consecuencias en las sobrevivientes no solo es crucial; es nuestra responsabilidad. Las anécdotas de mujeres que han hecho este trayecto son demoledoras”.
Luna dijo que hace unos años hizo una presentación en un centro migratorio en el condado de Williamson, al norte de Austin, y que quedó pasmada por las mujeres que hicieron fila para contarle sus historias de la violencia que sufrieron a manos de los traficantes en su trayecto a Texas.
“Fue desgarrador”, dijo Luna el jueves.
“Una de ellas dijo que en el viaje sufrió la misma violencia de la que trataba de escapar. Esto es un recordatorio de que en este viaje hay daño y sufrimiento”.
Kimberly Wall, una de los dueños del rancho en Eagle Pass, dijo que en el último año han sido halladas tres personas asesinadas en su propiedad.
Los propietarios también han encontrado mujeres “golpeadas y violadas frente a nuestra casa, dejadas morir en zanjas de desagüe”.
“Incluso da miedo salir de su propia casa y disfrutar su propiedad”, dijo Wall.
“Da miedo cuando una no puede andar en su propia finca, y que le digan que si lo hace, cargue una pistola para protegerse, porque no sabe si va a ser atacada por alguno de los hombres que se esconden en los arbustos”.
Es difícil obtener estadísticas de cuántas inmigrantes indocumentadas han sido asaltadas sexualmente en su viaje a Estados Unidos.
Organizaciones de defensa como Amnesty International han dicho que las más vulnerables son las mujeres y niñas que viajan con los traficantes.
Investigaciones por diferentes medios de prensa han descubierto cientos de reportes de mujeres afectadas.
Abbott reveló el plan menos de un mes antes de que la Legislatura empiece a discutir el presupuesto estatal, incluyendo su petición de más fondos para la Operación Lone Star de seguridad fronteriza, que ya ha costado a los contribuyentes $11,000 millones.
En el evento con el gobernador el jueves estuvieron el ‘zar’ fronterizo de Texas Mike Banks, el director del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) Freeman Martin, el general adjunto de Texas mayor Thomas Suelzer, Luna de Texas Association Against Sexual Assault, y los propietarios del rancho mencionado, Kimberly y Martin Wall.
En la página de Abbott en Facebook se puede ver una grabación del evento.
Abbott estuvo al centro de la atención nacional este año cuando se negó a cumplir la orden del gobierno federal de retirar las boyas y alambre de púas que había instalado el estado en el Río Grande, que forma la frontera de Texas con México.
Su lucha empezó años antes.
Abbott lanzó la Operación Lone Star en marzo de 2021 desplegando soldados de la Guardia Nacional y agentes de la policía estatal en la frontera con México, diciendo que estaba harto con la política migratoria del presidente Joe Biden.
El objetivo de la operación era dificultar el cruce de la frontera instalando alambre de púas y otras barreras a lo largo del río.
En el marco de la operación, las autoridades policiales comenzaron a arrestar a personas sospechadas de ser inmigrantes indocumentados bajo cargos de invasión de propiedad privada y otros delitos estatales.
Para la próxima sesión legislativa, que empieza en enero, Abbott quiere más dinero para sufragar las operaciones de seguridad fronteriza hasta 2027, lo que incluye transporte de migrantes en autobuses, barreras, centros de procesamiento de migrantes y un empleado de tiempo completo para administrar ese dinero.
Los críticos dicen que la petición del gobernador —dinero que sería asignado al fondo de Abbott para desastres— le daría demasiado poder de discreción sobre demasiado dinero público para gastar en programas que consideran peligrosos e ineficaces.
Pero funcionarios de la oficina de Abbott apuntan a una caída en el número de cruces como prueba de que el programa ha sido exitoso.
El anuncio de esta semana se produce después de que el estado adquirió un rancho en Rio Grande City en el condado de Starr.
Funcionarios de Texas lo ofrecieron como centro de detención de migrantes para ayudar a la entrante administración Trump en su propuesta de deportación masiva.
En sus terrenos ya han sido erigidas porciones de la valla fronteriza.
La comisionada de Tierras de Texas Dawn Buckingham dijo que el estado está buscando más terrenos para asistir en la iniciativa federal.
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