Durante mucho tiempo, invertir en arte fue visto como algo excéntrico y exclusivo de unos pocos entendidos. Sin embargo, según aseguran los expertos en el tema, cuando la operación se aborda con estrategia y conocimiento puede convertirse en una de las inversiones más emocionantes, además de rentable.
Si alguna vez consideraste comprar una obra maestra o la posibilidad de diversificar tus activos de una manera única, es importante que sepas que es más accesible de lo que imaginás.
Sin embargo, antes de lanzarte a este tipo de inversión es fundamental evaluar tanto los beneficios como los riesgos. Con paciencia, investigación y una adecuada comprensión del mercado, es posible construir una valiosa colección de arte.
No obstante, es esencial tener en cuenta que, a diferencia de otras inversiones, el arte no es un activo líquido y su valor puede resultar impredecible.

Invertir en arte: ¿cuáles son los beneficios y los riesgos?
Invertir en arte se convirtió en una opción cada vez más atractiva tanto para coleccionistas apasionados como para inversores que buscan diversificar sus activos. Con su mezcla de valor financiero y significado cultural, el arte ofrece una serie de ventajas que van más allá de lo económico:
. Valoración a largo plazo:
A diferencia de otros activos como las acciones o los bienes raíces, el arte tiene la capacidad de incrementar su valor de manera significativa con los años. Las obras de artistas consagrados, en especial las de aquellos que ya no están entre nosotros, tienden a ganar valor debido a su creciente rareza.
En este punto, cabe destacar la experiencia del coleccionista argentino de arte, Gustavo Bruzzone, quien a comienzos de los 90’ se fue haciendo de obras de artistas a los que se conoce como “La generación del Rojas” (por la galería creada en 1989 en el CC Rojas de la UBA). Con el paso del tiempo esas piezas se fueron valorizando, incluso a nivel internacional. Su valor aumentó, las “inversiones de riesgo” se capitalizaron y hoy esas obras, escasas, valen entre 10 y 20 veces más que su valor original.
Según detalló el mismo Bruzzone a Clarín, la clave fue “saber oír lo que decían los artistas y seguir el criterio del artista plástico y curador argentino Jorge Gumier Maieren. Él decía que se trataba de jóvenes artistas que estaban generando un cambio de propuestas; efectivamente ese cambio se consolidó y dinamizó el mercado del arte local”.
. Diversificación de cartera
A diferencia de los mercados tradicionales, el mercado del arte no está directamente vinculado a las fluctuaciones de las bolsas de valores, lo que lo convierte en un refugio seguro durante tiempos de incertidumbre económica.
. Inversión emocional y cultural
Cada obra de arte cuenta una historia, transmite emociones y refleja una visión única del mundo. Como coleccionista, tenés la oportunidad de convivir con piezas que te inspiran, te conmueven o incluso te provocan reflexión. Este componente emocional, intangible y profundo, a menudo supera cualquier interés puramente económico.
La directora de la galería Tokonoma y presidenta del espacio Central Affair, Oli Martínez, “El mejor consejo que podría darles es que, sin perjuicio del resultado de la inversión, comprar arte mejora la calidad de vida. Una casa con obras de arte es una casa singular, con una identidad muy personal y que nos permitirá disfrutarlas todos los días de nuestra vida si realmente nos gustan, invirtiendo mucho menos que las grandes cifras que, a veces, se gastan en mobiliario y objetos de decoración”, destacó.
. Apoyo a los artistas y a la creación
Comprar una obra significa contribuir al desarrollo de la carrera de un artista y mantener vivo el mercado del arte. Para muchos coleccionistas, esta dimensión ética y cultural tiene tanto valor como el aspecto financiero de la inversión.
“Adquirir una obra de arte es una experiencia satisfactoria en muchos niveles, también es invertir y apostar por la carrera de un artista, en cultura, y en una pieza con la que se va a convivir, más allá de si se la compra o no como inversión”, sostuvo Josefina Hagelstrom, directora de Casa Equis que funciona dentro de Central AFFAIR, en Galerías Larreta.

Pero, como cualquier inversión, el mercado del arte también tiene sus riesgos:
. Volatilidad:
El precio de una obra de arte depende de la oferta y la demanda, lo que significa que su valor puede fluctuar considerablemente. Si necesitás vender rápidamente, es posible que no obtengas la ganancia que esperabas o incluso que pierdas dinero.
. Falta de liquidez:
A diferencia de las acciones o los bonos, las obras de arte no siempre pueden venderse con rapidez. Puede tomar meses o incluso años encontrar un comprador interesado, lo que significa que el dinero invertido en arte no siempre está disponible en situaciones de emergencia.
. Costos altos:
La compra y venta de arte involucra comisiones de casas de subastas y galerías, además de otros gastos adicionales como el seguro, el transporte, la restauración y el almacenamiento. Todos estos costos pueden reducir significativamente tus ganancias, especialmente si invertís en obras de arte de menor valor.
Los 5 claves para empezar a invertir en arte y hacer crecer tu dinero
Si estás decidido a invertir en arte, antes deberías tener en cuenta ciertos aspectos para que el objetivo sea lo más cercano a tus expectativas como sea posible. A continuación, 5 tips para tener en cuenta:
- 1. Elegir un tipo de arte que te guste:
Invertir en arte es mucho más que un simple negocio. Si elegís obras que te fascinen, estarás más involucrado en el proceso y tomarás decisiones más informadas.
“Lo primero que les recomendaría es que se sientan emocionalmente vinculados con la obra. No se trata solo de una transacción financiera; el arte es algo con lo que vas a convivir. Comprar una obra sin sentir algún tipo de conexión con ella puede hacer que la experiencia de inversión sea menos satisfactoria”, sostuvo a Clarín el coleccionista de Arte Contemporáneo, consultor Financiero y CEO de Alprestamo, Pablo Blanco.
“Salvando las distancias, es lo mismo que le diría a una persona que quiere comprar un activo financiero: no inviertas en acciones o bonos de una empresa o de un país en los que no confiarías como socio“, amplió. En este sentido, su consejo es que antes de empezar, se tome una decisión estratégica que puede ir en dos direcciones:
- Adquirir obras de artistas consagrados: en este caso, ya existe un mercado establecido y lo más importante es informarse sobre la trayectoria del artista y la evolución de los precios de sus obras.
- Invertir en arte emergente: el análisis debe enfocarse en la proyección del artista, su trayectoria, su participación en exposiciones, premios, ferias y los espacios donde ha exhibido su trabajo.
“Ambas estrategias pueden generar muy buenos resultados, pero requieren información y seguimiento del mercado del arte”, indicó Blanco.
- 2. Empezar con presupuestos bajos:
No necesitás gastar una fortuna para comenzar. Hay muchas obras accesibles de artistas emergentes o poco conocidos que podés adquirir. Esta es una excelente manera de familiarizarte con el mercado sin asumir grandes riesgos.

Según detalló Blanco, “existen obras excelentes para comenzar una colección desde los $120.000 a $300.000. En este rango se pueden encontrar desde pequeñas piezas de artistas ya establecidos, como obras de artistas jóvenes que están realizando sus primeras ventas”.
Además explicó que “a medida que se adquiere experiencia y conocimiento en el mercado del arte, se puede subir al siguiente nivel, con obras en el rango de hasta U$S 3.000, para luego considerar inversiones de mayor envergadura”.
“Y no hay que descartar la posibilidad de negociar. En muchos casos, hacer una contraoferta al precio inicial puede generar un acuerdo beneficioso para ambas partes. Personalmente, muchas de mis adquisiciones fueron pagadas en cuotas, lo que permitió acceder a obras que de otra manera no habría podido comprar”, apuntó.
En tanto, Hagelstrom contó que “en Casa Equis buscamos fomentar el nuevo coleccionismo, es decir despertar interés en personas que a lo mejor ni siquiera sabían que lo tenían. Trabajamos con artistas emergentes, por eso tenemos obras a precios accesibles dentro del mercado y mucha variedad de estilos y formatos, para que quien busque comprar su primera obra o empezar de a poco su colección tenga opciones, desde pinturas y esculturas hasta dibujos, grabados y collages”.
- 3. Aprender todo lo que se pueda:
El conocimiento es poder. Investigá sobre los movimientos artísticos, las técnicas, los materiales y los artistas. Leé libros, blogs y seguí canales de YouTube sobre inversión en arte. Cuanto más sepas, mejores decisiones tomarás.
En este punto, Blanco aconsejó “analizar la trayectoria del artista y su presencia en el circuito de galerías y ferias. Estudiar la evolución de sus precios en el mercado secundario (subastas y reventas), y observar las tendencias del arte y los movimientos que están en auge”.
“El arte es una inversión particular: no solo importa la obra en sí, sino también la historia del artista, las tendencias y la demanda del mercado. Si logramos entender cómo se mueven estas variables, podemos hacer una excelente inversión. Pero nunca hay que perder de vista que el arte también debe emocionar: debemos vibrar con la obra y querer convivir con ella”, indicó.
- 4. Trabajar con expertos:
Contar con la asesoría de marchantes de arte, tasadores, historiadores o críticos te ayudará a entender el mercado y las tendencias emergentes. Los expertos pueden orientarte sobre qué obras tienen el potencial de revalorizarse, además de aconsejarte sobre cuándo comprar o vender para maximizar tus ganancias.
Por su parte, Martínez explicó que “invertir en arte es algo un poco más sofisticado y lo que le recomendaría a quien esté interesado en hacerlo es que se asesore previamente, que lo haga con una persona que le resulte confiable y que tenga conocimiento del mercado”.
“Visitar galerías de arte y no dudar en hablar con el galerista si una obra le interesa, aunque no pueda comprarla inmediatamente, ya que será un aliado para asesorarlo y para llegar a concretar la compra deseada”, destacó.
- 5. Ser paciente y observar el mercado:
El arte puede tardar años en alcanzar su máximo valor. Una vez que adquieras una obra, es importante que observes cómo evoluciona el mercado. Las oportunidades de compra y venta no siempre son inmediatas, por lo que tener paciencia es clave para hacer crecer tu inversión.
La presidenta de Central Affair destacó que a lo largo de su carrera trabajó con muchos artistas que lograron un gran ascenso en su cotización y con clientes que en pocos años consiguieron duplicar el valor de lo invertido.
Invertir en arte por primera vez: ¿qué tipo obra recomiendan elegir?
Para los principiantes, lo mejor es enfocarse en arte contemporáneo de artistas emergentes. Las obras de artistas consagrados suelen ser caras y conllevan un alto riesgo. En cambio, las piezas de artistas nuevos tienen un mayor potencial de apreciación con el tiempo, especialmente si se destacan por su estilo único.
Un detalle importante: como regla general no deberías gastar más del 10% de tu presupuesto total en una sola obra de arte. Esto te dará la flexibilidad de diversificar tu colección y evitar sobrecargar tu presupuesto en una sola inversión.

“Si bien la compra dependerá de la persona, de sus gustos y objetivos, a alguien joven le aconsejaría comprar artistas de su misma generación, que pueda acompañarlos en el desarrollo de su carrera a lo largo del tiempo, lo cual redundará en agregar valor a la carrera del artista, de su obra y también a su inversión”, recomendó la presidenta de Central Affair.
Por su parte, el coleccionista Pablo Blanco sugirió: “el mejor punto de partida es comprar lo que realmente te gusta. Si bien es recomendable asesorarse y aprender sobre el mercado, al comienzo no es necesario tener una estructura de colección definida”.
En tanto, recomendó que para dar los primeros pasos habrá que Investigar la trayectoria del artista y su proyección. Consultar con coleccionistas y expertos para entender tendencias y valoraciones. Recorrer ferias y galerías para conocer distintas propuestas y familiarizarse con el mercado.
“Con el tiempo, cada coleccionista desarrolla su propio criterio y enfoque. En mi caso, empecé comprando de manera intuitiva, sin un eje claro, hasta que decidí concentrarme en artistas locales y contemporáneos dentro de un rango de edad determinado. Busqué a aquellos con los que pudiera interactuar directamente o, al menos, comprender su búsqueda artística. Esto me llevó a experiencias muy enriquecedoras, tanto en lo personal como en la construcción de mi colección, permitiéndome conocer artistas, galeristas y un mundo apasionante”, concluyó.
¿Dónde se pueden adquirir obras de arte en Buenos Aires?
Buenos Aires tiene una oferta artística muy amplia y de calidad. Un punto de partida son las galerías de arte, ya que allí no solo se puede comprar, sino también preguntar y aprender sobre los artistas y el mercado. El circuito porteño de galerías es muy vasto y trabaja en su mayoría con el mercado primario, es decir, con obras que van directamente del artista al comprador.
Argentina tiene una producción artística vibrante, y recorrer el circuito de arte de Buenos Aires permite encontrar piezas que se ajusten a distintos presupuestos y estilos. Algunos espacios recomendados por los expertos consultados incluyen:
- Central AFFAIR, ubicado dentro de las Galerías Larreta (Florida 971), donde se puede encontrar una oferta curada profesionalmente.
- Ferias de arte, como arteBA, BA Photo, MAPA, BADA, AFFAIR y las ferias del interior, que permiten el contacto directo con artistas y galeristas.
- Espacios culturales y exhibiciones itinerantes, que pueden ofrecer oportunidades de inversión en artistas emergentes.
LN