De la mano de Silvia Escribano, promotora del bienestar integral, aprendemos algunas claves para fomentar el autocontrol y la disciplina que son aplicables a la crianza.
Publicado por Rubén García Díaz
Periodista especializado en parenting, infancia y crianza
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Hay consejos que no tienen por qué estar enfocados de manera específica en la crianza que son perfectamente aplicables a esta. Esto es lo que ocurre con buena parte de las reflexiones, aprendizajes y tips que se recogen en ‘El bienestar egoísta’, el libro colaborativo liderado por Silvia Escribano, promotora de bienestar integral, escrito en forma de guía para ayudar a encontrar el camino hacia la vida plena y feliz.
Hace pocos días publicamos un reportaje en el que profundizábamos en el motivo real por el que es importante que tus hijos vean que también necesitas tiempo para ti, y lo hacíamos con los aprendizajes y reflexiones de ‘El bienestar egoísta’ como piedra angular del texto.
En este caso, hacemos lo propio con otra de las lecciones de vida aplicables a la crianza de los hijos que se extrae de la lectura de este libro editado por Pinolia: cómo fomentar el autocontrol y la disciplina en los niños desde una edad temprana. Siempre con esa mirada a largo plazo que tiene como meta alcanzar un estado de plena felicidad.
La disciplina es parte de la felicidad
Según Silvia Escribano y las autoras que colaboran en ‘El bienestar egoísta’, “la felicidad y el bienestar se basan entre otras muchas cosas en la disciplina, constancia y responsabilidad para con nosotros mismos”. Es decir, la disciplina y la felicidad son conceptos afines y no antagónicos.
Para encontrar la felicidad, la disciplina bien entendida es una aliada porque ayuda a perseverar. “La felicidad no es un regalo, es un mérito. No podemos ser felices si no trabajamos para serlo. No podemos ser felices si no tenemos salud. No podemos tener salud si no la cultivamos”, reflexiona en su libro Silvia Escribano.
Esta cadena es un ejemplo muy interesante que se puede extrapolar a la crianza de los hijos para entender por qué es importante enseñarles que tener cierta disciplina les va a ayudar en la vida en su objetivo esencial, que es el de ser más felices. Y lo hará porque incluso para el descanso, que es parte esencial de la felicidad, la disciplina es un factor con un gran impacto en ello. “Muchos y muchas pensarán que descansar es sencillo, pero no están en lo cierto. El descanso también requiere disciplina y compromiso”, se lee en el libro.
No cualquier tipo de descanso, sino un descanso real, efectivo, que requiere de nuestro compromiso, de nuestra disciplina. “Con descanso no me refiero a horas de sofá o de ver la televisión, me refiero a dormir. Mientras dormimos ocurren una serie de procesos imprescindibles para nuestro organismo, para que nuestro cuerpo y mente estén preparados al día siguiente para continuar con la actividad cotidiana”, reflexiona Silvia Escribano.
Cómo fomentar el autocontrol y la disciplina
Una vez comprendido que la disciplina también es una herramienta positiva de cara a la búsqueda de la felicidad, tanto con uno mismo como con los hijos e hijas, Silvia Escribano tiene claro que la forma de inculcarla de forma positiva, así como el autocontrol, muy vinculado a la disciplina, es el mindfulness.
Esta filosofía de vida, dice Silvia Escribano en las páginas de ‘El bienestar egoísta’, “se refiere a la práctica de prestar atención de manera consciente y sin juicio a la experiencia presente, y se ha convertido en un enfoque importante en la psicología clínica, la medicina y otras disciplinas, como una forma de ayudar a las personas a manejar el estrés, la ansiedad y mejorar su bienestar emocional y mental”.
Para Escribano, el mindfulness ayuda al ser humano, con independencia de su edad, de múltiples formas. “Es una práctica beneficiosa y positiva”, dice. Sin embargo, añade también, “no existe una sola manera de practicarlo”, lo cual tampoco tiene por qué ser negativo.
Eso sí, en cualquier caso, sea cual sea el camino escogido para aplicar el mindfulness en tu vida y para enseñar a tus hijos e hijas esta filosofía de vida, “como toda habilidad nueva que queremos adquirir o desarrollar, se logra con la práctica continua, y puede ser beneficiosa como parte de un enfoque integral para la salud mental”, reflexiona Silvia Escribano.
Aquí te damos cinco consejos para hacer mindfulness en casa con tus hijos.
Beneficios específicos del mindfulness
En ‘El bienestar egoísta’, Silvia Escribano comparte una lista de los principales beneficios del mindfulness para la vida, tanto la de una persona adulta como la de un menor de edad que es capaz de aplicar los principios de esta filosofía de vida, algo que se consigue, entre otras vías, a través del autocontrol y la disciplina.
Reduce el estrés
“Nos ayuda a ser conscientes del momento presente y a desarrollar una relación más saludable con el estrés”, dice Silvia Escribano.
Alivia la ansiedad
El mindfulness, expone la experta, “puede reducir los síntomas de ansiedad al permitirnos observar nuestros pensamientos”.
Mejora la depresión
Lo hace, según Silvia Escribano, “al aumentar la conciencia de los estados emocionales y permitirnos manejar los pensamientos y emociones de manera más saludable”.
Mejora el bienestar emocional
Si se practica de manera regular esta filosofía de vida, “puede llevar a una mayor satisfacción y bienestar emocional al ayudar a enfocarnos en las experiencias positivas y a desarrollar una actitud más positiva hacia la vida”, se lee en ‘El bienestar egoísta’.
Mayor concentración y atención
“La atención plena implica la práctica de prestar atención de manera consciente y enfocada en el momento presente”, dice Silvia Escribano en su libro. “Esto puede ayudarnos a mejorar la concentración y la atención, lo que es beneficioso en la vida diaria y en el trabajo”, añade.
Reduce la reactividad emocional
Además de todo lo anterior, el mindfulness puede ayudarte a ti y a tus hijos “a responder de manera más equilibrada y menos impulsiva a situaciones emocionalmente desafiantes”, concluye Silvia Escribano.