Ya a fines de noviembre, tras las elecciones presidenciales, la prensa estadounidense se preguntaba quién era el vicepresidente electo: Elon Musk o JD Vance. Aunque Donald Trump había prometido al hombre más rico del mundo un cargo destinado a crear un gobierno más eficiente, la creciente participación de Musk en las decisiones del próximo mandatario comenzaba a opacar el rol del compañero de fórmula del republicano.
Y esta semana el protagonismo del CEO de Tesla y SpaceX, además de propietario de X, no ha hecho más que aumentar los cuestionamientos sobre el verdadero rol de Musk en la próxima administración. Así lo dejó de manifiesto el diario The Washington Post, que destacó que el enorme papel que desempeñó el multimillonario tecnológico no electo en el rumbo del gobierno federal hacia un posible cierre alarmó a diversos sectores. “Esta semana, los críticos del hombre más rico del mundo dicen que ha obtenido un nuevo título: ‘presidente en la sombra’ de Estados Unidos”, destacó el periódico.
Los demócratas y algunos republicanos, indica el diario The Economic Times, están llamando a Elon Musk “presidente” después de que encabezara la campaña contra un proyecto de ley de financiamiento gubernamental respaldado por los republicanos, lo que posiblemente provocaría un cierre del gobierno federal durante las vacaciones.
Tanto Trump como Musk se oponen a un plan inicial para financiar al gobierno federal los primeros meses de 2025, al tiempo que el presidente electo exige a los legisladores que resuelvan el tema del límite de endeudamiento de Estados Unidos antes de que él asuma en enero.
En cuestión de horas, el miércoles, Musk utilizó su poderosa cuenta X para presionar a los republicanos de la Cámara de Representantes para que torpedearan un proyecto de ley de gastos que habría mantenido abierto al gobierno federal durante tres meses. Los rápidos mensajes de Musk, que incluían numerosas afirmaciones falsas sobre el contenido del proyecto de ley de gastos, rebotaron en Washington, donde algunos legisladores informaron que sus líneas telefónicas estuvieron sonando todo el día con llamadas de electores que vieron las publicaciones de Musk.
Más de 12 horas después de la primera publicación de Musk en la que llamaba a los legisladores a no aprobar el proyecto de ley, Trump y el vicepresidente electo JD Vance también emitieron una declaración en contra de la legislación, y los republicanos de la Cámara de Representantes desecharon el acuerdo, destacó el Post.
Musk mantuvo la ola de publicaciones críticas durante todo el jueves mientras los republicanos de la Cámara de Representantes se apresuraban a encontrar una alternativa. Finalmente, los republicanos agregaron un aumento del techo de la deuda de dos años (una demanda clave de Trump) a una versión reducida del proyecto de ley original que Musk había criticado como “uno de los peores proyectos de ley jamás escritos”, aunque la diferencia de costo entre los dos fue solo marginal.
Ya el miércoles por la noche, las dos palabras “Presidente Musk” fueron tendencia en la cuenta de Musk (antes conocida como Twitter) y otras plataformas de redes sociales, después de que el multimillonario tecnológico ayudara a frustrar el proyecto de ley de financiamiento gubernamental creado por el Partido Republicano.
El exrepresentante republicano Adam Kinzinger llamó a Musk presidente y a Trump vicepresidente, y también agradeció a Dios por no estar más en el Congreso. Hizo estas declaraciones mientras aparecía en un panel de CNN para hablar sobre la enorme presión de los republicanos contra el proyecto de ley de gastos.
Según el Post, el enorme papel de Musk al llevar al gobierno federal a un posible cierre antes de Navidad ha alarmado a demócratas, académicos y grupos de vigilancia, mientras que algunos republicanos dijeron que su intervención fue desinformada.
La indignación repercutió en X. La representante Zoe Lofgren (demócrata por California) publicó una imagen generada por inteligencia artificial que mostraba a Musk manejando una marioneta de Trump. El Partido Republicano “le ha dado tanta influencia sobre cada decisión que toma”, dijo Frost al Washington Post el jueves. “O tienen miedo o se han doblegado y le han jurado lealtad al hombre más rico de la Tierra”.
Muchos grupos de vigilancia han expresado su preocupación por la posibilidad de que Musk abuse de su acceso a Trump y de su papel en la definición de la agenda republicana, en un momento en el que es objeto de múltiples investigaciones gubernamentales y parte en muchos contratos gubernamentales lucrativos.
Musk tiene conflictos de intereses debido a la dependencia de sus empresas del gobierno, dijo Martin Gilens, profesor de políticas públicas en la UCLA que ha estudiado la desigualdad económica en la influencia política. “Es una especie de tormenta perfecta, en el sentido de que no fue elegido y ocupa una posición aparentemente muy influyente, por lo que eso es problemático para empezar”, comentó al Post.