Consumir alimentos altos en grasas y azúcares puede generar molestias como gastritis, colitis o reflujo, y, a largo plazo, derivar en enfermedades crónicas, señala experta.
2024-12-16
Por revistaeyn.com
Las fiestas de fin de año trae consigo momentos de alegría, convivencia y, en muchas ocasiones, excesos en la alimentación. Esta época es conocida por sus tradicionales platillos ricos en grasas, azúcares y bajos en fibra, características que pueden generar desajustes en la rutina alimenticia y afectar la salud digestiva.
Vivian Jiménez, nutricionista del Grupo Equilibrium, recalca la importancia de mantener hábitos saludables incluso durante las festividades.
“La Navidad no debe ser sinónimo de restricciones ni excesos. Se trata de encontrar un balance, disfrutar de los alimentos típicos sin descuidar nuestra salud y escuchar las necesidades de nuestro cuerpo”, menciona Jiménez.
En su experiencia, muchas personas suelen ayunar o saltarse comidas antes de una cena festiva, lo cual genera descontrol en el apetito y facilita los excesos. Además, destaca que una ingesta desmedida de alimentos altos en calorías vacías, grasas y azúcares puede derivar en molestias digestivas como reflujo gastroesofágico, gastritis, colitis, gases o estreñimiento.
La especialista advierte que estos malestares, aunque comunes y pasajeros, pueden convertirse en afecciones crónicas como el síndrome del intestino irritable o el hígado graso si no se cuida adecuadamente la salud digestiva.
“Cada elección alimentaria tiene un impacto en nuestra salud. Es importante disfrutar, pero también ser conscientes de lo que consumimos, y mantener una alimentación variada y equilibrada durante el día”, explica la nutricionista.
RECOMENDACIONES
Jiménez comparte recomendaciones para cuidar la salud y disfrutar de las festividades de manera consciente:
• Establecer horarios regulares de comida: no saltarse comidas durante el día para evitar llegar con hambre a las cenas festivas.
• Aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra: incorporar frutas, vegetales, alimentos integrales y legumbres como frijoles, lentejas y garbanzos en el menú diario.
• Mantenerse hidratado: beber agua constantemente, especialmente si se consumen bebidas alcohólicas. Colocar recipientes con agua en reuniones puede fomentar su consumo entre los invitados.
• Porciones moderadas: servirse raciones pequeñas y disfrutar lentamente cada alimento para identificar las señales de saciedad.
• Incluir actividad física: dedicar al menos 20 a 30 minutos al día para realizar ejercicios como caminar.
• Elegir frutas adecuadas: priorizar frutas hidratantes como sandía, melón y piña. Para quienes padecen estreñimiento, se recomienda papaya, ciruela y nectarina, evitando manzana, pera y banano.
• Promover ensaladas verdes: acompañar almuerzos y cenas con ensaladas para equilibrar las comidas.
Jiménez también enfatiza la conexión entre la alimentación y el bienestar emocional. “Nuestra microbiota intestinal está directamente relacionada con nuestras emociones. Reflexionar sobre lo que consumimos, cómo tratamos a nuestro cuerpo y aprender a decir ‘no’ cuando no queremos algo, son pasos fundamentales para vivir un diciembre en paz, libre de ansiedad y culpabilidad”, menciona.