Después de una semana de ensueño, llegó la pesadilla. El Real Madrid llegaba a la vuelta de cuartos de final de la Champions con la moral por las nubes después de imponerse por 2-0 en la ida y encadenar otra histórica victoria frente al Barcelona el domingo (1-3), pero pronto se le notaron los nervios en un Emirates Stadium que dibujó una atmósfera que pareció superar a las blancas en el aspecto mental, al igual que hicieron las gunners en lo que al juego se refiere. Eso, junto al escaso dominio de balón y la falta de reacción, en el campo y en el banquillo, son algunos de los motivos de la debacle merengue en Londres…
Sobrepasadas
“Cuenta el aspecto físico y el mental”, admitía Alberto Toril al ser preguntado por el ambiente del Emirates, en el que hubo 22.517 personas que no dejaron de animar a las gunners. La afición entonó a coro el estribillo de The Angel, himno oficioso, y al Madrid le temblaron las piernas, con alguna pérdida delicada en salida de balón en los primeros minutos. Además, el propio técnico blanco señaló: “Nos faltó energía”.
Sin balón
El equipo blanco no sufre especialmente cuando renuncia a la posesión, pero algunas de sus jugadoras sí lo hacen si no tocan el balón con asiduidad. Jugadoras de calidad como Linda o Weir rinden menos en planteamientos defensivos y la noche del miércoles lo volvió a demostrar. La colombiana apenas pudo protagonizar una de sus características arrancadas en la primera mitad, saldada con agarrón —sin amarilla— de Mariona, y sus tiros fueron anulados por posición antirreglamentaria. La escocesa, de vuelta a la que fue su casa, apenas dio 17 pases buenos. Eso sí, levantó el asombro de la grada local con un control con sombrerito a una rival.
Peor juego
Precisamente las estadísticas de pases reflejan el peor juego de un Real Madrid que en la ida dio, según Flashcore, 348 pases buenos de 429 (81% de precisión). En la vuelta, se quedó en 203 de 279 (73%). En la posesión, pasó del 48% de la ida al 34% de la vuelta, mientras que en los remates a portería no se vio tanta diferencia: tres en la ida (y dos tantos), dos en la vuelta.
Sin reacción
Después de encajar los dos goles que empataban la eliminatoria en apenas tres minutos, el equipo blanco no reaccionó. Era un momento en el que las jugadoras más experimentadas debían dar un paso adelante, pero el guion de partido no cambió y el Arsenal siguió dominando y generando una ocasión tras otra. “Nos han pasado por encima en muchos momentos”, admitió Toril en rueda de prensa. Preguntado por los cambios, que no realizó hasta el 76′, con 3-0 en el marcador, argumentó: “En estas eliminatorias hacer modificaciones puede ser un problema, tienes que medir bien lo que haces, porque puede haber prórroga, no puedes descomponer mucho al equipo…“.
Menor fondo de armario
También al hablar de los posibles cambios, Toril aludió al estado físico de la plantilla, en la que actualmente están de baja Teresa, Leupolz, Rocío Gálvez y la portera Chavas. “Hemos tenido lesiones importantes en el medio campo, nuestras dos centrales no tienen sustitutas y hemos llegado justas la verdad”, explicó el entrenador cordobés, que solamente realizó tres cambios, todos en el minuto 76. En ese sentido también se pronunció la técnica de su rival, Renée Slegers: “En la segunda parte hablamos de que tenemos una gran plantilla, muchas jugadoras que pueden entrar y marcar la diferencia para nosotras, mientras que el Real Madrid no. Seguimos empujando, se cansarían en algún momento”.
Así acabó el sueño blanco en la Champions…
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