Business Empresarial.- La llegada de las fiestas de fin de año no solo es un momento para celebrar, sino también una oportunidad para evaluar y analizar las finanzas personales. Y aunque la economía peruana en el 2024 se está recuperando de la contracción del año previo, que respondió a choques climatológicos adversos, protestas sociales y una disminución en la confianza empresarial, todavía se presentan grandes retos económicos que afectan directamente las finanzas personales. El aumento en el costo de vida, las fluctuaciones en el acceso al crédito y el impacto de la inflación subrayan la necesidad de adoptar prácticas financieras sólidas.
Con el fin de que las personas puedan tomar el control de sus finanzas y definir sus objetivos para el 2025, tyba por Credicorp Capital, la plataforma integral de inversiones para clientes del BCP que brinda acceso a oportunidades y productos de calidad mediante tecnología y asesoría, comparte 5 lecciones para hacer un balance financiero de fin de año:
1. Ahorro e inversión: el equilibrio ante la incertidumbre económica
El bajo crecimiento de la economía tiene un impacto negativo en los estándares de vida de los peruanos. Esto ha generado una clara lección: ahorrar sigue siendo importante, pero ya no es suficiente. Es imprescindible que los ahorros no solo permanezcan en cuentas bancarias tradicionales, sino que se conviertan en inversiones que puedan rendir a tasas que superen o, al menos, igualen la inflación. Para lograrlo, la diversificación en opciones de inversión, como fondos mutuos que se adapten al perfil de cada inversor, se ha vuelto una estrategia común y recomendada.
La inflación ha sido uno de los principales desafíos económicos de 2024, y su impacto se ha sentido en los precios de bienes y servicios esenciales. Esto ha generado una clara lección: ahorrar sigue siendo importante, pero ya no es suficiente. Es imprescindible que los ahorros no solo permanezcan en cuentas bancarias tradicionales, sino que se conviertan en inversiones que puedan rendir a tasas que superen o, al menos, igualen la inflación. Para lograrlo, la diversificación en opciones de inversión, como fondos mutuos que se adapten al
perfil de cada inversor, se ha vuelto una estrategia común y recomendada.
2. Presupuestar y monitorear gastos: el pilar de un balance financiero sólido
Otro aprendizaje fundamental ha sido la importancia de establecer un presupuesto personal detallado. Si bien la inflación anual de Lima Metropolitana continúa dentro del rango objetivo del Banco Central de Reserva del Perú, ubicándose en 2.0% en octubre, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), los hogares peruanos han tenido que ajustar sus presupuestos debido a la subida de precios de varios productos. Realizar un
seguimiento de cada gasto ha dejado de ser opcional y se ha convertido en un paso indispensable para entender hacia dónde se dirige el dinero y cómo se puede recortar en áreas menos prioritarias.
3. Fondo de emergencia: la necesidad de estar preparados para lo inesperado
La necesidad de construir un fondo de emergencia sólido ha sido una de las lecciones más destacadas año con año. La inestabilidad laboral y la incertidumbre en la economía peruana han llevado a muchas personas a revaluar la cantidad de dinero que deben guardar para emergencias. Este fondo debería cubrir, al menos, de tres a seis meses de gastos básicos, y ha demostrado ser esencial para enfrentar imprevistos como la pérdida de empleo o emergencias médicas. La importancia de mantenerlo en una cuenta accesible pero independiente de la cuenta corriente se ha reafirmado, garantizando así una red de seguridad financiera para cualquier eventualidad.
Cabe destacar que aquellos que cuentan con esta reserva de emergencia tienen un 45% menos probabilidades de endeudarse en momentos críticos, lo que evidencia la importancia de contar con este fondo como un salvavidas financiero.
4. Educación financiera: un activo invaluable en tiempos inciertos
La capacidad de entender conceptos financieros y hacer elecciones informadas se ha convertido en un activo invaluable. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Capacidades Financieras de la SBS, el 46% de los peruanos cuenta con un nivel medio de educación financiera. A través de recursos gratuitos en línea, podcasts y cursos, la educación financiera ha permitido a los individuos tomar decisiones más calculadas, evitando deudas
innecesarias y optimizando su situación financiera. Esta inversión en conocimiento ha demostrado que la educación financiera no solo es para expertos; es una herramienta accesible y necesaria para todos.
5. Crédito responsable: el poder de la planificación frente a la deuda
La última lección que ha emergido con fuerza es la de utilizar el crédito de manera responsable. La facilidad de acceso al crédito puede ser una trampa si no se maneja con prudencia y responsabilidad, y muchos consumidores han aprendido a valorar la planificación antes de asumir nuevas deudas. En 2024, un enfoque más prudente se ha centrado en entender las tasas de interés y plazos de pago, con el objetivo de evitar sobreendeudamiento. Mantener una relación saludable con el crédito también significa aprovechar sus ventajas, como la acumulación de puntos y recompensas, pero sin poner en riesgo el balance financiero personal.
Estas cinco lecciones fundamentales ofrecen un enfoque para fortalecer el balance financiero personal, proteger el patrimonio y prepararse para un futuro financiero más estable.