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Jordi Blanco, ESPN Deportes11 de dic, 2024, 17:04 ET
Barcelona se lleva una victoria épica en su visita al Borussia Dortmund por la UEFA Champions League.
DORTMUND, Alemania — El Barcelona recuperó la sonrisa en Alemania. Hansi Flick mantiene su estadística inmaculada frente al Borussia Dortmund y el Barça, a la tercera visita, se llevó una victoria (1-2) que le catapulta hacia unos octavos de final de la UEFA Champions League que no tiene aún asegurados… Pero que roza con los dedos.
Flick sorprendió sacando del campo a Robert Lewandowski con empate en el marcador y fue su sustituto Ferran Torres quien acabó por sentenciar esa victoria tan trascendental. Los movimientos del entrenador alemán, a la vista está, no solo mejoran al equipo sino, incluso, le dan vidas extras cuando más lo necesita.
Un partido de dos caras que no vio goles en la primera mitad y contabilizó cinco en la segunda, en la que el equipo azulgrana disfrutó y padeció a partes iguales. Una noche épica. Y sensacional a la vista del marcador.
Pocas veces como en este partido de Dortmund se podría hablar de esa máxima que reza que la verdadera razón del fútbol son los goles. Y es que al dominio y buen juego del Barça durante la primera mitad solo le faltó la guinda del gol para que se pudiera considera considerar su actuación global más que notable.
Insistente en ataque y firme en defensa, donde provocó hasta tres fueras de juego durante la primera parte, el equipo de Flick sometió a un Borussia cuyos dos remates de más peligro salvó un soberbio Iñaki Peña… siendo anulados a efectos oficiales por señalarse (tarde como siempre) fuera de juego. Al margen de ello, la superioridad azulgrana fue tan evidente como preocupante que llegase al descanso con el 0-0 inicial, más aún después de haber rozado el gol hasta en tres ocasiones durante los primeros cuatro minutos y, más tarde, en un envenenado disparo de Lamine Yamal que salvó el meta local.
Daba la sensación que el>b>Barcelona iba madurando un partido que debía llevarse más pronto que tarde en la segunda mitad. Y le costó ocho minutos dar el primer golpe, en un pase interior de Dani Olmo a Raphinha, que se escapó solo, rozando el fuera de juego pero en posición correcta, para anotar el 0-1 que debía, se suponía, catapultarle frente a un Borussia disminuido… Nada fue así.
El equipo alemán de la segunda mitad no se pareció en casi nada al de la primera. Le plantó cara, le presionó arriba y respondió a cada embestida del Barcelona. Así tardó solo siete minutos en empatar, de penalti y por medio de Serhou Guirassy, tras el claro e inocente empujón de Cubarsí.
Vuelta a empezar, ya se convirtió el partido en un intercambio de golpes, sin centro del campo, sin control ninguno y sospechándose que un gol podía y debía definir el duelo.
La suerte fue azulgrana, tras el triple cambio y con protagonismo especial de los recién entrados Fermín, cuyo remate rechazó el meta, y Ferran, quien remachó a la red un 1-2 que abrazaba el triunfo… Y del que disfrutó el Barcelonasolo tres minutos.
Hasta que erró en su apuesta por el fuera de juego y Guirassy marcó un desesperante 2-2. ¿Y vuelta a empezar? Ahí sufrió, supo hacerlo, el Barça, controlando las embestidas fueiosas de un Borussia dispuesto a todo por llevarse una victoria que le catapultase…
Y en esas, a la contra, a lo loco, sin cuartel pero con idea, Lamine Yamal, espectacular, contempló la carrera y desmarque de Ferran y le regaló un pase enorme, que el delantero valenciano convirtió en el 2-3.
De ahí al final se siguió sufriendo, pero el aBrça supo mantener mejor el control que en otras ocasiones. Si es verdad que no hay manera, parece, de disfrutar de un partido tranquilo en las últimas semanas, también es cierto que el Barça de Flick sigue creciendo. Y aprendiendo.
Y, en Europa, de momento, disfrutando.