Casita Michi es un negocio hispano que nos lleva por un viaje de aroma gracias a las velas y fragancias que venden.
La idea de este emprendimiento nación durante la pandemia.
“Durante la pandemia ya no tenía trabajo, mi primer negocio que empecé hace 20 años, bueno se fue para abajo y yo estaba buscando algo qué hacer en la casa”, indicó Michelle Barrionuevo Mazzini, dueña de Casita Michi.
Michelle es la creadora de este concepto aromático para el hogar, el nombre de su negocio surge del diminutivo de Michelle.
“Siempre me han gustado las velas, pero me puse a pensar, yo no veía velas en los mercados ni en línea que tenían frases en español, frases un poco empoderadas pero también chistosas”, explicó Michelle.
Y de allí aromas de velas con nombres como pan dulce , California amor , palo santo, papi chulo o poderosa.
“Empecé el negocio nomas porque tenía que hacer dinero, tenía que tener un trabajo, pero también quería darle a mi comunidad y a mis amigos algo diferente”, afirmó Michelle.
Esta emprendedora creció en San Francisco, hija de inmigrantes sudamericanos, lo que asegura le sirvió para crear cada vela con su espíritu propio.
“Después de nueve meses ya había puesto muchos de mis productos en línea estaba en la página de Etsy, estaba en Instagram, en Facebook y empecé a darles muchos de mis productos a mis amigos en la comunidad”, aseveró Michelle.
En 2021 se convirtió en la primera marca de velas propiedad de una hispana en ser comercializada en una cadena de tiendas a nivel nacional.
“Y yo en esa temporada estaba haciendo mis velas de mi cocina, ni tenía mucho espacio, yo las estaba haciendo todas solita y le dije déjame pensarlo y después de dos meses yo le dije que sí me gustaría estar en la tienda” , enfatizó Michelle.
Es que cada una de sus velas permite que la comunidad se sienta identificada.
“Y sentirse algo, sentirse empoderada, sentirse amor propio, sentirse un poco de humor en una época donde mucha gente estaba triste, deprimida y sintiendo que no había algo más que hacer”, dijo Michelle.
Cada uno de sus productos es elaborado con amor y buena energía.
“Lo que tuve que hacer es aprender por mí misma y por seis u ocho meses me puse a experimentar con diferentes esencias, diferentes sedas, aprendiendo lo que era natural, lo que no era natural”, explicó Michelle.
Parte de sus ganancias se entrega a organizaciones y eventos que sensibilizan y apoyan causas sociales que afectan a las comunidades minorías raciales.
“Y eso es lo que le digo a la gente, inténtalo, sino te sale, no te sale, pero si te sale, imagínate tú puedes estar como yo en una marca de Macy’s”, aseguró Michelle.